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Puntos de estrés en el cuerpo

Vive
16 de febrero, 2021

Tu cuerpo está preparado para reaccionar ante el estrés de manera tal que te proteja contra las amenazas. En la actualidad tú te enfrentas a múltiples exigencias cada día, como asumir una enorme carga de trabajo, pagar las facturas y cuidar de tu familia.

Tu cuerpo trata estas molestias menores como amenazas. Como resultado, es posible que te sientas como si estuvieras constantemente bajo ataque. Pero puedes contraatacar. No tienes que dejar que el estrés controle tu vida.


Respuesta natural ante el estrés


Cuando te encuentras con una amenaza percibida, como un perro grande que te ladra durante la caminata matutina, tu hipotálamo, una pequeña región en la base de tu cerebro, activa un sistema de alarma en tu cuerpo.

A través de una combinación de señales nerviosas y hormonales, este sistema incita a las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, a liberar una oleada de hormonas, entre ellas, la adrenalina y el cortisol.


La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, eleva la presión arterial y aumenta los suministros de energía. El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.


El cortisol también reduce las funciones que serían no esenciales o perjudiciales en una situación de lucha o huida.

Altera las respuestas del sistema inmunitario y suprime el sistema digestivo, el sistema reproductor y los procesos de crecimiento.

Este complejo sistema de alarma natural también se comunica con las regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo, la motivación y el miedo.


Cuando la respuesta natural al estrés se descontrola


El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser autolimitante. Una vez que una amenaza percibida ha pasado, los niveles hormonales regresan a la normalidad.

A medida que bajan los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles iniciales, y otros sistemas reanudan sus actividades regulares.

Pero cuando los factores estresantes están siempre presentes y te sientes constantemente atacado, esa reacción de pelear o huir permanece encendida.

La activación a largo plazo del sistema de respuesta al estrés y la sobreexposición al cortisol y otras hormonas del estrés que actúan en consecuencia pueden interrumpir casi todos los procesos de tu cuerpo.


Esto incrementa el riesgo de padecer muchos problemas de salud, tales como:


  • Ansiedad
  • Depresión
  • Problemas digestivos
  • Dolores de cabeza
  • Cardiopatía
  • Problemas de sueño
  • Aumento de peso
  • Deterioro de la memoria y la concentración

Reacciones comunes al estrés


Tu reacción a un acontecimiento potencialmente estresante es diferente de la de cualquier otra persona. La forma en que reaccionas a los factores estresantes de tu vida se ve afectada por factores tales como los siguientes:

  • La genética. Los genes que controlan la respuesta al estrés mantienen a la mayoría de las personas en un nivel emocional bastante estable y solo ocasionalmente preparan al cuerpo para luchar o escapar. Las respuestas de estrés hiperactivo o subactivo pueden provenir de pequeñas diferencias en estos genes.
  • Experiencias de vida. Las fuertes reacciones al estrés a veces se pueden atribuir a eventos traumáticos. Las personas que fueron descuidadas o maltratadas cuando eran niños tienden a ser particularmente vulnerables al estrés. Lo mismo ocurre con las personas que han sufrido delitos violentos, los supervivientes de accidentes aéreos, el personal militar, los agentes de policía y los bomberos.

Puedes tener algunos amigos que parecen relajados acerca de casi todo y otros que reaccionan fuertemente al más mínimo estrés. La mayoría de las personas reaccionan a los factores estresantes de la vida en algún lugar entre esos extremos.


Aprende a reaccionar ante el estrés


Los eventos estresantes son parte de la vida. Y es posible que no puedas cambiar tu situación actual. Pero puedes tomar medidas para manejar la forma en que te afectan estos eventos.

Puedes aprender a identificar qué te estresa y cómo cuidarte física y emocionalmente frente a situaciones estresantes.


Las estrategias de manejo del estrés incluyen:


  • Consumir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente
  • Practicar técnicas de relajación, como intentar hacer yoga, practicar respiración profunda, recibir un masaje o aprender a meditar
  • Tomar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
  • Fomentar amistades saludables
  • Tener sentido del humor
  • Voluntariado en tu comunidad
  • Buscar asesoramiento profesional cuando sea necesario


La recompensa por aprender a manejar el estrés es la tranquilidad y quizás una vida más larga y saludable. Recuerda siempre consultar a un especialista.




Recuerda seguir las redes de Vive Guatemala:

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Puntos de estrés en el cuerpo

Vive
16 de febrero, 2021

Tu cuerpo está preparado para reaccionar ante el estrés de manera tal que te proteja contra las amenazas. En la actualidad tú te enfrentas a múltiples exigencias cada día, como asumir una enorme carga de trabajo, pagar las facturas y cuidar de tu familia.

Tu cuerpo trata estas molestias menores como amenazas. Como resultado, es posible que te sientas como si estuvieras constantemente bajo ataque. Pero puedes contraatacar. No tienes que dejar que el estrés controle tu vida.


Respuesta natural ante el estrés


Cuando te encuentras con una amenaza percibida, como un perro grande que te ladra durante la caminata matutina, tu hipotálamo, una pequeña región en la base de tu cerebro, activa un sistema de alarma en tu cuerpo.

A través de una combinación de señales nerviosas y hormonales, este sistema incita a las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, a liberar una oleada de hormonas, entre ellas, la adrenalina y el cortisol.


La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, eleva la presión arterial y aumenta los suministros de energía. El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.


El cortisol también reduce las funciones que serían no esenciales o perjudiciales en una situación de lucha o huida.

Altera las respuestas del sistema inmunitario y suprime el sistema digestivo, el sistema reproductor y los procesos de crecimiento.

Este complejo sistema de alarma natural también se comunica con las regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo, la motivación y el miedo.


Cuando la respuesta natural al estrés se descontrola


El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser autolimitante. Una vez que una amenaza percibida ha pasado, los niveles hormonales regresan a la normalidad.

A medida que bajan los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles iniciales, y otros sistemas reanudan sus actividades regulares.

Pero cuando los factores estresantes están siempre presentes y te sientes constantemente atacado, esa reacción de pelear o huir permanece encendida.

La activación a largo plazo del sistema de respuesta al estrés y la sobreexposición al cortisol y otras hormonas del estrés que actúan en consecuencia pueden interrumpir casi todos los procesos de tu cuerpo.


Esto incrementa el riesgo de padecer muchos problemas de salud, tales como:


  • Ansiedad
  • Depresión
  • Problemas digestivos
  • Dolores de cabeza
  • Cardiopatía
  • Problemas de sueño
  • Aumento de peso
  • Deterioro de la memoria y la concentración

Reacciones comunes al estrés


Tu reacción a un acontecimiento potencialmente estresante es diferente de la de cualquier otra persona. La forma en que reaccionas a los factores estresantes de tu vida se ve afectada por factores tales como los siguientes:

  • La genética. Los genes que controlan la respuesta al estrés mantienen a la mayoría de las personas en un nivel emocional bastante estable y solo ocasionalmente preparan al cuerpo para luchar o escapar. Las respuestas de estrés hiperactivo o subactivo pueden provenir de pequeñas diferencias en estos genes.
  • Experiencias de vida. Las fuertes reacciones al estrés a veces se pueden atribuir a eventos traumáticos. Las personas que fueron descuidadas o maltratadas cuando eran niños tienden a ser particularmente vulnerables al estrés. Lo mismo ocurre con las personas que han sufrido delitos violentos, los supervivientes de accidentes aéreos, el personal militar, los agentes de policía y los bomberos.

Puedes tener algunos amigos que parecen relajados acerca de casi todo y otros que reaccionan fuertemente al más mínimo estrés. La mayoría de las personas reaccionan a los factores estresantes de la vida en algún lugar entre esos extremos.


Aprende a reaccionar ante el estrés


Los eventos estresantes son parte de la vida. Y es posible que no puedas cambiar tu situación actual. Pero puedes tomar medidas para manejar la forma en que te afectan estos eventos.

Puedes aprender a identificar qué te estresa y cómo cuidarte física y emocionalmente frente a situaciones estresantes.


Las estrategias de manejo del estrés incluyen:


  • Consumir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente
  • Practicar técnicas de relajación, como intentar hacer yoga, practicar respiración profunda, recibir un masaje o aprender a meditar
  • Tomar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
  • Fomentar amistades saludables
  • Tener sentido del humor
  • Voluntariado en tu comunidad
  • Buscar asesoramiento profesional cuando sea necesario


La recompensa por aprender a manejar el estrés es la tranquilidad y quizás una vida más larga y saludable. Recuerda siempre consultar a un especialista.




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