Un grupo de 133 periodistas, comunicadores y analistas de Guatemala pidieron al Gobierno respeto a la libertad de prensa y dijeron sentirse “indignados y bajo amenaza” por los abusos policiales reportados el pasado sábado.
“La libertad de prensa, el ejercicio de una profesión que procura mantener informada a la ciudadanía de los hechos relevantes que ocurren en la vida pública, está garantizada por el ordenamiento legal”, esgrimieron los periodistas en su pronunciamiento conjunto.
También, subrayaron la imperante necesidad de “investigar los hechos y la atribución de responsabilidad directa a quien la tenga” del ataque el sábado de un policía antidisturbios contra el fotoperiodista Carlos Sebastián, a quien le rompieron el equipo y agredieron, como señalaron.
“La acción violenta por parte de la Policía Nacional Civil (PNC) en contra de nuestro colega el fotoperiodista Carlos Sebastián en la noche del sábado 21 de noviembre es inaceptable”, enfatizaron.
Incidentes del sábado
Además, los firmantes de la declaración deploraron “la detención injustificada de la documentalista Melissa Mencos, quien ese mismo día realizada su labor profesional”.
Mencos, al igual de una treintena de detenidos la tarde y noche del sábado, fue liberada por falta de indicios en su contra, como reconoció la misma Fiscalía, que admitió no poder individualizar los cargos en su contra, como pretendía la Policía Nacional Civil.
Los periodistas pidieron a la Fiscalía “que asuma su responsabilidad legal y deje de jugar el papel de acólito de las actuaciones polciales incluso cuando estas son abiertamente contrarias a la ley” y, al Gobierno, pidieron “el respeto de la libertad para ejercer nuestro trabajo”.
La tarde del sábado, mientras en el parque central de la Ciudad de Guatemala se desarrollaba una manifestación pacífica con más de 10 mil personas manifestando contra el Gobierno, frente al Congreso un grupo de encapuchados que se mezclaron con estudiantes universitarios rompieron ventanas y quemaron oficinas del inmueble.
En respuesta, las Fuerzas Especiales de la Policía repelió a los grupos más violentos, hasta llegar a la plaza a tirar gases lacrimógenos sin discreción, reprimir personas y apresar a manifestantes y civiles, que fueron liberadas después.
Las manifestaciones fueron convocadas en contra del presidente del país, Alejandro Giammattei, y el Congreso, por la aprobación el 18 de noviembre de un polémico presupuesto del Estado para 2021, que ya fue derogado.
Un grupo de 133 periodistas, comunicadores y analistas de Guatemala pidieron al Gobierno respeto a la libertad de prensa y dijeron sentirse “indignados y bajo amenaza” por los abusos policiales reportados el pasado sábado.
“La libertad de prensa, el ejercicio de una profesión que procura mantener informada a la ciudadanía de los hechos relevantes que ocurren en la vida pública, está garantizada por el ordenamiento legal”, esgrimieron los periodistas en su pronunciamiento conjunto.
También, subrayaron la imperante necesidad de “investigar los hechos y la atribución de responsabilidad directa a quien la tenga” del ataque el sábado de un policía antidisturbios contra el fotoperiodista Carlos Sebastián, a quien le rompieron el equipo y agredieron, como señalaron.
“La acción violenta por parte de la Policía Nacional Civil (PNC) en contra de nuestro colega el fotoperiodista Carlos Sebastián en la noche del sábado 21 de noviembre es inaceptable”, enfatizaron.
Incidentes del sábado
Además, los firmantes de la declaración deploraron “la detención injustificada de la documentalista Melissa Mencos, quien ese mismo día realizada su labor profesional”.
Mencos, al igual de una treintena de detenidos la tarde y noche del sábado, fue liberada por falta de indicios en su contra, como reconoció la misma Fiscalía, que admitió no poder individualizar los cargos en su contra, como pretendía la Policía Nacional Civil.
Los periodistas pidieron a la Fiscalía “que asuma su responsabilidad legal y deje de jugar el papel de acólito de las actuaciones polciales incluso cuando estas son abiertamente contrarias a la ley” y, al Gobierno, pidieron “el respeto de la libertad para ejercer nuestro trabajo”.
La tarde del sábado, mientras en el parque central de la Ciudad de Guatemala se desarrollaba una manifestación pacífica con más de 10 mil personas manifestando contra el Gobierno, frente al Congreso un grupo de encapuchados que se mezclaron con estudiantes universitarios rompieron ventanas y quemaron oficinas del inmueble.
En respuesta, las Fuerzas Especiales de la Policía repelió a los grupos más violentos, hasta llegar a la plaza a tirar gases lacrimógenos sin discreción, reprimir personas y apresar a manifestantes y civiles, que fueron liberadas después.
Las manifestaciones fueron convocadas en contra del presidente del país, Alejandro Giammattei, y el Congreso, por la aprobación el 18 de noviembre de un polémico presupuesto del Estado para 2021, que ya fue derogado.