Las remesas familiares que enviaron en marzo los guatemaltecos radicados en el extranjero sumaron US$1 mil 285.6 millones lo que equivale a Q9 mil 900 millones; y se convierte en la cifra más alta recibida en los últimos años, según los datos del Banco de Guatemala (Banguat).
Pero Ricardo Rodríguez, Analista Económico Senior de Central American Business Intelligence (CABI), explica que este incremento de más del 70% interanual se debe a la caída estrepitosa que se registró en 2020 y que se debe ser precavido al interpretarlo.
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“Estamos viendo un fenómeno aritmético. Es decir, en marzo, abril y mayo 2020 las remesas cayeron demasiado; entonces al compararlo con los datos de este año se convierten en cifras elevadas”, dice Rodríguez.
Agrega que es posible que en abril se supere el 100%, pero que a finales del 2021 las cifras bajen debido a la compensación económica que se tendrá.
Según el analista de CABI, el ingreso de divisas por concepto de remesas familiares es un bastión para el consumo. “En buena medida las remesas son destinadas para el consumo. Sin duda gran parte del sostenimiento económico del país durante el 2020 y lo que va del año se debe a las remesas familiares”.
Además, señala que los datos de CABI reflejan que 1.6 millones familias se benefician con el ingresos de divisas por remesas. Y los principales destinos de donde provienen las divisas son en primer lugar Estados Unidos, seguido de Canadá, España y México.
Cifras de remesas familiares
En marzo del 2020, primer mes de pandemia en Guatemala, las remesas registraron una caída de -9.7% pero un año después la recuperación alcanzó el 71%. Porcentaje histórico porque superó los US$1 mil 200 millones que se recibieron en diciembre 2020.
En 2020 Guatemala cerró con US$11 mil 340.4 millones enviados desde el exterior, lo que representó un nuevo récord al superar los US$10 mil 508.3 millones de 2019.
Según las autoridades de la banca central, el año pasado (2020) las remesas representaron un 14.6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2021 las autoridades monetarias prevén un ingreso de remesas familiares por arriba de los US$12 mil 400 millones.
Importancia de las remesas familiares para la economía
Fernando Spross, analista de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), considera que es importante tener en cuenta que el flujo de remesas familiares que Guatemala recibe está íntimamente ligado al desempeño de la economía de Estados Unidos; y a sus niveles de desempleo. Especialmente el de los hispanos en aquel país. Y este, a su vez, estuvo ligado el año pasado a las medidas sanitarias y de confinamiento adoptadas para contener el avance de la pandemia del covid-19.
“En ese sentido, durante el primer trimestre del año 2021 el flujo de remesas mostró un crecimiento significativo de 31% respecto al primer trimestre del año anterior; a medida que la actividad económica en Estados Unidos recupera su dinamismo y el desempleo hispano sigue disminuyendo”.
Agrega que el ingreso de divisas registrado en marzo, por su magnitud, el flujo de remesas familiares tiene una importancia significativa en la economía del país; ya que en 2020 estas alcanzaron un valor de US$11,340 millones, que representan un 14% del PIB (Producto Interno Bruto) del país.
Dice que, en 2021 se espera que el ingreso de divisas por concepto de remesas familiares alcance por lo menos una cifra de US$12 mil 500 millones; casi un 15% del PIB. Lo que representa junto con las exportaciones una de las principales fuentes de ingresos para la economía.
En ese sentido, las remesas familiares representan una fuente importante para financiar el consumo privado en el país. Por lo que estas pueden tener un impacto en el crecimiento económico.
Y en el comportamiento positivo de algunas actividades económicas, siendo algunas de ellas la construcción de viviendas y el comercio.
“En resumen, los flujos de remesas tienen efectos importantes tanto en la economía -al dinamizar el consumo nacional-; como en los hogares de las comunidades receptoras – al tener un ingreso adicional que destinan para cubrir necesidades básicas- como alimentación, salud, vivienda, servicios, y educación. O para ahorro o inversión en pequeños negocios o capital de trabajo para pequeñas empresas o emprendimientos”.
Las remesas familiares que enviaron en marzo los guatemaltecos radicados en el extranjero sumaron US$1 mil 285.6 millones lo que equivale a Q9 mil 900 millones; y se convierte en la cifra más alta recibida en los últimos años, según los datos del Banco de Guatemala (Banguat).
Pero Ricardo Rodríguez, Analista Económico Senior de Central American Business Intelligence (CABI), explica que este incremento de más del 70% interanual se debe a la caída estrepitosa que se registró en 2020 y que se debe ser precavido al interpretarlo.
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“Estamos viendo un fenómeno aritmético. Es decir, en marzo, abril y mayo 2020 las remesas cayeron demasiado; entonces al compararlo con los datos de este año se convierten en cifras elevadas”, dice Rodríguez.
Agrega que es posible que en abril se supere el 100%, pero que a finales del 2021 las cifras bajen debido a la compensación económica que se tendrá.
Según el analista de CABI, el ingreso de divisas por concepto de remesas familiares es un bastión para el consumo. “En buena medida las remesas son destinadas para el consumo. Sin duda gran parte del sostenimiento económico del país durante el 2020 y lo que va del año se debe a las remesas familiares”.
Además, señala que los datos de CABI reflejan que 1.6 millones familias se benefician con el ingresos de divisas por remesas. Y los principales destinos de donde provienen las divisas son en primer lugar Estados Unidos, seguido de Canadá, España y México.
Cifras de remesas familiares
En marzo del 2020, primer mes de pandemia en Guatemala, las remesas registraron una caída de -9.7% pero un año después la recuperación alcanzó el 71%. Porcentaje histórico porque superó los US$1 mil 200 millones que se recibieron en diciembre 2020.
En 2020 Guatemala cerró con US$11 mil 340.4 millones enviados desde el exterior, lo que representó un nuevo récord al superar los US$10 mil 508.3 millones de 2019.
Según las autoridades de la banca central, el año pasado (2020) las remesas representaron un 14.6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2021 las autoridades monetarias prevén un ingreso de remesas familiares por arriba de los US$12 mil 400 millones.
Importancia de las remesas familiares para la economía
Fernando Spross, analista de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), considera que es importante tener en cuenta que el flujo de remesas familiares que Guatemala recibe está íntimamente ligado al desempeño de la economía de Estados Unidos; y a sus niveles de desempleo. Especialmente el de los hispanos en aquel país. Y este, a su vez, estuvo ligado el año pasado a las medidas sanitarias y de confinamiento adoptadas para contener el avance de la pandemia del covid-19.
“En ese sentido, durante el primer trimestre del año 2021 el flujo de remesas mostró un crecimiento significativo de 31% respecto al primer trimestre del año anterior; a medida que la actividad económica en Estados Unidos recupera su dinamismo y el desempleo hispano sigue disminuyendo”.
Agrega que el ingreso de divisas registrado en marzo, por su magnitud, el flujo de remesas familiares tiene una importancia significativa en la economía del país; ya que en 2020 estas alcanzaron un valor de US$11,340 millones, que representan un 14% del PIB (Producto Interno Bruto) del país.
Dice que, en 2021 se espera que el ingreso de divisas por concepto de remesas familiares alcance por lo menos una cifra de US$12 mil 500 millones; casi un 15% del PIB. Lo que representa junto con las exportaciones una de las principales fuentes de ingresos para la economía.
En ese sentido, las remesas familiares representan una fuente importante para financiar el consumo privado en el país. Por lo que estas pueden tener un impacto en el crecimiento económico.
Y en el comportamiento positivo de algunas actividades económicas, siendo algunas de ellas la construcción de viviendas y el comercio.
“En resumen, los flujos de remesas tienen efectos importantes tanto en la economía -al dinamizar el consumo nacional-; como en los hogares de las comunidades receptoras – al tener un ingreso adicional que destinan para cubrir necesidades básicas- como alimentación, salud, vivienda, servicios, y educación. O para ahorro o inversión en pequeños negocios o capital de trabajo para pequeñas empresas o emprendimientos”.