UN promedio de 37 denuncias diarias de víctimas de extorsión se registraron en Guatemala durante noviembre, según un análisis del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
De acuerdo al CIEN, en noviembre se registraron 1 mil 194 denuncias, 143 menos que en octubre cuando se presentaron 1 mil 237.
Datos anuales
El análisis del CIEN reveló que de enero a noviembre la Policía Nacional Civil (PNC) registró 12 mil 010 denuncias de víctimas de extorsión.
Durante ese mismo período del 2019 las denuncias registradas fueron 14 mil 714, es decir 2 mil 704 más que 2020.
La reducción de las denuncias podría ser por las restricciones establecidas para evitar los contagios del coronavirus argumentó el CIEN.
Datos de 2020
El CIEN explicó que durante el 2020 los meses que más denuncias registraron fueron: enero (1 mil 590 denuncias), septiembre (1 mil 314 denuncias), febrero (1 mil 239 denuncias) y octubre (1 mil 237 denuncias).
Y los que reportaron menos denuncias por extorsión fueron: abril (775), mayo (821), junio (825) y agosto (932).
“De acuerdo a lo datos de noviembre 1 mil 194 denuncias se registraron, eso significa que se realizaron, en promedio, 40 denuncias diarias”, declaró Walter Menchú, asesor de seguridad del CIEN.
Agregó que la cantidad de denuncias mensuales bajó en comparación con las registradas en octubre pasado, aunque afirmó que se mantiene por arriba de las mil en los últimos cuatro meses. “La tasa interanual en noviembre de 2020 es de 78.5 denuncias por extorsión por cada 100 mil habitantes”, añadió.
Evolución del delito
El analista agregó que el fenómeno criminal ha evolucionado en los últimos 20 años; el fenómeno pasó de rentas cobradas por los pandilleros a una extorsión sistemática ligada al control territorial y hasta el surgimiento de los denominados “Imitadores”.
“En el 2000 el delito consistía en rentas cobradas por pandilleros, de 2006 a 2014 pasó a una extorsión sistemática ligada al control territorial de los pandilleros; pero un año después (2015) surgieron Los Imitadores, personas que se encontraban en prisión que imitaron el delito cometido por pandilleros”, detalló Menchú.
De acuerdo a Menchú “Los Imitadores” cuentan con una estructura pequeña que no es fija y seleccionan al azar a las víctimas. Otra característica es que la mayoría opera desde la cárcel. Agregó que ese grupo conforman el 80% de las extorsiones y que a diferencia de Los Imitadores las pandillas se enfocan en el transporte y el comercio.
Sentencias
“De las 86 mil 13 denuncias presentadas desde 2010 hasta el 31 de julio de 2020, dos de cada tres ya fueron concluidas, de las cuales 8% recibió sentencia y se condenó por este delito a 13 mil 686 personas (el 84% del total de procesados), lo que significó que la cantidad de privados de libertad por el delito de extorsión pasara de 7% a 15% de la población reclusa entre 2010 y 2019”, concluyó.
Corinne Dedik, investigadora del CIEN, añadió que el Sistema Penitenciario no ha logrado implementar una estrategia de reclusión efectiva para contrarrestar las extorsiones.
Aseguró la falta de esa estrategia preocupa porque el 90% de las extorsiones salen de las cárceles, las cuales registran un 380% de ocupación, déficit de personal, falta de control y corrupción.
Recomendó a las autoridades “poner énfasis en mejorar los controles en el Sistema Penitenciario, así como concretar el apoyo y coordinación con las empresas de telefonía para bloquear la señal en las cárceles y con la Superintendencia de Bancos para frenar el blanqueo del dinero producto de la extorsión”.
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Datos anuales
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Agregó que la cantidad de denuncias mensuales bajó en comparación con las registradas en octubre pasado, aunque afirmó que se mantiene por arriba de las mil en los últimos cuatro meses. “La tasa interanual en noviembre de 2020 es de 78.5 denuncias por extorsión por cada 100 mil habitantes”, añadió.
Evolución del delito
El analista agregó que el fenómeno criminal ha evolucionado en los últimos 20 años; el fenómeno pasó de rentas cobradas por los pandilleros a una extorsión sistemática ligada al control territorial y hasta el surgimiento de los denominados “Imitadores”.
“En el 2000 el delito consistía en rentas cobradas por pandilleros, de 2006 a 2014 pasó a una extorsión sistemática ligada al control territorial de los pandilleros; pero un año después (2015) surgieron Los Imitadores, personas que se encontraban en prisión que imitaron el delito cometido por pandilleros”, detalló Menchú.
De acuerdo a Menchú “Los Imitadores” cuentan con una estructura pequeña que no es fija y seleccionan al azar a las víctimas. Otra característica es que la mayoría opera desde la cárcel. Agregó que ese grupo conforman el 80% de las extorsiones y que a diferencia de Los Imitadores las pandillas se enfocan en el transporte y el comercio.
Sentencias
“De las 86 mil 13 denuncias presentadas desde 2010 hasta el 31 de julio de 2020, dos de cada tres ya fueron concluidas, de las cuales 8% recibió sentencia y se condenó por este delito a 13 mil 686 personas (el 84% del total de procesados), lo que significó que la cantidad de privados de libertad por el delito de extorsión pasara de 7% a 15% de la población reclusa entre 2010 y 2019”, concluyó.
Corinne Dedik, investigadora del CIEN, añadió que el Sistema Penitenciario no ha logrado implementar una estrategia de reclusión efectiva para contrarrestar las extorsiones.
Aseguró la falta de esa estrategia preocupa porque el 90% de las extorsiones salen de las cárceles, las cuales registran un 380% de ocupación, déficit de personal, falta de control y corrupción.
Recomendó a las autoridades “poner énfasis en mejorar los controles en el Sistema Penitenciario, así como concretar el apoyo y coordinación con las empresas de telefonía para bloquear la señal en las cárceles y con la Superintendencia de Bancos para frenar el blanqueo del dinero producto de la extorsión”.
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