Desarrollan fertilizante orgánico que beneficiará al medio ambiente y a agricultores en Sololá

El fertilizante orgánico es el resultado de una investigación científica conjunta que realizó la Asociación Vivimos Mejor, la Universidad ETH de Suiza y la empresa social Mosan. Surgió de la necesidad de dar una solución a la gestión segura de las excretas humanas para proteger a las personas y el medioambiente.

Este proyecto de investigación para la sostenibilidad ambiental y desarrollo agrícola cobra mayor relevancia al considerar que el Lago de Atitlán enfrenta altos riesgos de contaminación, ya que las aguas residuales de las poblaciones asentadas alrededor de la cuenca, junto con los desechos sólidos no tratados adecuadamente, llegan a arroyos que desembocan en el lago.

El desarrollo del producto incluyó la utilización de excretas de al menos 200 familias que habitan en la cuenca del lago de Atitlán, las que fueron tratadas y procesadas para su posterior transformación en fertilizante orgánico.

“Desarrollamos diferentes fertilizantes, enmiendas y sustratos para contribuir a la agricultura orgánica y la reforestación, además de buscar un manejo seguro de las heces humanas y la promoción de la economía circular con nuestro sistema de saneamiento, señaló Mona Mijthab, fundadora de Mosan.

“Los fertilizantes sintéticos son más caros y están fabricados a base de nitrógeno, por lo que la iniciativa que hoy nos presentan es más cercana a nuestra cosmovisión y nos permite cuidar el medio ambiente y la salud”, añadió Erik Chavajay, agricultor de la localidad.

Algunos de los beneficios del fertilizante son los nutrientes para las plantas, apoyo a la vida microbiana y la regeneración, mejora la estructura de los suelos, la absorción de agua y nutrientes.