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Biden fuerza cada vez más a Guatemala, El Salvador y Honduras a acercarse a China y a Rusia

Alejandro Palmieri
24 de noviembre, 2021

La administración Biden convocó para el 9 y 10 de diciembre a una reunión a la que llama “Cumbre por la Democracia” a 110 países de todo el mundo. Destaca la presencia de Taiwán debido a que con ello provoca a China. China es el principal rival comercial y geopolítico de Estados Unidos.

También causa sorpresa la invitación a Brasil a pesar de que su gobernante -al que llaman ultraderechista-, pero no invita a Hungría (país miembro de la Unión Europea) donde gobierna otro llamado así, ultraderechista.

Tampoco invitó a Turquía, un aliado estratégico de OTAN. Eso, junto con la invitación a Taiwán ha preocupado a analistas por las implicaciones y posibles consecuencias.

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El dato que se ha resaltado acá, por obvias razones, es que Guatemala no fue invitada. Tampoco El Salvador y Honduras, los tres países del llamado “Triángulo Norte”.

La administración Biden tiene una difícil relación con estas naciones. Lo que vemos entonces es que la “Cumbre por la Democracia” bien podría haberse llamado “Reunión de mis amigos”. No invita a países con los que debe tener relación estratégica y los descarta por no seguir a pie juntillas sus directrices o deseos.

No es secreto por qué. La administración Biden ha señalado de antidemocráticos a funcionarios de estos paieses y los ha incluído en sus “listas”. En lugar de aceercarse a ellos, los aliena.

Aquella máxima de estrategia de Sun Tzu de “ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca”, parece escapar a los caprichos del norte. Prefieren, al parecer, la política de zanahoria y mazo y al “Triágulo Norte” le da el mazo.

La reunión será virtual, posiblemente por las dificultades que ha mostrado Biden en sus últimas reuniones presenciales, así que presentará un buen show para el mundo. No hay duda.

Sin embargo, lo que esa “cumbre” vaya a lograr está en la cola de un venado. Ello porque solo se reúne entre amigos, como en el famoso anuncio de una venta de artículos para el hogar. Los países excluidos, ya sea por despecho o por asignarle poca importancia, irán por la libre y se alejarán más de la esfera de influencia de EE. UU.

Peligrosamente, la administración Biden está haciendo todo lo posible por acercar cada vez más a estos países a China y a Rusia. Esas otras potencias no pretenden dictar condiciones a los gobiernos de las naciones con los que tienen relación comercial y diplomática, como sí lo hace EE. UU.

En la película Love, Actually, hay una escena en donde el ficticio presidente de Estados Unidos llega al Reino Unido y pretende imponer su política.

El primer ministro británico en conferencia de prensa, armándose de dignidad, le responde a un periodista que el presidente americano es un amigo, pero que ha llegado a acosar y que “un amigo que nos acosa ya no es un amigo. Y como los acosadores solo responden a la fuerza, de ahora en adelante estaré preparado para ser mucho más fuerte. “Y el presidente debería estar preparado para eso”.

Nuestros presidentes muchas veces no tienen ni la chispa, la dignidad y la fuerza del ficticio primer ministro británico. Pero ciertamente Biden debe estar preparado para que los gobiernos de los países excluidos respondan con más firmeza a las imposiciones de su administración.

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También causa sorpresa la invitación a Brasil a pesar de que su gobernante -al que llaman ultraderechista-, pero no invita a Hungría (país miembro de la Unión Europea) donde gobierna otro llamado así, ultraderechista.

Tampoco invitó a Turquía, un aliado estratégico de OTAN. Eso, junto con la invitación a Taiwán ha preocupado a analistas por las implicaciones y posibles consecuencias.

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La administración Biden tiene una difícil relación con estas naciones. Lo que vemos entonces es que la “Cumbre por la Democracia” bien podría haberse llamado “Reunión de mis amigos”. No invita a países con los que debe tener relación estratégica y los descarta por no seguir a pie juntillas sus directrices o deseos.

No es secreto por qué. La administración Biden ha señalado de antidemocráticos a funcionarios de estos paieses y los ha incluído en sus “listas”. En lugar de aceercarse a ellos, los aliena.

Aquella máxima de estrategia de Sun Tzu de “ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca”, parece escapar a los caprichos del norte. Prefieren, al parecer, la política de zanahoria y mazo y al “Triágulo Norte” le da el mazo.

La reunión será virtual, posiblemente por las dificultades que ha mostrado Biden en sus últimas reuniones presenciales, así que presentará un buen show para el mundo. No hay duda.

Sin embargo, lo que esa “cumbre” vaya a lograr está en la cola de un venado. Ello porque solo se reúne entre amigos, como en el famoso anuncio de una venta de artículos para el hogar. Los países excluidos, ya sea por despecho o por asignarle poca importancia, irán por la libre y se alejarán más de la esfera de influencia de EE. UU.

Peligrosamente, la administración Biden está haciendo todo lo posible por acercar cada vez más a estos países a China y a Rusia. Esas otras potencias no pretenden dictar condiciones a los gobiernos de las naciones con los que tienen relación comercial y diplomática, como sí lo hace EE. UU.

En la película Love, Actually, hay una escena en donde el ficticio presidente de Estados Unidos llega al Reino Unido y pretende imponer su política.

El primer ministro británico en conferencia de prensa, armándose de dignidad, le responde a un periodista que el presidente americano es un amigo, pero que ha llegado a acosar y que “un amigo que nos acosa ya no es un amigo. Y como los acosadores solo responden a la fuerza, de ahora en adelante estaré preparado para ser mucho más fuerte. “Y el presidente debería estar preparado para eso”.

Nuestros presidentes muchas veces no tienen ni la chispa, la dignidad y la fuerza del ficticio primer ministro británico. Pero ciertamente Biden debe estar preparado para que los gobiernos de los países excluidos respondan con más firmeza a las imposiciones de su administración.

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