Ayer, República fue mencionado en la sesión plenaria del Congreso como el medio que realiza una labor periodística con balance, de forma justa, imparcial.
Para el equipo de periodistas que ejercemos nuestro propósito de informar en República, más allá de un reconocimiento o mención (bastante simpático eso sí ) esta ha sido una oportunidad para reflexionar sobre nuestra labor.
Todos los días hacemos un esfuerzo por realizar un trabajo apegado a los valores que construyen una República sana: la prevalencia del Estado de Derecho, la igualdad ante la Ley, una sana independencia y balance de poderes y la defensa de la soberanía del pueblo.
Dicha soberanía radica en el respeto a la libertad que tenemos como individuos y que, bajo ninguna circunstancia, debe responder a algún sesgo o interés político o ideológico.
La mención de la cual fuimos objeto en República, más que una felicitación es una reafirmación de estos valores que acompañan cada momento de nuestro trabajo.
Y el acto que queda ayer en la historia del Congreso, da la pauta hoy para hacer una revisión de que lo que publicamos sea balanceado y honesto.
Son los lectores de República quienes nos han posicionado como un medio que informa desde el balance y la objetividad. Nos han dado su confianza y eso no se traiciona.
Y así, comunicamos a nuestros lectores que los dos pilares más importantes de nuestra labor periodística, la rigurosidad y el balance, seguirán siendo nuestro ingrediente principal.
Con reconocimientos o sin ellos, jamás nos sentiremos o estaremos condicionados por ninguna acción externa a lo que dentro de nuestra redacción ocurre.
Nuestras motivaciones están apegadas a nuestros valores, porque así nos manejamos. Y así nos sentimos comprometidos con lo que hacemos. Y así nos gusta.
Aquí no ha pasado nada, hoy nos levantamos con la misma convicción y gana de hacer periodismo, no uno perfecto, pero si uno apegado a la labor de informar con honestidad.
Un periodismo con la capacidad de reconocer errores, y la humildad de aceptar palabras que nos motiven a ser mejores.
Ayer nos dieron una balanza como símbolo de un periodismo imparcial y justo.
Que no quede la menor duda, así seguiremos, más cuando se trate de cuestionar, evidenciar e informar sobre cualquier práctica, de cualquier instancia de poder, que haga tambalear a nuestra República.
Ayer, República fue mencionado en la sesión plenaria del Congreso como el medio que realiza una labor periodística con balance, de forma justa, imparcial.
Para el equipo de periodistas que ejercemos nuestro propósito de informar en República, más allá de un reconocimiento o mención (bastante simpático eso sí ) esta ha sido una oportunidad para reflexionar sobre nuestra labor.
Todos los días hacemos un esfuerzo por realizar un trabajo apegado a los valores que construyen una República sana: la prevalencia del Estado de Derecho, la igualdad ante la Ley, una sana independencia y balance de poderes y la defensa de la soberanía del pueblo.
Dicha soberanía radica en el respeto a la libertad que tenemos como individuos y que, bajo ninguna circunstancia, debe responder a algún sesgo o interés político o ideológico.
La mención de la cual fuimos objeto en República, más que una felicitación es una reafirmación de estos valores que acompañan cada momento de nuestro trabajo.
Y el acto que queda ayer en la historia del Congreso, da la pauta hoy para hacer una revisión de que lo que publicamos sea balanceado y honesto.
Son los lectores de República quienes nos han posicionado como un medio que informa desde el balance y la objetividad. Nos han dado su confianza y eso no se traiciona.
Y así, comunicamos a nuestros lectores que los dos pilares más importantes de nuestra labor periodística, la rigurosidad y el balance, seguirán siendo nuestro ingrediente principal.
Con reconocimientos o sin ellos, jamás nos sentiremos o estaremos condicionados por ninguna acción externa a lo que dentro de nuestra redacción ocurre.
Nuestras motivaciones están apegadas a nuestros valores, porque así nos manejamos. Y así nos sentimos comprometidos con lo que hacemos. Y así nos gusta.
Aquí no ha pasado nada, hoy nos levantamos con la misma convicción y gana de hacer periodismo, no uno perfecto, pero si uno apegado a la labor de informar con honestidad.
Un periodismo con la capacidad de reconocer errores, y la humildad de aceptar palabras que nos motiven a ser mejores.
Ayer nos dieron una balanza como símbolo de un periodismo imparcial y justo.
Que no quede la menor duda, así seguiremos, más cuando se trate de cuestionar, evidenciar e informar sobre cualquier práctica, de cualquier instancia de poder, que haga tambalear a nuestra República.