La Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), pidió a Presidios garantizar la certeza de las pruebas de coronavirus a los privados de libertad y dotar de equipo de protección a los guardias de los centros carcelarios.
Además, recordó las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de abril pasado, pues a la fecha persiste el hacinamiento y la falta de acciones para proteger a los reos y guardias.
“Los monitoreos han constatado las precarias condiciones en las que permanecen tanto las personas privadas de libertad, como los guardias del sistema penitenciario”, detalla el comunicado de la PDH.
Reos en riesgo
La PDH señala que urge que las autoridades adopten disposiciones para proteger de contagios del Covid-19 a la población privada de libertad, con prioridad a los grupos en riesgo, y los guardias de Presidios.
Asegura que la mayoría del personal del Sistema Penitenciario carece de equipo de protección personal. “Recomiendo a Presidios la certeza de las pruebas y el equipo de protección personal a los guardias del sistema penitenciario”, dijo Jordán Rodas, titular de la PDH.
Además recordó que la CIDH pidió adoptar medidas para enfrentar el hacinamiento de las unidades de privación de libertad, incluida la reevaluación de los casos de prisión preventiva.
Recomendaciones
La medida busca identificar a aquellos reos que pueden ser susceptibles de libertad condicional o arresto domiciliar, dando prioridad a grupos en riesgo, como personas mayores, con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas o con niños a su cargo, y para quienes estén prontos a cumplir condenas.
Además, adecuar las condiciones de detención de las personas privadas de libertad, entre ellas medidas de cuarentena para impedir el contagio del Covid-19.
Por último, establecer protocolos para la garantía de la seguridad y el orden en las unidades de privación de la libertad.
“En particular para prevenir actos de violencia relacionados con la pandemia y respetando los estándares interamericanos”, establece el documento.
Asimismo, permanecer atentos a la veracidad de las pruebas del Covid-19, pues también se han detectado intentos de algunos privados de libertad de corromper los diagnósticos para favorecerse con medidas sustitutivas.
Últimos casos
El domingo 12 de julio se confirmó la muerte de Martín García Mejía, condenado por la muerte un investigador de la Policía Nacional, quien se encontraba en la cárcel ubicada en la Brigada Mariscal Zavala. “Murió por infección respiratoria y neumonía”, confirmó Presidios.
Este martes 14 de julio se confirmó la muerte de dos reos que se encontraban en la Granja de Rehabilitación Cantel, Quetzaltenago.
Los privados de libertad que fallecieron son: Enrique Félix Marroquín, de 62 años, quien ingresó por violación y Pedro Lucas Ábac Pérez, de 78 años, encarcelado por el delito asesinato en grado de tentativa.
Hasta el momento Presidios no ha confirmado si las tres muertes fueron por coronavirus, sin embargo, la sospecha es latente.
Las respuestas de estos casos son las que hacen dudar a los miembros de la Oficina Nacional de Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, de los datos de casos y personas fallecidas en las cárceles que reporta Presidios.
“La información que se tiene es muy superficial, es difícil con el Sistema Penitenciario. Nosotros denunciamos el primer caso, y el director de Presidios lo negó en una conferencia de prensa, por eso nuestra duda”, asegura la Oficina.
Hasta el 4 de julio el Sistema Penitenciario reportó 11 privados de libertad fallecidos por coronavirus y 113 casos positivos. De esa cantidad, 27 se encontraban activos: 109 hombres y cuatro mujeres.
Además registró 57 guardias positivos de Covid-19. En Quiché se encontraban 37 de los agentes contagiados.
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“Los monitoreos han constatado las precarias condiciones en las que permanecen tanto las personas privadas de libertad, como los guardias del sistema penitenciario”, detalla el comunicado de la PDH.
Reos en riesgo
La PDH señala que urge que las autoridades adopten disposiciones para proteger de contagios del Covid-19 a la población privada de libertad, con prioridad a los grupos en riesgo, y los guardias de Presidios.
Asegura que la mayoría del personal del Sistema Penitenciario carece de equipo de protección personal. “Recomiendo a Presidios la certeza de las pruebas y el equipo de protección personal a los guardias del sistema penitenciario”, dijo Jordán Rodas, titular de la PDH.
Además recordó que la CIDH pidió adoptar medidas para enfrentar el hacinamiento de las unidades de privación de libertad, incluida la reevaluación de los casos de prisión preventiva.
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La medida busca identificar a aquellos reos que pueden ser susceptibles de libertad condicional o arresto domiciliar, dando prioridad a grupos en riesgo, como personas mayores, con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas o con niños a su cargo, y para quienes estén prontos a cumplir condenas.
Además, adecuar las condiciones de detención de las personas privadas de libertad, entre ellas medidas de cuarentena para impedir el contagio del Covid-19.
Por último, establecer protocolos para la garantía de la seguridad y el orden en las unidades de privación de la libertad.
“En particular para prevenir actos de violencia relacionados con la pandemia y respetando los estándares interamericanos”, establece el documento.
Asimismo, permanecer atentos a la veracidad de las pruebas del Covid-19, pues también se han detectado intentos de algunos privados de libertad de corromper los diagnósticos para favorecerse con medidas sustitutivas.
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El domingo 12 de julio se confirmó la muerte de Martín García Mejía, condenado por la muerte un investigador de la Policía Nacional, quien se encontraba en la cárcel ubicada en la Brigada Mariscal Zavala. “Murió por infección respiratoria y neumonía”, confirmó Presidios.
Este martes 14 de julio se confirmó la muerte de dos reos que se encontraban en la Granja de Rehabilitación Cantel, Quetzaltenago.
Los privados de libertad que fallecieron son: Enrique Félix Marroquín, de 62 años, quien ingresó por violación y Pedro Lucas Ábac Pérez, de 78 años, encarcelado por el delito asesinato en grado de tentativa.
Hasta el momento Presidios no ha confirmado si las tres muertes fueron por coronavirus, sin embargo, la sospecha es latente.
Las respuestas de estos casos son las que hacen dudar a los miembros de la Oficina Nacional de Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, de los datos de casos y personas fallecidas en las cárceles que reporta Presidios.
“La información que se tiene es muy superficial, es difícil con el Sistema Penitenciario. Nosotros denunciamos el primer caso, y el director de Presidios lo negó en una conferencia de prensa, por eso nuestra duda”, asegura la Oficina.
Hasta el 4 de julio el Sistema Penitenciario reportó 11 privados de libertad fallecidos por coronavirus y 113 casos positivos. De esa cantidad, 27 se encontraban activos: 109 hombres y cuatro mujeres.
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