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Las razones del agua estancada en Campur, Sacsí Chitaña y otras comunidades de Alta Verapaz

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01 de diciembre, 2020

Tras el paso de la depresión tropical Eta se compartieron fotografías y vídeos que mostraban el cuadro desolador en aldeas como Campur y Sacsí Chitaña: casas, comercios, iglesias y calles cubiertas casi en su totalidad por agua. Si bien la esperanza de los vecinos era regresar a sus casas una vez aminoraran las lluvias, y rescatar sus pertenecías, el nivel del agua nunca bajó.

Si bien cada invierno en Guatemala se reviven los embates de devastadores fenómenos naturales, esta vez ambas aldeas, y otras comunidades de San Pedro Carchá, Alta Verapaz, cada una en su dimensión, vivieron una situación sin precedentes.

En el caso de Campur se estiman millones de quetzales en pérdidas, cientos de familias afectadas, y entre un 70 a 75% de casas rodeadas por un extenso manto de agua, como si fueran la punta de un iceberg. En Sacsí Chitaña, sin ningún río cerca -se encuentra a unos 1.81 km del río Cahabón-, las casas y más inmuebles terminaron inundados, quedando aislada tras las fuertes lluvias. La única manera de hacer llegar ayuda humanitaria fue a través de helicópteros, según imágenes que compartió el Gobierno de Guatemala.

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El pasado 14 de noviembre, casi una semana después del paso de Eta, salieron nuevas imágenes aéreas de la situación en la aldea. El cuadro era muy similar a las primeras fotografías: casas, iglesias, centros de salud, tiendas, abarroterías, molinos de nixtamal, farmacias, cosechas, etc.; todos, bajo el agua.

“Es impresionante cómo quedó, pues todo está inundado, las casas de toda la comunidad y los servicios de Salud”, dijo un día antes (13 de noviembre) la ministra de Salud, Amelia Flores, quien visitó la aldea, donde pudo observar que “todo quedó bajo el agua”.

¿Qué explica el agua estancada?

Si bien hubo rumores de lo que provocó la inundación de Campur, expertos en Hidrología consultados por República dieron su punto de vista sobre las razones que ocasionaron que los suelos en la aldea, y otras comunidades de la zona, no pudieran drenar el agua, aun cuando las incesantes lluvias por el paso de la depresión tropical de Eta cesaron.

Primero, es importante saber que Campur es una de las aldeas más grandes del municipio de San Pedro Carchá. Está a 48 kilómetros de la cabecera municipal, en una región caracterizada por ser zona caliza que, al estar en contacto con el agua de lluvia, produce un proceso químico que termina por fracturar las rocas. 

Infografía: Maeva Valdez / República

Asimismo, en la zona donde se ubica la aldea existe mucha precipitación pluvial (lluvias, lloviznas), lo que la convierte en “una de las zonas más lluviosas de Guatemala”. Esta situación produce un fenómeno en la piedra caliza, conocido como karstificación”, explica el ingeniero civil con especialización en hidrología, Jorge García Chiu.

Con la karstificación, una roca sólida e impermeable se fractura, lo que hace que en un inicio se formen agujeros. Más adelante se convertirán en cavernas en el subsuelo, que terminan funcionando como los drenajes naturales para evacuar el agua de lluvia. Asimismo, la aldea es un siguán -en Geología se conocen como “dolinas” y son un tipo de depresión geológica característico de los relieves kársticos- de varios kilómetros cuadrados. 

Un “tapón” en el drenaje natural

Campur, que está a unos 14 km del río Cahabón -medición vía Google Maps- es considerada una cuenca cerrada, ya que en las cercanías no existe ningún río, laguna o quebrada que ayuden a evacuar el agua de lluvia de forma natural. “La infiltración en el subsuelo o la evaporación, son las únicas formas con la que el agua de lluvia puede desvanecerse”, señala García Chiu. 

Por otro lado, el aumento de la actividad agrícola en la cuenca (Campur) y en las partes altas del cerro y los valles que lo rodean, sumado a las habituales lluvias, generaron que la superficie fuese cubierta con arcilla, un material impermeable

Según García Chiu, la razón por la cual el nivel de agua pluvial no bajó en la aldea Campur, e incluso se elevó días después del paso de Eta, se debió al arrastre de arcilla de barro que cubrió el suelo, impidiendo el paso del agua de lluvia. A esa capa impermeable, se suma la cantidad de contaminación por la basura que se tira en las calles.

Hay un ‘tapón’ en el drenaje natural de la roca fracturada. Es como cuando el agujero de una tina se cierra, el nivel de agua naturalmente se eleva. En Campur y Sacsi Chitaña pasó algo parecido, se sellaron las grietas para que el agua de lluvia drene como lo ha hecho normalmente”, explica. 

Sacsi Chitaña y Campur no solo son similares en cuanto a la gravedad de daños sufridos por las fuertes lluvias -ambas sufrieron graves inundaciones que destruyeron casas y cultivos, y dejaron a familias damnificadas-, también son muy similares en su topografía. Esta situación explicaría por qué ambas aldeas continuaron inundadas tras el paso de Eta.

“Hubo diversas causas para las inundaciones. El agua debería bajar en la mayoría de los sitios, salvo aquellas comunidades sin drenaje natural superficial. No conozco los casos específicos de todas las comunidades, pero deduciría que son problemas similares a Campur“, agrega García Chiu.

“Se llenó la piscina”

Thylma Chamorro, del departamento de Sistemas de Alerta Temprana de la Conred, comenta que una evaluación en el lugar concluyó que el agua de lluvia fluyó en forma de escorrentía hasta inundar la aldea Campur. “El resultado es que se llenó la ‘piscina’, diciéndolo de una manera coloquial”, dijo. 

Según un informe interno de la Conred -mencionado por Chamorro- ante la poca certeza de cuánto tiempo podría llevar que el agua se drene, se recomienda “la reubicación de las familias afectadas”

Sobre el por qué del agua estancada, el documento no oficial apunta a lo dicho por García Chiu: “agua subterránea” (sin drenar) y “suelos kársticos”. “También se recomienda que, aunque no estén inundadas ciertas zonas, las personas sean evacuadas por la situación del suelo en el lugar”, señala la ingeniera.

En ese sentido, el pasado 14 de noviembre, el presidente Alejandro Giammattei señaló que no era posible drenar el agua en Campur porque “la maquinaria no puede llegar al lugar”. “Lo más recomendable es que Campur sea trasladada”, dijo.

Según el mandatario, tanto Campur como las personas que viven en la aldea Quejá – en San Cristóbal Verapaz- deberán ser trasladadas a otro sector, ya que los terrenos representan actualmente riesgo. Sin embargo, aclaró que el proceso llevará entre seis y ocho meses. “Se evaluará, ya que en este momento es la emergencia y la otra fase es la reconstrucción”, dijo.

“No se está formando una laguna”

El jefe del departamento de Hidrología del Insivumeh, Carlos Caal, señala que una situación que también puede explicar lo que sucede en la aldea Campur es que hay aguas subterráneas someras, a las que se suma la saturación superficial de los suelos, las depresiones topográficas y la falta de un drenaje para el agua de lluvia

“No es que en Campur haya nuevos brotes de agua. Los mantos freáticos que abastecen los pozos de agua potable aumentaron su nivel por las lluvias constantes”, agrega.

En Campur ha habido agua subterránea siempre, más la saturación del suelo ocasiona que se estanque porque no tiene hacia donde drenar de manera superficial. “Este conjunto de situaciones hace que los suelos no tengan la capacidad de infiltración. El agua se queda estancada y depende únicamente de la capacidad de infiltración del suelo, que se vio rebalsada”, añade.

Caal enfatiza que se debe desestimar la idea de que se “está formando una laguna” en Campur o que va a “desaparecer la aldea”. “Las lagunas no nacen de manera súbita”, resalta. 

Asimismo, menciona que se debe “aprender” la importancia de un ordenamiento territorial para hacer una buena gestión del territorio municipal. “Hay que ser consciente de donde se están generando las comunidades y la forma cómo vivimos. No todos los suelos son idóneos para construir vivienda”, resalta. 

¿Lo causaron las industrias?

Una vez se conocieron los primeros vídeos y fotografías de Campur, como donde solo es reconocible una iglesia por la cruz que asoma por encima de la inundación, versiones se adelantaron a decir que la situación “no era casualidad”. Se culpó a las industrias por la “laguna” que se formó, los “retumbos y (los) movimientos de tierra”.

Según García Chiu, es imposible que los culpables de la situación sean actividades como los monocultivos, extracción petrolera e hidroeléctricas.

En Campur no hay ninguna de esas actividades, mucho menos las hidroeléctricas. Las plantas hidroeléctricas más cercanas están a muchos kilómetros y en cuencas profundas, como el río Cahabón. Es imposible que esa agua llegue arriba (Campur)”, asevera. 

Caal, coincide y opina que en el caso de las aldeas inundadas “no hay una gran intervención humana más allá de la ocupación del terreno”. “El tema de las hidroeléctricas no tiene relación. En este caso se debe a la gran precipitación que se vio en el territorio”, concluye el jefe del departamento de Hidrología del Insivumeh. 

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Si bien cada invierno en Guatemala se reviven los embates de devastadores fenómenos naturales, esta vez ambas aldeas, y otras comunidades de San Pedro Carchá, Alta Verapaz, cada una en su dimensión, vivieron una situación sin precedentes.

En el caso de Campur se estiman millones de quetzales en pérdidas, cientos de familias afectadas, y entre un 70 a 75% de casas rodeadas por un extenso manto de agua, como si fueran la punta de un iceberg. En Sacsí Chitaña, sin ningún río cerca -se encuentra a unos 1.81 km del río Cahabón-, las casas y más inmuebles terminaron inundados, quedando aislada tras las fuertes lluvias. La única manera de hacer llegar ayuda humanitaria fue a través de helicópteros, según imágenes que compartió el Gobierno de Guatemala.

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El pasado 14 de noviembre, casi una semana después del paso de Eta, salieron nuevas imágenes aéreas de la situación en la aldea. El cuadro era muy similar a las primeras fotografías: casas, iglesias, centros de salud, tiendas, abarroterías, molinos de nixtamal, farmacias, cosechas, etc.; todos, bajo el agua.

“Es impresionante cómo quedó, pues todo está inundado, las casas de toda la comunidad y los servicios de Salud”, dijo un día antes (13 de noviembre) la ministra de Salud, Amelia Flores, quien visitó la aldea, donde pudo observar que “todo quedó bajo el agua”.

¿Qué explica el agua estancada?

Si bien hubo rumores de lo que provocó la inundación de Campur, expertos en Hidrología consultados por República dieron su punto de vista sobre las razones que ocasionaron que los suelos en la aldea, y otras comunidades de la zona, no pudieran drenar el agua, aun cuando las incesantes lluvias por el paso de la depresión tropical de Eta cesaron.

Primero, es importante saber que Campur es una de las aldeas más grandes del municipio de San Pedro Carchá. Está a 48 kilómetros de la cabecera municipal, en una región caracterizada por ser zona caliza que, al estar en contacto con el agua de lluvia, produce un proceso químico que termina por fracturar las rocas. 

Infografía: Maeva Valdez / República

Asimismo, en la zona donde se ubica la aldea existe mucha precipitación pluvial (lluvias, lloviznas), lo que la convierte en “una de las zonas más lluviosas de Guatemala”. Esta situación produce un fenómeno en la piedra caliza, conocido como karstificación”, explica el ingeniero civil con especialización en hidrología, Jorge García Chiu.

Con la karstificación, una roca sólida e impermeable se fractura, lo que hace que en un inicio se formen agujeros. Más adelante se convertirán en cavernas en el subsuelo, que terminan funcionando como los drenajes naturales para evacuar el agua de lluvia. Asimismo, la aldea es un siguán -en Geología se conocen como “dolinas” y son un tipo de depresión geológica característico de los relieves kársticos- de varios kilómetros cuadrados. 

Un “tapón” en el drenaje natural

Campur, que está a unos 14 km del río Cahabón -medición vía Google Maps- es considerada una cuenca cerrada, ya que en las cercanías no existe ningún río, laguna o quebrada que ayuden a evacuar el agua de lluvia de forma natural. “La infiltración en el subsuelo o la evaporación, son las únicas formas con la que el agua de lluvia puede desvanecerse”, señala García Chiu. 

Por otro lado, el aumento de la actividad agrícola en la cuenca (Campur) y en las partes altas del cerro y los valles que lo rodean, sumado a las habituales lluvias, generaron que la superficie fuese cubierta con arcilla, un material impermeable

Según García Chiu, la razón por la cual el nivel de agua pluvial no bajó en la aldea Campur, e incluso se elevó días después del paso de Eta, se debió al arrastre de arcilla de barro que cubrió el suelo, impidiendo el paso del agua de lluvia. A esa capa impermeable, se suma la cantidad de contaminación por la basura que se tira en las calles.

Hay un ‘tapón’ en el drenaje natural de la roca fracturada. Es como cuando el agujero de una tina se cierra, el nivel de agua naturalmente se eleva. En Campur y Sacsi Chitaña pasó algo parecido, se sellaron las grietas para que el agua de lluvia drene como lo ha hecho normalmente”, explica. 

Sacsi Chitaña y Campur no solo son similares en cuanto a la gravedad de daños sufridos por las fuertes lluvias -ambas sufrieron graves inundaciones que destruyeron casas y cultivos, y dejaron a familias damnificadas-, también son muy similares en su topografía. Esta situación explicaría por qué ambas aldeas continuaron inundadas tras el paso de Eta.

“Hubo diversas causas para las inundaciones. El agua debería bajar en la mayoría de los sitios, salvo aquellas comunidades sin drenaje natural superficial. No conozco los casos específicos de todas las comunidades, pero deduciría que son problemas similares a Campur“, agrega García Chiu.

“Se llenó la piscina”

Thylma Chamorro, del departamento de Sistemas de Alerta Temprana de la Conred, comenta que una evaluación en el lugar concluyó que el agua de lluvia fluyó en forma de escorrentía hasta inundar la aldea Campur. “El resultado es que se llenó la ‘piscina’, diciéndolo de una manera coloquial”, dijo. 

Según un informe interno de la Conred -mencionado por Chamorro- ante la poca certeza de cuánto tiempo podría llevar que el agua se drene, se recomienda “la reubicación de las familias afectadas”

Sobre el por qué del agua estancada, el documento no oficial apunta a lo dicho por García Chiu: “agua subterránea” (sin drenar) y “suelos kársticos”. “También se recomienda que, aunque no estén inundadas ciertas zonas, las personas sean evacuadas por la situación del suelo en el lugar”, señala la ingeniera.

En ese sentido, el pasado 14 de noviembre, el presidente Alejandro Giammattei señaló que no era posible drenar el agua en Campur porque “la maquinaria no puede llegar al lugar”. “Lo más recomendable es que Campur sea trasladada”, dijo.

Según el mandatario, tanto Campur como las personas que viven en la aldea Quejá – en San Cristóbal Verapaz- deberán ser trasladadas a otro sector, ya que los terrenos representan actualmente riesgo. Sin embargo, aclaró que el proceso llevará entre seis y ocho meses. “Se evaluará, ya que en este momento es la emergencia y la otra fase es la reconstrucción”, dijo.

“No se está formando una laguna”

El jefe del departamento de Hidrología del Insivumeh, Carlos Caal, señala que una situación que también puede explicar lo que sucede en la aldea Campur es que hay aguas subterráneas someras, a las que se suma la saturación superficial de los suelos, las depresiones topográficas y la falta de un drenaje para el agua de lluvia

“No es que en Campur haya nuevos brotes de agua. Los mantos freáticos que abastecen los pozos de agua potable aumentaron su nivel por las lluvias constantes”, agrega.

En Campur ha habido agua subterránea siempre, más la saturación del suelo ocasiona que se estanque porque no tiene hacia donde drenar de manera superficial. “Este conjunto de situaciones hace que los suelos no tengan la capacidad de infiltración. El agua se queda estancada y depende únicamente de la capacidad de infiltración del suelo, que se vio rebalsada”, añade.

Caal enfatiza que se debe desestimar la idea de que se “está formando una laguna” en Campur o que va a “desaparecer la aldea”. “Las lagunas no nacen de manera súbita”, resalta. 

Asimismo, menciona que se debe “aprender” la importancia de un ordenamiento territorial para hacer una buena gestión del territorio municipal. “Hay que ser consciente de donde se están generando las comunidades y la forma cómo vivimos. No todos los suelos son idóneos para construir vivienda”, resalta. 

¿Lo causaron las industrias?

Una vez se conocieron los primeros vídeos y fotografías de Campur, como donde solo es reconocible una iglesia por la cruz que asoma por encima de la inundación, versiones se adelantaron a decir que la situación “no era casualidad”. Se culpó a las industrias por la “laguna” que se formó, los “retumbos y (los) movimientos de tierra”.

Según García Chiu, es imposible que los culpables de la situación sean actividades como los monocultivos, extracción petrolera e hidroeléctricas.

En Campur no hay ninguna de esas actividades, mucho menos las hidroeléctricas. Las plantas hidroeléctricas más cercanas están a muchos kilómetros y en cuencas profundas, como el río Cahabón. Es imposible que esa agua llegue arriba (Campur)”, asevera. 

Caal, coincide y opina que en el caso de las aldeas inundadas “no hay una gran intervención humana más allá de la ocupación del terreno”. “El tema de las hidroeléctricas no tiene relación. En este caso se debe a la gran precipitación que se vio en el territorio”, concluye el jefe del departamento de Hidrología del Insivumeh. 

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