Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Resiliencia a lo chapín

Carolina Castellanos
01 de octubre, 2021

“La creencia en que puede salvarnos un <genio político, el gran Estadista, el gran líder> es la expresión de la desesperación. No es nada más que la fe en <los milagros políticos>, el suicidio de la razón humana”. Karl Popper. 

Lo anterior aplica para todos los presidentes que hemos tenido, hayan sido dictadores, nombrados a dedo después de un golpe de estado o electos democráticamente. También aplica en nuestra Guate y en el resto de América Latina. En cada proceso electoral ponemos nuestra esperanza en algún candidato. La frustración llega más temprano que tarde pues el “elegido” no tendrá la capacidad de resolver tantos problemas al enfrentarse a sistemas de gobierno diseñados para fracasar y corromper.

Dicho lo anterior, estuve revisando algunas cifras económicas. Las remesas son el fruto del trabajo de los guatemaltecos que migraron hacia un mejor futuro, con más oportunidades a su alcance. En 2019, las remesas sumaron $9,567,505; en 2020, en medio de la pandemia, los familiares recibieron US$11,340,400 y se espera que este año alcancen los US$14,000,000 (superarán el ingreso por las exportaciones).

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Aquí no hay gobierno que intervenga. No hay miles de migrantes esperando a que alguien resuelva el entorno para poder salir adelante. Éstas son personas que se arriesgaron, incluso a morir, para tener una vida digna para ellos y sus familiares. Sobrevivieron a todo tipo de adversidades y están siendo productivos. 

El número de empresas registradas en el año 2,015 fue de 788,313. El Registro Mercantil reportó esta cifra e indicó que el 99% eran MIPYMES. O sea, cientos de miles de personas decidieron emprender, a pesar de las precariedades, dificultades, burocracia, la caída de los gobernantes de turno, la CICIG, la FECI y cuanta cosa más hubo ese año.

En el 2018 se registraron 975,063 empresas. En este 2,021, de enero a julio se crearon 31,514 empresas mercantiles. Es el mismo gobierno del año pasado, seguimos en pandemia con las restricciones del caso, la “ayuda internacional” nos está dañando mucho más de lo que pudiera beneficiar, y aún así hay varios miles de personas creando y emprendiendo.

No siendo suficiente evidencia de la resiliencia chapina, el PIB (Producto Interno Bruto), que mide el crecimiento económico en un período determinado, asciende a 4.8% en el primer trimestre. El Banco de Guatemala espera un crecimiento del 4% para este 2021.

Está en discusión en el Congreso el presupuesto para 2,022. Será extremadamente gigante, como siempre. Se gastará en miles de temas innecesarios, como salarios para demasiados burócratas, en detrimento de las verdaderas necesidades del país. Aún así, Guatemala volverá a crecer, no tanto como podría, pero lo hará. 

Puedo afirmar lo anterior por nuestra resiliencia a lo chapín.  Esto es, “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos” (fuente: Real Academia Española). ¡Vaya que nos adaptamos! Vamos como el salmón, nadando contra la corriente. Vencemos obstáculos mientras nos quejamos de cada decisión, cada cambio de funcionario o de gobierno, cada huracán y, por supuesto, de la pandemia. Nada nos detiene porque ¡somos resilientes a lo chapín!

Resiliencia a lo chapín

Carolina Castellanos
01 de octubre, 2021

“La creencia en que puede salvarnos un <genio político, el gran Estadista, el gran líder> es la expresión de la desesperación. No es nada más que la fe en <los milagros políticos>, el suicidio de la razón humana”. Karl Popper. 

Lo anterior aplica para todos los presidentes que hemos tenido, hayan sido dictadores, nombrados a dedo después de un golpe de estado o electos democráticamente. También aplica en nuestra Guate y en el resto de América Latina. En cada proceso electoral ponemos nuestra esperanza en algún candidato. La frustración llega más temprano que tarde pues el “elegido” no tendrá la capacidad de resolver tantos problemas al enfrentarse a sistemas de gobierno diseñados para fracasar y corromper.

Dicho lo anterior, estuve revisando algunas cifras económicas. Las remesas son el fruto del trabajo de los guatemaltecos que migraron hacia un mejor futuro, con más oportunidades a su alcance. En 2019, las remesas sumaron $9,567,505; en 2020, en medio de la pandemia, los familiares recibieron US$11,340,400 y se espera que este año alcancen los US$14,000,000 (superarán el ingreso por las exportaciones).

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Aquí no hay gobierno que intervenga. No hay miles de migrantes esperando a que alguien resuelva el entorno para poder salir adelante. Éstas son personas que se arriesgaron, incluso a morir, para tener una vida digna para ellos y sus familiares. Sobrevivieron a todo tipo de adversidades y están siendo productivos. 

El número de empresas registradas en el año 2,015 fue de 788,313. El Registro Mercantil reportó esta cifra e indicó que el 99% eran MIPYMES. O sea, cientos de miles de personas decidieron emprender, a pesar de las precariedades, dificultades, burocracia, la caída de los gobernantes de turno, la CICIG, la FECI y cuanta cosa más hubo ese año.

En el 2018 se registraron 975,063 empresas. En este 2,021, de enero a julio se crearon 31,514 empresas mercantiles. Es el mismo gobierno del año pasado, seguimos en pandemia con las restricciones del caso, la “ayuda internacional” nos está dañando mucho más de lo que pudiera beneficiar, y aún así hay varios miles de personas creando y emprendiendo.

No siendo suficiente evidencia de la resiliencia chapina, el PIB (Producto Interno Bruto), que mide el crecimiento económico en un período determinado, asciende a 4.8% en el primer trimestre. El Banco de Guatemala espera un crecimiento del 4% para este 2021.

Está en discusión en el Congreso el presupuesto para 2,022. Será extremadamente gigante, como siempre. Se gastará en miles de temas innecesarios, como salarios para demasiados burócratas, en detrimento de las verdaderas necesidades del país. Aún así, Guatemala volverá a crecer, no tanto como podría, pero lo hará. 

Puedo afirmar lo anterior por nuestra resiliencia a lo chapín.  Esto es, “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos” (fuente: Real Academia Española). ¡Vaya que nos adaptamos! Vamos como el salmón, nadando contra la corriente. Vencemos obstáculos mientras nos quejamos de cada decisión, cada cambio de funcionario o de gobierno, cada huracán y, por supuesto, de la pandemia. Nada nos detiene porque ¡somos resilientes a lo chapín!