Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Más empleo o más productividad

Invitado
30 de septiembre, 2021

El 12 de agosto el Ministerio de Trabajo y Previsión Social realizó la Feria de Empleo para jóvenes en el marco del día internacional de la juventud. Actividad loable para apoyar en la búsqueda de empleo y desarrollar capacidades para poder acceder a una plaza laboral digna. No obstante, al realizar una búsqueda rápida en Google se puede ver que se han desarrollado diversas ferias en lo que van del año.

Desarrolladas por actores como Buskeros, Agexport o la Expo Empleo Nacional organizada por la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham Guatemala). Varios miles de plazas laborales que pueden ayudar a solventar los problemas económicos de personas afectadas por la pandemia.

No obstante, no puedo sino preguntarme ¿Cuál será el porcentaje de ocupación de las plazas de estas ferias? ¿Tanto trabajo hay que se requieren de diversas ferias para cubrir los puestos? Aunque no quisiera ser pesimista las posibles respuestas a estas preguntas es que no hay tanto empleos, pero tampoco se han de haber llenado todas las plazas ofrecidas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Competencias con mayor falta de oferta

La razón no es difícil de identificar y se puede observar en los resultados del “Estudio brechas de talento 2020” elaborado por Fundesa. Entre las competencias con mayor falta de oferta se encuentran temas como el uso de tecnologías o comunicación en un segundo idioma.

Así mismo si nos remontamos a ediciones anteriores del estudio, como la presentada en 2018 se puede observar que las carencias técnicas se repiten.

Y al analizar clústeres productivos específicos como el de Transporte y Logística se observan necesidades básicas como capacitación en Excel o certificaciones en Microsoft Office como carencias del sector.

Razón por la cual es necesarios realizar diversas actividades como ferias de empleo para cubrir las plazas para las que no se ha encontrado personal cualificado.

Valor productivo de cada individuo

Ante este escenario me pregunto si la persona que participa y aplica a diversos puestos en este tipo de actividades estas consciente de las habilidades que posee y si estas son necesarias en la industria a la que aplica. ¿Sabrá cuál es su valor productivo? Esto porque es este último elemento, el valor productivo de cada individuo, lo que nos lleva a conseguir un empleo o posicionarnos en una industria.

Para entender este concepto, el valor productivo de una persona; consideremos que a pesar de tener al alcance de nuestros dedos una fuente de conocimiento prácticamente ilimitado, aun así, optamos por consultar a profesionales y especialistas en materias diversas.

Esto porque consideramos que es más practico o rentable dedicar nuestro tiempo a aquello en lo que sí somos buenos. La razón es que, aunque por medio del Internet podríamos desarrollar diversas habilidades; estas no nos recompensarán de forma que se justifique la inversión de tiempo o recursos realizada.

Para el caso del asistente a estas ferias se podría decir que; si no está consciente de lo que la empresa o la industria valora en base a su giro de negocios, podría estar invirtiendo su tiempo y recursos en desarrollar habilidades que no aumentan su valor productivo. El equivalente de estudiar y practicar para ser salvavidas en medio del desierto.

Agenda de trabajo

Por ello considero que junto a la organización de este tipo de ferias de empleo se debería de buscar desarrollar una agenda de trabajo con colegios y centros educativos técnicos. Esto para cerrar la brecha que existe entre la academia y el mundo laboral. Porque el conocimiento ya existe y es accesible ya sea por una institución educativa o por medios digitales.

Lo que hace falta es enfocar al joven para que su tiempo y recursos sean utilizados en aquellas habilidades que le permitan aumentar su valor productivo; y por ende llegar a ser un activo laboral deseable de contratar.

Diego Lechuga es un profesional de Relaciones Internacionales por la Universidad Francisco Marroquín con una maestría en Economía del Instituto de Estudios Superiores de Madrid Manuel Ayau. Actualmente se desempeña como Director para el Triángulo Norte de la Representación Económica de Chile en Guatemala, ProChile, así como también imparte los cursos de Mercados Internacionales y Comercio Internacional en la Universidad Galileo.

Te sugerimos leer:

Mucho Ruido, nada concreto: El Acuerdo de Escazú como la última de las buenas intenciones latinoamericanas

Zona Económicas de Desarrollo Especial Públicas, un potencial que recién se comenzará a utilizar

Aprendiendo de lo viejo, el nuevo plan “Guatemala no se detiene”

Síguenos en Google News

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Más empleo o más productividad

Invitado
30 de septiembre, 2021

El 12 de agosto el Ministerio de Trabajo y Previsión Social realizó la Feria de Empleo para jóvenes en el marco del día internacional de la juventud. Actividad loable para apoyar en la búsqueda de empleo y desarrollar capacidades para poder acceder a una plaza laboral digna. No obstante, al realizar una búsqueda rápida en Google se puede ver que se han desarrollado diversas ferias en lo que van del año.

Desarrolladas por actores como Buskeros, Agexport o la Expo Empleo Nacional organizada por la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham Guatemala). Varios miles de plazas laborales que pueden ayudar a solventar los problemas económicos de personas afectadas por la pandemia.

No obstante, no puedo sino preguntarme ¿Cuál será el porcentaje de ocupación de las plazas de estas ferias? ¿Tanto trabajo hay que se requieren de diversas ferias para cubrir los puestos? Aunque no quisiera ser pesimista las posibles respuestas a estas preguntas es que no hay tanto empleos, pero tampoco se han de haber llenado todas las plazas ofrecidas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Competencias con mayor falta de oferta

La razón no es difícil de identificar y se puede observar en los resultados del “Estudio brechas de talento 2020” elaborado por Fundesa. Entre las competencias con mayor falta de oferta se encuentran temas como el uso de tecnologías o comunicación en un segundo idioma.

Así mismo si nos remontamos a ediciones anteriores del estudio, como la presentada en 2018 se puede observar que las carencias técnicas se repiten.

Y al analizar clústeres productivos específicos como el de Transporte y Logística se observan necesidades básicas como capacitación en Excel o certificaciones en Microsoft Office como carencias del sector.

Razón por la cual es necesarios realizar diversas actividades como ferias de empleo para cubrir las plazas para las que no se ha encontrado personal cualificado.

Valor productivo de cada individuo

Ante este escenario me pregunto si la persona que participa y aplica a diversos puestos en este tipo de actividades estas consciente de las habilidades que posee y si estas son necesarias en la industria a la que aplica. ¿Sabrá cuál es su valor productivo? Esto porque es este último elemento, el valor productivo de cada individuo, lo que nos lleva a conseguir un empleo o posicionarnos en una industria.

Para entender este concepto, el valor productivo de una persona; consideremos que a pesar de tener al alcance de nuestros dedos una fuente de conocimiento prácticamente ilimitado, aun así, optamos por consultar a profesionales y especialistas en materias diversas.

Esto porque consideramos que es más practico o rentable dedicar nuestro tiempo a aquello en lo que sí somos buenos. La razón es que, aunque por medio del Internet podríamos desarrollar diversas habilidades; estas no nos recompensarán de forma que se justifique la inversión de tiempo o recursos realizada.

Para el caso del asistente a estas ferias se podría decir que; si no está consciente de lo que la empresa o la industria valora en base a su giro de negocios, podría estar invirtiendo su tiempo y recursos en desarrollar habilidades que no aumentan su valor productivo. El equivalente de estudiar y practicar para ser salvavidas en medio del desierto.

Agenda de trabajo

Por ello considero que junto a la organización de este tipo de ferias de empleo se debería de buscar desarrollar una agenda de trabajo con colegios y centros educativos técnicos. Esto para cerrar la brecha que existe entre la academia y el mundo laboral. Porque el conocimiento ya existe y es accesible ya sea por una institución educativa o por medios digitales.

Lo que hace falta es enfocar al joven para que su tiempo y recursos sean utilizados en aquellas habilidades que le permitan aumentar su valor productivo; y por ende llegar a ser un activo laboral deseable de contratar.

Diego Lechuga es un profesional de Relaciones Internacionales por la Universidad Francisco Marroquín con una maestría en Economía del Instituto de Estudios Superiores de Madrid Manuel Ayau. Actualmente se desempeña como Director para el Triángulo Norte de la Representación Económica de Chile en Guatemala, ProChile, así como también imparte los cursos de Mercados Internacionales y Comercio Internacional en la Universidad Galileo.

Te sugerimos leer:

Mucho Ruido, nada concreto: El Acuerdo de Escazú como la última de las buenas intenciones latinoamericanas

Zona Económicas de Desarrollo Especial Públicas, un potencial que recién se comenzará a utilizar

Aprendiendo de lo viejo, el nuevo plan “Guatemala no se detiene”

Síguenos en Google News