Migrantes haitianos se apiñan bajo el puente de Texas creando una crisis humanitaria
Miles de migrantes que cruzaron a Estados Unidos desde México duermen afuera, ya que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza no son lo suficientemente grandes para acomodarlos.
La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos retiene a miles de migrantes, en su mayoría haitianos, debajo de un puente en una pequeña ciudad fronteriza del sur de Texas, una nueva crisis humanitaria en un año en el que los cruces fronterizos ilegales han alcanzado máximos de dos décadas y la administración Biden ha estado luchando por manejar un enamoramiento de los solicitantes de asilo.
Los haitianos han estado llegando a un ritmo constante durante todo el año a Del Río, una región remota de la frontera al oeste de San Antonio. Comenzaron a llegar en mayor número el viernes pasado, con entre 10 y 12 autobuses que dejaron a migrantes cerca de la frontera en México cada uno de los últimos días, según Lewis G. Owens, juez del condado de Val Verde.
Más de 12.000 personas habían sido llevadas al puente para esperar el procesamiento hasta el viernes por la mañana, dijo Owens.
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Crisis de migrantes
La Patrulla Fronteriza, cuyas instalaciones no son lo suficientemente grandes para acomodar a la reciente aglomeración, ha estado reteniendo a los migrantes debajo del puente, a menudo durante días, mientras trabajan para procesar los trámites de inmigración de los migrantes.
La administración Biden planea comenzar a enviar a los haitianos en Del Río en vuelos de regreso a Haití bajo una ley de salud pública conocida como Título 42, dijo Owens. Un funcionario de la administración de Biden confirmó el plan.
Los portavoces de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. No respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el viernes por la tarde.
Los haitianos retenidos debajo del puente se apiñaban juntos, durmiendo en la tierra y caminando de regreso al río para hacer sus necesidades, según funcionarios que visitaron y videos de la escena. Había una pila de basura de 4 pies de altura. Los migrantes habían construido refugios improvisados con cartón y materiales que encontraban a lo largo del río para protegerse del sol del desierto. La temperatura en Del Río el viernes por la tarde alcanzó los 100 grados.
Algunos haitianos regresaron a México para comprar alimentos y traer otros suministros.
Owens dijo que vio a un haitiano regresar de México con grandes cajas de agua y refrescos de naranja, que comenzó a vender a los otros migrantes debajo del puente. El mismo hombre, dijo Owens, había estado vendiendo chicherones, chicharrones mexicanos.
Al menos dos mujeres embarazadas se pusieron de parto y fueron llevadas a hospitales cercanos, dijo Owens, donde se descubrió que una estaba infectada con el coronavirus.
“Las condiciones por las que estos migrantes están pasando aquí, están de pie y acostadas sobre cartón, sobre rocas”, dijo Owens, quien visitó el puente el viernes por la mañana. “Dónde se quedan y cómo se agrupan, es un problema de salud”.
Los haitianos han estado migrando a los Estados Unidos en cantidades cada vez mayores en los últimos años. Muchos de ellos, dicen los expertos en migración, dejaron la isla hace años para trabajar en países sudamericanos como Chile y Brasil. Se dirigieron a la frontera estadounidense durante la pandemia de covid-19, que provocó la contracción de las economías de esos países, y debido a la percepción de que sería más probable que la administración Biden les permitiera quedarse una vez que cruzaran.
Biden y otros funcionarios de la administración han instado repetidamente a los posibles migrantes a que no vengan a los EE. UU.
Los haitianos son uno de los múltiples grupos que están remodelando la demografía de la migración en la frontera sur. Mientras que la mayoría de los que cruzan la frontera ilegalmente han sido históricamente mexicanos, y más recientemente han venido de Centroamérica en busca de asilo, más de uno de cada cuatro en los últimos meses ha venido de países de Sudamérica o el Caribe.
Los migrantes de diferentes países también tienden a tomar diferentes rutas hacia la frontera, generalmente dictadas por rutas de contrabando. Eso ha hecho que partes históricamente tranquilas de la frontera como Del Río, con instalaciones limitadas de la Patrulla Fronteriza o espacio de refugio, sean puntos calientes repentinos de actividad.
El tramo de la frontera cerca de Del Río se convirtió en el segundo sector más activo de la Patrulla Fronteriza este año, con casi 215,000 arrestos de 1,47 millones en toda la frontera desde octubre, el comienzo del año presupuestario del gobierno, según datos de CBP. Eso es un récord para la región; Durante el aumento fronterizo anterior en 2019, vio poco más de 57,000 migrantes.
“Esto definitivamente está en un nivel completamente diferente, sin duda”, dijo David Martínez, el abogado del condado de Val Verde.
El alcalde de Del Río, Bruno Lozano, dijo el viernes que la seguridad en el campamento era una preocupación creciente.
“La gente simplemente se está volviendo agresiva. Si ha estado allí, simplemente siente la desesperación de estos individuos. Han estado en calor día tras día ”, dijo a los periodistas Lozano, un demócrata electo en 2018. “Es algo extremadamente difícil de explicar con palabras, pero es extremadamente caótico”.
—Alicia Caldwell contribuyó a este artículo.
Escriba a Michelle Hackman a michelle.hackman+1@wsj.com
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Más de 12.000 personas habían sido llevadas al puente para esperar el procesamiento hasta el viernes por la mañana, dijo Owens.
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Algunos haitianos regresaron a México para comprar alimentos y traer otros suministros.
Owens dijo que vio a un haitiano regresar de México con grandes cajas de agua y refrescos de naranja, que comenzó a vender a los otros migrantes debajo del puente. El mismo hombre, dijo Owens, había estado vendiendo chicherones, chicharrones mexicanos.
Al menos dos mujeres embarazadas se pusieron de parto y fueron llevadas a hospitales cercanos, dijo Owens, donde se descubrió que una estaba infectada con el coronavirus.
“Las condiciones por las que estos migrantes están pasando aquí, están de pie y acostadas sobre cartón, sobre rocas”, dijo Owens, quien visitó el puente el viernes por la mañana. “Dónde se quedan y cómo se agrupan, es un problema de salud”.
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—Alicia Caldwell contribuyó a este artículo.
Escriba a Michelle Hackman a michelle.hackman+1@wsj.com