Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Los instrumentos “útiles sonoros” del maestro Joaquín Orellana se instalan en Nueva York

Edgar Quiñónez
17 de febrero, 2021

Los útiles sonoros del músico guatemalteco, Joaquín Orellana, trascendieron fronteras. Los instrumentos musicales que parecen de otro planeta ahora se exponen en una sala de la Americas Society en Nueva York. Los instrumentos estarán expuestos hasta el 24 de abril.

La muestra lleva por título “La espina dorsal de la música” en honor al particular aspecto de su Imbaluna creada en 1984.

Este instrumento fue elaborado con tablillas de madera de hormigo, cordel y una estructura de hierro.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hasta finales de los años 60, Orellana vivía dedicado a la música tradicional de Guatemala. Hasta que una beca le llevó al Instituto Di Tella de Buenos Aires entre 1967 y 1968, donde, entre otras cosas, descubrió la música electrónica.

Fotografía de EFE/EPA/JUSTIN LANE/Archivo.

Cambio de vida

“Cuando volvió a Guatemala se dio cuenta de que no podía seguir haciendo lo que iba haciendo hasta entonces”, contó a Efe el director de música de la Americas Society, Sebastián Zubieta,

“Lo que había escuchado le había interesado tanto que ya se imaginaba otras cosas. Creo que estos instrumentos son el resultado de construir una manera de crear estos sonidos que él imaginaba”, aseveró.

Tras su paso por Buenos Aires, Orellana reparó en que el país no contaba con la tecnología suficiente como para poder hacer música electrónica. Para el artista la informática estaba aún en las fases iniciales.

¿Cómo nacieron sus primeras esculturas musicales?

Las primeras Esculturas Sonoras fabricadas por el maestro Orellana, nacen debido a la necesidad de la grabación de una serie de ambientes para la obra Humanofonia (Sinfonia de la Humanidad, creada en 1971,  que incluye algarabías, gritos, llantos, rezos, lamentos y fonemas indígenas, además de sonidos ambientales combinados, y en medio de la obra se recita un poema de Julio Fausto Aguilera).

Algunas de las ingeniosas esculturas se llaman: Burbuxa, Circumar, Frobui, Herroim, Imbaluna, Impomperia, Pinza-Fer, Periomin, Teclambor, Tortucir, Troam, Tubar, Ululante 1, Sonarimba y Sinusoido.

En determinado momento Orellana utilizó para al fabricación de estos útiles filtros de cigarros, hilo de pescar, collares, esponjas y cuerdas de piano, entre otros materiales.

Los instrumentos “útiles sonoros” del maestro Joaquín Orellana se instalan en Nueva York

Edgar Quiñónez
17 de febrero, 2021

Los útiles sonoros del músico guatemalteco, Joaquín Orellana, trascendieron fronteras. Los instrumentos musicales que parecen de otro planeta ahora se exponen en una sala de la Americas Society en Nueva York. Los instrumentos estarán expuestos hasta el 24 de abril.

La muestra lleva por título “La espina dorsal de la música” en honor al particular aspecto de su Imbaluna creada en 1984.

Este instrumento fue elaborado con tablillas de madera de hormigo, cordel y una estructura de hierro.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hasta finales de los años 60, Orellana vivía dedicado a la música tradicional de Guatemala. Hasta que una beca le llevó al Instituto Di Tella de Buenos Aires entre 1967 y 1968, donde, entre otras cosas, descubrió la música electrónica.

Fotografía de EFE/EPA/JUSTIN LANE/Archivo.

Cambio de vida

“Cuando volvió a Guatemala se dio cuenta de que no podía seguir haciendo lo que iba haciendo hasta entonces”, contó a Efe el director de música de la Americas Society, Sebastián Zubieta,

“Lo que había escuchado le había interesado tanto que ya se imaginaba otras cosas. Creo que estos instrumentos son el resultado de construir una manera de crear estos sonidos que él imaginaba”, aseveró.

Tras su paso por Buenos Aires, Orellana reparó en que el país no contaba con la tecnología suficiente como para poder hacer música electrónica. Para el artista la informática estaba aún en las fases iniciales.

¿Cómo nacieron sus primeras esculturas musicales?

Las primeras Esculturas Sonoras fabricadas por el maestro Orellana, nacen debido a la necesidad de la grabación de una serie de ambientes para la obra Humanofonia (Sinfonia de la Humanidad, creada en 1971,  que incluye algarabías, gritos, llantos, rezos, lamentos y fonemas indígenas, además de sonidos ambientales combinados, y en medio de la obra se recita un poema de Julio Fausto Aguilera).

Algunas de las ingeniosas esculturas se llaman: Burbuxa, Circumar, Frobui, Herroim, Imbaluna, Impomperia, Pinza-Fer, Periomin, Teclambor, Tortucir, Troam, Tubar, Ululante 1, Sonarimba y Sinusoido.

En determinado momento Orellana utilizó para al fabricación de estos útiles filtros de cigarros, hilo de pescar, collares, esponjas y cuerdas de piano, entre otros materiales.