Un hecho insólito ocurrió en Ecuador, país donde una familia tuvo que suspender el funeral de un joven de 26 años luego de que hizo varios movimientos musculares cuando estaba dentro de un ataúd.
Según los medios internacionales, Jaime Partilla murió después de que un motociclista impactó con él. Ambos participaban en una carrera de motos clandestina que se realizó el segundo fin de semana de junio de 2021.
Los parientes de Jaime se negaron a realizarle una autopsia, ya que la religión cristiana, la cual profesan, no se los permite. De esa cuenta, el cadáver del joven fue colocado en el ataúd y estaba siendo velado en casa antes de enterrarlo en el cementerio.
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Muerto se movió y lo llevan al hospital
Sin embargo, cuando estaban en el velatorio, el joven hizo varios movimientos corporales. Fue entonces cuando la familia creyó que todavía estaba vivo y ante el asombro decidieron sacarlo de la caja mortuoria y llevarlo al hospital, donde confirmaron que no tenía signos vitales.
“Para Dios no hay imposibles. Mi hijo tenía signos vitales. Cuando se accidentó, los médicos dijeron que ya estaba sin vida, pero no fue así”, comentó el padre de Jaime al diario El Universo.
Según los testigos, los padres del difunto elevaron oraciones e imploraron para que su hijo resucitara como “Lázaro”, un personaje bíblico del Nuevo Testamento. El evangelio de Juan indica que fue resucitado por Jesús, y a partir de esa historia, su nombre es utilizado frecuentemente como sinónimo de resurrección.
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