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Resultados contundentes: Guatemala con nuevo presidente

Claudia Jo Ríos
12 de agosto, 2019

El nuevo presidente será Alejandro Giammattei. En su cuarta participación en la contienda electoral, logró la Presidencia aún con una abstención de casi el 60% (30% menos votantes que en la primera vuelta). 

La cantidad de votos favorables al binomio de Vamos (1,907,696) en ésta segunda vuelta fue triplicada, y así la derrota inminente fue para la candidata socialdemócrata Sandra Torres.

La toma de posesión se dará el 14 de Enero del 2020. Giammattei tendrá casi 5 meses para elaborar un plan de acción que afronte las necesidades que el país ha acumulado y pueda ejecutar las promesas que plasmó en su plan.

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Puntos que no podrán escapársele, redondean en fortalecer las instituciones, el sistema de justicia y un plan de efectivo que reactive la economía del país, lo que contribuirá entre otras cosas, a reducir la cantidad de migrantes y el desempleo.

El apoyo abierto de algunos partidos que quedaron fuera en primera vuelta fue fundamental al triunfo de Giammattei.

Pero el rechazo a las políticas paternalistas y de asistencia social de la candidata de la UNE fue contundente: los guatemaltecos no quieren ser los próximos en la lista donde ya se encuentra Nicaragua, Bolivia o Venezuela incluso.

Y para ello, votar a favor de quien anuncia promover un clima de negocios e inversiones, aumentar la infraestructura que sueña con conducir prosperidad a los departamentos del país y garantizar la inversión extranjera con instituciones fuertes, fue la decisión de los guatemaltecos.

Reactivar la economía es urgente, sin duda estabilidad no implica crecimiento. Accionar desde rutas clave como la política nacional de competitividad sería un buen punto de partida.

El desarrollo integral con acciones concretas que reduzcan la preocupante tasa de desnutrición crónica que se sirve todos los días en el país debiera ser prioridad, porque mentes sanas aprenden mejor. 

La política de austeridad que Giammattei prometió en campaña será de vital importancia para encauzar recursos al sistema de salud y educación.

Una educación que incluya empoderamiento de las mujeres, para reducir el alarmante número de niñas que jamás deberían ser madres.

Un foco de atención en las instituciones del Estado que a gritos piden fortalecimiento, que garantice un clima de negocios favorable y sobretodo confiable a la inversión en sectores como el minero-energético.

El siguiente paso puede ser un sistema de justicia que se adhiera a su naturaleza intrínseca, y así retomemos la confianza que se ha perdido en las cortes y se hable cada vez menos de politización en las instituciones.

El flujo de personas y mercancías se topa con la escasa infraestructura vial, clave para el crecimiento transversal de la economía. El nuevo Presidente tendrá que tomar decisiones casi inmediatas para recuperar nuestras carreteras, y aumentarlas.

Guatemala es el país más poblado de Centroamérica, con un PIB per cápita aproximadamente la mitad que la del promedio de Latinoamérica, en el que el sector agrícola representa la mitad de la fuerza laboral.

Y así, el flujo ilegal de inmigrantes es un tema resonante: estamos en la mira de Estados Unidos, con la venida de McAleenan seguido de Pelosi, podemos darnos una idea de las piezas de ajedrez que se juegan en el territorio nacional. 

Si el presidente Morales, sin experiencia antes de asumir el cargo, tomó decisiones importantes en materia de política exterior, Giammattei ahora, puede tener un panorama más favorable con su experiencia política (cuarta campaña para presidente) y en gobierno.

Al final del día resultados de estas votaciones evidenciaron que los guatemaltecos están conscientes que el desarrollo proviene, no del “asistencialismo” social ni del proteccionismo gubernamental, sino de la libre competencia basada en el precio y la calidad de los bienes y servicios.

Las políticas de desarrollo deberán ser sólidas, claras y efectivas.

Definitivamente debieran incluir la participación activa de las mujeres en sectores clave del país (el 25% del sector exportador son mujeres).

Quizás en estos meses de transición el futuro presidente nos de la sorpresa e incluya a algunas mujeres en su gabinete de gobierno.

Resultados contundentes: Guatemala con nuevo presidente

Claudia Jo Ríos
12 de agosto, 2019

El nuevo presidente será Alejandro Giammattei. En su cuarta participación en la contienda electoral, logró la Presidencia aún con una abstención de casi el 60% (30% menos votantes que en la primera vuelta). 

La cantidad de votos favorables al binomio de Vamos (1,907,696) en ésta segunda vuelta fue triplicada, y así la derrota inminente fue para la candidata socialdemócrata Sandra Torres.

La toma de posesión se dará el 14 de Enero del 2020. Giammattei tendrá casi 5 meses para elaborar un plan de acción que afronte las necesidades que el país ha acumulado y pueda ejecutar las promesas que plasmó en su plan.

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Puntos que no podrán escapársele, redondean en fortalecer las instituciones, el sistema de justicia y un plan de efectivo que reactive la economía del país, lo que contribuirá entre otras cosas, a reducir la cantidad de migrantes y el desempleo.

El apoyo abierto de algunos partidos que quedaron fuera en primera vuelta fue fundamental al triunfo de Giammattei.

Pero el rechazo a las políticas paternalistas y de asistencia social de la candidata de la UNE fue contundente: los guatemaltecos no quieren ser los próximos en la lista donde ya se encuentra Nicaragua, Bolivia o Venezuela incluso.

Y para ello, votar a favor de quien anuncia promover un clima de negocios e inversiones, aumentar la infraestructura que sueña con conducir prosperidad a los departamentos del país y garantizar la inversión extranjera con instituciones fuertes, fue la decisión de los guatemaltecos.

Reactivar la economía es urgente, sin duda estabilidad no implica crecimiento. Accionar desde rutas clave como la política nacional de competitividad sería un buen punto de partida.

El desarrollo integral con acciones concretas que reduzcan la preocupante tasa de desnutrición crónica que se sirve todos los días en el país debiera ser prioridad, porque mentes sanas aprenden mejor. 

La política de austeridad que Giammattei prometió en campaña será de vital importancia para encauzar recursos al sistema de salud y educación.

Una educación que incluya empoderamiento de las mujeres, para reducir el alarmante número de niñas que jamás deberían ser madres.

Un foco de atención en las instituciones del Estado que a gritos piden fortalecimiento, que garantice un clima de negocios favorable y sobretodo confiable a la inversión en sectores como el minero-energético.

El siguiente paso puede ser un sistema de justicia que se adhiera a su naturaleza intrínseca, y así retomemos la confianza que se ha perdido en las cortes y se hable cada vez menos de politización en las instituciones.

El flujo de personas y mercancías se topa con la escasa infraestructura vial, clave para el crecimiento transversal de la economía. El nuevo Presidente tendrá que tomar decisiones casi inmediatas para recuperar nuestras carreteras, y aumentarlas.

Guatemala es el país más poblado de Centroamérica, con un PIB per cápita aproximadamente la mitad que la del promedio de Latinoamérica, en el que el sector agrícola representa la mitad de la fuerza laboral.

Y así, el flujo ilegal de inmigrantes es un tema resonante: estamos en la mira de Estados Unidos, con la venida de McAleenan seguido de Pelosi, podemos darnos una idea de las piezas de ajedrez que se juegan en el territorio nacional. 

Si el presidente Morales, sin experiencia antes de asumir el cargo, tomó decisiones importantes en materia de política exterior, Giammattei ahora, puede tener un panorama más favorable con su experiencia política (cuarta campaña para presidente) y en gobierno.

Al final del día resultados de estas votaciones evidenciaron que los guatemaltecos están conscientes que el desarrollo proviene, no del “asistencialismo” social ni del proteccionismo gubernamental, sino de la libre competencia basada en el precio y la calidad de los bienes y servicios.

Las políticas de desarrollo deberán ser sólidas, claras y efectivas.

Definitivamente debieran incluir la participación activa de las mujeres en sectores clave del país (el 25% del sector exportador son mujeres).

Quizás en estos meses de transición el futuro presidente nos de la sorpresa e incluya a algunas mujeres en su gabinete de gobierno.