“Los Bridgerton” se ha convertido en una de las series más populares de los últimos meses. Un clásico que en su contenido tiene una dosis de amor, familia e intrigas.
Una serie a la que no le falta sensacionalismo y diálogos mordaces. Es una mezcla entre “Downton Abbey” y “Las amistades peligrosas”.
El fenómeno Bridgerton va más allá de su propia trama inspirada en las novelas de Julia Quinn. Las búsquedas de vajillas y de la receta del té que toman sus personajes no han parado de crecer desde su estreno.
La receta del famoso té
Para crear esta bebida, ideada por Holly Walker, necesitarás té de frutas de la pasión, luego un poco de zumo de melocotón, sirope de frambuesas y unos trozos de moras y frambuesas. Si eres muy pro en la cocina, corónalo con una espuma de coco y puré de fresas.
Estilo y moda
El diseñador Jorge Vázquez, director creativo de Pertegaz y de la firma que lleva su nombre, ha explicado a Efe, que la época en la que se desarrolla la acción “es increíble para la moda”.
Vázquez, un virtuoso en la selección de las telas, reconoce que personalmente le “encanta” esa época y advierte de la “maravillosa” calidad de los tejidos.
El corte en los vestidos se coloca bajo el pecho, “la mujer vive, por primera vez en muchos siglos, una cierta comodidad”, afirmó el diseñador.
Phoebe Dynevor y Regé-Jean Page son las protagonistas a quienes acompañan Golda Rosheuvel, Jonathan Bailey y Luke Newton.
El vestuario de los protagonistas está delicadamente confeccionado prestando atención a bordados y detalles mínimos, joyas y plumas que convierten en aristocrática hasta la escena más sencilla. Una serie donde tampoco faltan trajes extravagantes, tonos intensos y estampados muy atrevidos para ese momento.
“Es un tiempo en el que todo se hacía a mano, a medida, son prendas que traslucen que están muy, muy trabajadas, con patrones no muy complicados, pero con muchas horas de taller”, ha añadido Vázquez.
Según ha explicado, Ellen Mirojnick, el equipo llegó a confeccionar 7 mil 500 piezas, incluidos sombreros, chales y abrigos.
Un buen vestuario, incide Jorge Vázquez, “siempre suma” y añade que una película envejece mejor si el vestuario está bien adaptado y “no se dejan llevar por las tendencia actuales. Te hace viajar a otro tiempo, sentirte un poco el Mr. Darcy de Jane Austen”.
Información de EFE / Noticias por Inmaculada Tapia.
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“Los Bridgerton” se ha convertido en una de las series más populares de los últimos meses. Un clásico que en su contenido tiene una dosis de amor, familia e intrigas.
Una serie a la que no le falta sensacionalismo y diálogos mordaces. Es una mezcla entre “Downton Abbey” y “Las amistades peligrosas”.
El fenómeno Bridgerton va más allá de su propia trama inspirada en las novelas de Julia Quinn. Las búsquedas de vajillas y de la receta del té que toman sus personajes no han parado de crecer desde su estreno.
La receta del famoso té
Para crear esta bebida, ideada por Holly Walker, necesitarás té de frutas de la pasión, luego un poco de zumo de melocotón, sirope de frambuesas y unos trozos de moras y frambuesas. Si eres muy pro en la cocina, corónalo con una espuma de coco y puré de fresas.
Estilo y moda
El diseñador Jorge Vázquez, director creativo de Pertegaz y de la firma que lleva su nombre, ha explicado a Efe, que la época en la que se desarrolla la acción “es increíble para la moda”.
Vázquez, un virtuoso en la selección de las telas, reconoce que personalmente le “encanta” esa época y advierte de la “maravillosa” calidad de los tejidos.
El corte en los vestidos se coloca bajo el pecho, “la mujer vive, por primera vez en muchos siglos, una cierta comodidad”, afirmó el diseñador.
Phoebe Dynevor y Regé-Jean Page son las protagonistas a quienes acompañan Golda Rosheuvel, Jonathan Bailey y Luke Newton.
El vestuario de los protagonistas está delicadamente confeccionado prestando atención a bordados y detalles mínimos, joyas y plumas que convierten en aristocrática hasta la escena más sencilla. Una serie donde tampoco faltan trajes extravagantes, tonos intensos y estampados muy atrevidos para ese momento.
“Es un tiempo en el que todo se hacía a mano, a medida, son prendas que traslucen que están muy, muy trabajadas, con patrones no muy complicados, pero con muchas horas de taller”, ha añadido Vázquez.
Según ha explicado, Ellen Mirojnick, el equipo llegó a confeccionar 7 mil 500 piezas, incluidos sombreros, chales y abrigos.
Un buen vestuario, incide Jorge Vázquez, “siempre suma” y añade que una película envejece mejor si el vestuario está bien adaptado y “no se dejan llevar por las tendencia actuales. Te hace viajar a otro tiempo, sentirte un poco el Mr. Darcy de Jane Austen”.
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