Sector bancario en América Latina: Uno de los más rentables y de finanzas sostenibles

El Global Banking Annual Review realizado por McKinsey & Company publicó su análisis sobre el panorama bancario a nivel internacional en el 2022 y su comparación con la última década. El estudio tomó en cuenta el contexto actual en el que operan los bancos, como: la era post pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania y la fluctuación en la rentabilidad; llegando a la conclusión que, en el 2022, casi todos los segmentos de la banca han visto mejoras a nivel mundial.

Los sectores bancarios en algunos países están experimentando un rápido crecimiento y aumento de la rentabilidad, incluidos los bancos regionales de Estados Unidos los más grandes de Canadá, y los de Indonesia, México y Sudáfrica; mientras que otros, incluidos en Europa y China están experimentando descensos significativos.

Sin embargo, un efecto importante de esta discrepancia es que la noción de "mercados emergentes" en la banca se terminó, ya que el grupo de países a los que representaba este término dejaron de ser monolíticos. Es decir, por ejemplo, que en Asia se encuentran algunos de los bancos con mejor rendimiento y mayor crecimiento, pero al mismo tiempo albergan a los de menor crecimiento.

En el caso específico de Latinoamérica, su rentabilidad ha sido estructuralmente mejor que el promedio global, con una alta posición de capital. Parte de este éxito es el resultado que el sector bancario está moviéndose hacia nuevas geografías, siendo una de las más importantes: las diferentes opciones de financiamiento disponibles para las personas, lo que generó un crecimiento significativo en la banca desde hace cinco años. También, está la banca transaccional, finanzas, hipotecas y depósitos.

Por su parte, a nivel mundial, el mayor crecimiento fue en gestión patrimonial, que registró un siete por ciento de crecimiento del 2021 al 2022, a comparación del cuatro por ciento del 2019 al 2020.

Las finanzas sostenibles como fuente de crecimiento

En el sector bancario, las finanzas sostenibles pasaron de ser un tema emergente e impreciso para una fuente de crecimiento mejor definida. Actualmente, están en la cúspide de una próxima era, en la que los bancos financiarán no solo energía limpia, es decir, energías renovables y otros proyectos de energía de bajas emisiones; pero una gama mucho más amplia de proyectos, mientras los negocios e industrias comienzan una intensiva transformación en su capital para un futuro bajo en emisiones.

Cabe resaltar que, el financiamiento para la generación de energía de bajas emisiones marcó la primera fase y seguirá siendo una prioridad, pero muchos aspectos nuevos de la energía global crecerán en importancia, incluido el crecimiento de la electrificación y reducciones de emisiones en todos los sectores. Estos crecimientos se ven, constantemente, motivados por cambios en la política, nuevas tecnologías y el impulso de las corporaciones por descarbonizar sus operaciones.

Se estima que, a nivel mundial, las inversiones centradas en la deuda que respaldan la transición a carbono cero podrían ofrecer a los bancos un potencial de ingresos de al menos USD$100 mil millones anuales para el 2030. Sin embargo, el desafío será escalar el negocio y superar los riesgos y retos necesarios para promover la nueva era de sostenibilidad en la industria bancaria.