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Pablo Salazar: “La violencia sexual ocurre en porcentaje más alto en el círculo cercano a la niña”

Glenda Sanchez
08 de marzo, 2021

El Observatorio de Salud Sexual y Salud Reproductiva (OSAR), de enero de 2015 al 9 de diciembre de 2020 registra más de 29 mil niñas de 10 a 14 estaban embarazadas, situación catalogada como violación, según las leyes guatemaltecas.

Pablo Salazar Canelos, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas UNFPA, en Guatemala, habló de la situación que afecta a las niñas.

Salazar aseguró que el impacto de los embarazos en niñas y adolescentes alcanza el ámbito físico, ya que las niñas menores de 14 años tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones, y morir durante el embarazo y el parto.

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Además, señala que Guatemala ha generado políticas orientadas a disminuir este flagelo, definido marcos legales importantes sobre protección de la niñez y adolescencia, pero el “gran reto es cómo implementamos de manera efectiva este marco legal y normativo que el país ha desarrollado.

Actualidades Guatemala y Niñas

¿Cuál es la situación de las niñas embarazadas menores de 14 años en Guatemala?

En Guatemala el dato más fiable que contamos es el registro de nacimientos, que oficializa el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los embarazos en niñas y adolescentes menores de 14 años para el año 2020, de acuerdo con el Observatorio de Salud Sexual y Salud Reproductiva, utilizando los registros de nacimientos, alcanzan la cifra de 54 mil 422. De estos, 1 mil 148 son de niñas de 10 a 14 años y 52 mil 942 de 15 a 19 años. Esto puede representar un 18 a 19% del total de nacimientos, lo cual es una cifra muy alta; además se mantiene constante en el tiempo.

En Guatemala, establecer relaciones sexuales con una persona menor de 14 años constituye delito de violación. Los matrimonios con niñas y adolescentes menores de 18 años están prohibidos, Decreto 8- 2015 y Decreto 12-2017. De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda, 2018, 31 niñas menores de 14 años reportaron tener 2 o 3 hijos o hijas; de cada 27 adolescentes entre 13 y 15 años, una reporta tener dos o tres hijos o hijas o más.

Niñas y daños

¿Cuáles son los daños para las niñas menores de 14 años y sus hijos?

El embarazo en niñas y adolescentes es un hecho que cambia la vida. El impacto de los embarazos en niñas y adolescentes alcanza el ámbito físico, ya que las niñas menores de 14 años tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones y de morir durante el embarazo y el parto.

Además de este riesgo a la vida, hay un impacto en la salud física de las niñas, destacando la alta incidencia de anemia en mujeres embarazadas. Esta condición constituye un factor de riesgo tanto para la ellas, como para su hija o hijo.

El estudio “Me cambió la vida” analizó la forma como un embarazo vulnera los derechos de las niñas y adolescentes, reconociendo que de quienes enfrentan esta realidad, solo 2 de cada 10 obtienen un trabajo remunerado, 1 de cada 10 tiene participación comunitaria y 1 de cada 10 continúa sus estudios.

Existe, además, un costo que recientemente se analizó en América Latina, con una serie de estudios conocidos como MILENA: Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo en la Adolescencia.

Los embarazos en la adolescencia tienen un alto costo para las niñas que enfrenta y su entorno familiar cercano, pero, además, para los Estados, el cual se evidencia al comparar el avance en educación, la participación laboral, los ingresos y el aporte en impuestos de las mujeres que han sido madres tempranamente y quienes han sido madres en la edad adulta.

Impacto y daños

¿Cuál es el impacto económico embarazo en la adolescencia y de la maternidad temprana en Guatemala?

El impacto económico total del fenómeno del embarazo en la adolescencia y de la maternidad temprana en Guatemala sobre la actividad productiva se cuantifica en Q1 mil 627.5 millones, el equivalente al 0.28% del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con este estudio MILENA, las mujeres que fueron madres en la adolescencia, solamente 2% lograron un título universitario frente a 9% de quienes fueron madres entre los 20 y los 29 años.

Las mujeres que fueron madres antes de los 20 años tienden más a permanecer en el hogar, realizando actividades no remuneradas y cuando pueden participar en el mercado laboral, existe una brecha salarial de 30% respecto a las mujeres que han sido madres en la edad adulta. Eso se traduce en menor consumo y menor pago de impuestos.

Multiplicando este menor pago de impuestos por la vida laboral de estas mujeres, este monto llega a Q148 millones debido a la disminución de ingresos que implican el embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana.

Los daños

Entonces, ¿cuáles son las causas y daños que causan los embarazos a niñas menores de 14 años?

En el fenómeno de los embarazos en niñas y adolescentes interactúan factores relacionados con las niñas propiamente, su entorno familiar, su comunidad, las normas sociales y la respuesta de las instituciones nacionales que deben definir leyes, políticas y programas para afrontar este problema.

Aunque los embarazos en niñas y adolescentes tienen una multicausalidad, en el caso de las niñas menores de 14 son producto violencia sexual que suele ocurrir en el porcentaje más alto en el círculo cercano a la niña.

Existe además una relación muy fuerte entre las uniones tempranas y el embarazo de las niñas y adolescentes, en especial las más pequeñas, donde al suceder la unión, esto lleva a un embarazo temprano o bien, al darse un embarazo temprano, viene después la unión.

A la violencia sexual se suman los bajos niveles educativos, las condiciones de pobreza y la cultura patriarcal de tolerancia a la violencia sexual y del control de la sexualidad de las mujeres, las adolescentes y niñas.

Entre los factores protectores frente a los embarazos y las uniones tempranas es la permanencia en la escuela, por ello, asegurar que las niñas y adolescentes continúen sus estudios y finalicen los niveles educativos, es ya una efectiva estrategia de prevención.

Conocer sus propios derechos y saber dónde buscar ayuda cuando identifican un riesgo de violencia sexual es clave también. Pero cuando las niñas no conocen sus derechos y no conocen acerca de la violencia sexual o no cuentan con personas de confianza que les crean y les apoyen, quedan desprotegidas.

Protección integral

¿Por qué aún no existe una protección integral a las niñas?

Guatemala ha generado políticas orientadas a disminuir este flagelo, ha definido marcos legales importantes sobre protección de la niñez y adolescencia como la Ley PINA (Ley de Protección Integral de Niñez y Adolescencia), el cual es un marco jurídico importante de combate a la Violencia contra las mujeres y la violencia sexual. Además, aumentó la edad que por ley permite la unión o matrimonio y ha generado planes como el Plan de prevención de Embarazos en Adolescentes que define las grandes estrategias para la reducción de los mismos. El gran reto es cómo implementamos de manera efectiva este marco legal y normativo que el país ha desarrollado.

Frecuencia

¿Por qué los casos son más frecuentes en Huehuetenango y las Verapaces?

Cerca de 50% de los partos del país han ocurrido en los departamentos con mayor población indígena: Huehuetenango, Alta Verapaz, San Marcos, Quetzaltenango, y Quiché, es decir, que las niñas y adolescentes indígenas son fuertemente afectadas por esta problemática.

El embarazo en algunas comunidades se ve como algo normal, o bien hay tolerancia a la violencia sexual contra las niñas. A pesar de que estos departamentos reportan números que hay que atender, departamentos como Guatemala, reportan datos importantes de analizar y atender.

Es necesario comprender que existe un costo de oportunidad al evitar los embarazos en las adolescentes, tanto previniendo la violencia sexual que afecta a las niñas y adolescentes, como haciendo accesible los servicios de salud sexual y reproductiva. También la orientación de la anticoncepción para evitar un segundo embarazo, la protección social y la participación de adolescentes, como se ha priorizado en el Plan Nacional de Prevención de los Embarazos en Adolescentes (PLANEA).

Este Plan es parte de la Mesa Técnica de Embarazo en adolescentes del Gabinete de Desarrollo Social. Constituye la respuesta interinstitucional, en el cual tienen participación los ministerios de Salud Pública y Asistencia Social, de Educación, de Desarrollo Social y de Gobernación. Además, la Secretaría de Bienestar Social y el Consejo Nacional de la Juventud, con apoyo de organizaciones de sociedad civil y cooperación internacional.

Pablo Salazar: “La violencia sexual ocurre en porcentaje más alto en el círculo cercano a la niña”

Glenda Sanchez
08 de marzo, 2021

El Observatorio de Salud Sexual y Salud Reproductiva (OSAR), de enero de 2015 al 9 de diciembre de 2020 registra más de 29 mil niñas de 10 a 14 estaban embarazadas, situación catalogada como violación, según las leyes guatemaltecas.

Pablo Salazar Canelos, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas UNFPA, en Guatemala, habló de la situación que afecta a las niñas.

Salazar aseguró que el impacto de los embarazos en niñas y adolescentes alcanza el ámbito físico, ya que las niñas menores de 14 años tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones, y morir durante el embarazo y el parto.

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Además, señala que Guatemala ha generado políticas orientadas a disminuir este flagelo, definido marcos legales importantes sobre protección de la niñez y adolescencia, pero el “gran reto es cómo implementamos de manera efectiva este marco legal y normativo que el país ha desarrollado.

Actualidades Guatemala y Niñas

¿Cuál es la situación de las niñas embarazadas menores de 14 años en Guatemala?

En Guatemala el dato más fiable que contamos es el registro de nacimientos, que oficializa el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los embarazos en niñas y adolescentes menores de 14 años para el año 2020, de acuerdo con el Observatorio de Salud Sexual y Salud Reproductiva, utilizando los registros de nacimientos, alcanzan la cifra de 54 mil 422. De estos, 1 mil 148 son de niñas de 10 a 14 años y 52 mil 942 de 15 a 19 años. Esto puede representar un 18 a 19% del total de nacimientos, lo cual es una cifra muy alta; además se mantiene constante en el tiempo.

En Guatemala, establecer relaciones sexuales con una persona menor de 14 años constituye delito de violación. Los matrimonios con niñas y adolescentes menores de 18 años están prohibidos, Decreto 8- 2015 y Decreto 12-2017. De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda, 2018, 31 niñas menores de 14 años reportaron tener 2 o 3 hijos o hijas; de cada 27 adolescentes entre 13 y 15 años, una reporta tener dos o tres hijos o hijas o más.

Niñas y daños

¿Cuáles son los daños para las niñas menores de 14 años y sus hijos?

El embarazo en niñas y adolescentes es un hecho que cambia la vida. El impacto de los embarazos en niñas y adolescentes alcanza el ámbito físico, ya que las niñas menores de 14 años tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones y de morir durante el embarazo y el parto.

Además de este riesgo a la vida, hay un impacto en la salud física de las niñas, destacando la alta incidencia de anemia en mujeres embarazadas. Esta condición constituye un factor de riesgo tanto para la ellas, como para su hija o hijo.

El estudio “Me cambió la vida” analizó la forma como un embarazo vulnera los derechos de las niñas y adolescentes, reconociendo que de quienes enfrentan esta realidad, solo 2 de cada 10 obtienen un trabajo remunerado, 1 de cada 10 tiene participación comunitaria y 1 de cada 10 continúa sus estudios.

Existe, además, un costo que recientemente se analizó en América Latina, con una serie de estudios conocidos como MILENA: Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo en la Adolescencia.

Los embarazos en la adolescencia tienen un alto costo para las niñas que enfrenta y su entorno familiar cercano, pero, además, para los Estados, el cual se evidencia al comparar el avance en educación, la participación laboral, los ingresos y el aporte en impuestos de las mujeres que han sido madres tempranamente y quienes han sido madres en la edad adulta.

Impacto y daños

¿Cuál es el impacto económico embarazo en la adolescencia y de la maternidad temprana en Guatemala?

El impacto económico total del fenómeno del embarazo en la adolescencia y de la maternidad temprana en Guatemala sobre la actividad productiva se cuantifica en Q1 mil 627.5 millones, el equivalente al 0.28% del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con este estudio MILENA, las mujeres que fueron madres en la adolescencia, solamente 2% lograron un título universitario frente a 9% de quienes fueron madres entre los 20 y los 29 años.

Las mujeres que fueron madres antes de los 20 años tienden más a permanecer en el hogar, realizando actividades no remuneradas y cuando pueden participar en el mercado laboral, existe una brecha salarial de 30% respecto a las mujeres que han sido madres en la edad adulta. Eso se traduce en menor consumo y menor pago de impuestos.

Multiplicando este menor pago de impuestos por la vida laboral de estas mujeres, este monto llega a Q148 millones debido a la disminución de ingresos que implican el embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana.

Los daños

Entonces, ¿cuáles son las causas y daños que causan los embarazos a niñas menores de 14 años?

En el fenómeno de los embarazos en niñas y adolescentes interactúan factores relacionados con las niñas propiamente, su entorno familiar, su comunidad, las normas sociales y la respuesta de las instituciones nacionales que deben definir leyes, políticas y programas para afrontar este problema.

Aunque los embarazos en niñas y adolescentes tienen una multicausalidad, en el caso de las niñas menores de 14 son producto violencia sexual que suele ocurrir en el porcentaje más alto en el círculo cercano a la niña.

Existe además una relación muy fuerte entre las uniones tempranas y el embarazo de las niñas y adolescentes, en especial las más pequeñas, donde al suceder la unión, esto lleva a un embarazo temprano o bien, al darse un embarazo temprano, viene después la unión.

A la violencia sexual se suman los bajos niveles educativos, las condiciones de pobreza y la cultura patriarcal de tolerancia a la violencia sexual y del control de la sexualidad de las mujeres, las adolescentes y niñas.

Entre los factores protectores frente a los embarazos y las uniones tempranas es la permanencia en la escuela, por ello, asegurar que las niñas y adolescentes continúen sus estudios y finalicen los niveles educativos, es ya una efectiva estrategia de prevención.

Conocer sus propios derechos y saber dónde buscar ayuda cuando identifican un riesgo de violencia sexual es clave también. Pero cuando las niñas no conocen sus derechos y no conocen acerca de la violencia sexual o no cuentan con personas de confianza que les crean y les apoyen, quedan desprotegidas.

Protección integral

¿Por qué aún no existe una protección integral a las niñas?

Guatemala ha generado políticas orientadas a disminuir este flagelo, ha definido marcos legales importantes sobre protección de la niñez y adolescencia como la Ley PINA (Ley de Protección Integral de Niñez y Adolescencia), el cual es un marco jurídico importante de combate a la Violencia contra las mujeres y la violencia sexual. Además, aumentó la edad que por ley permite la unión o matrimonio y ha generado planes como el Plan de prevención de Embarazos en Adolescentes que define las grandes estrategias para la reducción de los mismos. El gran reto es cómo implementamos de manera efectiva este marco legal y normativo que el país ha desarrollado.

Frecuencia

¿Por qué los casos son más frecuentes en Huehuetenango y las Verapaces?

Cerca de 50% de los partos del país han ocurrido en los departamentos con mayor población indígena: Huehuetenango, Alta Verapaz, San Marcos, Quetzaltenango, y Quiché, es decir, que las niñas y adolescentes indígenas son fuertemente afectadas por esta problemática.

El embarazo en algunas comunidades se ve como algo normal, o bien hay tolerancia a la violencia sexual contra las niñas. A pesar de que estos departamentos reportan números que hay que atender, departamentos como Guatemala, reportan datos importantes de analizar y atender.

Es necesario comprender que existe un costo de oportunidad al evitar los embarazos en las adolescentes, tanto previniendo la violencia sexual que afecta a las niñas y adolescentes, como haciendo accesible los servicios de salud sexual y reproductiva. También la orientación de la anticoncepción para evitar un segundo embarazo, la protección social y la participación de adolescentes, como se ha priorizado en el Plan Nacional de Prevención de los Embarazos en Adolescentes (PLANEA).

Este Plan es parte de la Mesa Técnica de Embarazo en adolescentes del Gabinete de Desarrollo Social. Constituye la respuesta interinstitucional, en el cual tienen participación los ministerios de Salud Pública y Asistencia Social, de Educación, de Desarrollo Social y de Gobernación. Además, la Secretaría de Bienestar Social y el Consejo Nacional de la Juventud, con apoyo de organizaciones de sociedad civil y cooperación internacional.