Ejecutivo de Pfizer revela cómo la compañía muta el virus SARS-CoV-2 y para qué
Con frecuencia, los reguladores gubernamentales, al salir de ese rol, son reclutados por esas compañías que a la vez financian sustanciosamente a los políticos que nombran a los reguladores.
Con el advenimiento de la “pandemia” originada por la propagación del virus SARS-CoV-2 conocido como Covid-19, no solo murieron millones de personas -tanto por el efecto del virus, como por los tratamientos que inicialmente no fueron los óptimos- también millones de personas quedaron afectadas psicológicamente por el miedo que les provoca el contagio, la opinión pública se dividió en dos bandos radicales de “anti vacunas” y los que abogaron por vacunación obligatoria -violando derechos humanos- sino que también la economía mundial sufrió un descalabro sin parangón debido a los encierros forzados, la disrupción de cadenas de suministro y de producción.
Por supuesto, la pérdida de vidas humanas es lo que más se ha de lamentar, pero la pérdida de capacidad de generar ingresos para millones de personas es, sin duda, la repercusión indirecta más grave que aún aqueja a la población mundial; millones de empleados cesados y cientos de miles de empresas quebradas alrededor del mundo. Mientras eso sucedía, unas pocas empresas farmacéuticas principalmente, pero también de insumos médicos, aumentaron sus beneficios obteniendo ganancias estratosféricas.
Una de esas compañías, Pfizer, está en el ojo del huracán de una controversia más, a raíz de que uno de sus ejecutivos, identificado como Jordon Trishton Walker, M.D. (Director de Investigación y Estrategia de Desarrollo de esa compañía) aparece revelando en un video publicado en la cuenta de Twitter de Project Veritas (obtenido de manera subrepticia), que Pfizer está manipulando y/o mutando el virus del SARS-CoV-2. No queda claro el cómo ni si hay intención criminal, pero ciertamente ha generado un escándalo que ¡oh, sorpresa! no ha salido en ninguna cadena noticiosa aparte de Fox News. El poder de las grandes farmacéuticas es inmenso, a tal punto -como se evidencia más recientemente con este caso- que no se han atrevido a publicar siquiera la noticia o investigar si es falso del todo. Silencio. Llega a tal punto, que por lo menos en los Estados Unidos, los resultados en Google sobre el tema o sobre el Dr. Walker son escuetos y con una advertencia que las fuentes pueden ser falsas.
Teorías de conspiración aparte, el origen y verdadera razón de la propagación del virus siguen sin estar claros, lo que alimenta la desconfianza hacia las compañías que lucraron ¿desmedidamente? con vacunas que, a la postre, sabemos que no solo no evitan el contagio, pero ni siquiera la muerte. Si a ello se agrega que en muchos países la vacunación fue obligatoria y que los gobiernos compraron miles de millones de dosis que no entregaron lo que prometieron, ciertamente hay muchas cosas que deben aclararse en cuanto a la relación entre las grandes farmacéuticas y los gobiernos. Con frecuencia, los reguladores gubernamentales, al salir de ese rol, son reclutados por esas compañías que a la vez financian sustanciosamente a los políticos que nombran a los reguladores.
Abordar asuntos como este es espinoso, pues con facilidad se cae en imprecisiones o, peor aún, en teorías de conspiración sin más fundamento que lo que una o varias cuentas en redes sociales comparten.
Si las cadenas noticiosas no han abordado el tema, mucho menos lo ha hecho de manera oficial la farmacéutica Pfizer; posteriormente a la grabación el equipo de Project Veritas confronta al Dr. Walker sobre lo revelado por él días atrás, lo que provocó que se molestara, tratara de negar lo dicho e incluso atacó al reportero, arrebató y rompió el dispositivo en el cual le estaban mostrando el video. Claramente se dio cuenta de que había hecho algo que podía afectar su carrera.
El acceso a las fuentes confiables y la obtención de información veraz en estos tiempos de posverdad es imprescindible, pero cuando los medios tradicionales no abordan siquiera un hecho relevante y las compañías se esconden detrás de acuerdos de confidencialidad, protecciones de demandas y silencio sepulcral, el público inevitablemente buscará fuentes alternativas de información, sean confiables o no.
Pfizer debe abordar esta revelación de manera franca e inmediata.
Ejecutivo de Pfizer revela cómo la compañía muta el virus SARS-CoV-2 y para qué
Con frecuencia, los reguladores gubernamentales, al salir de ese rol, son reclutados por esas compañías que a la vez financian sustanciosamente a los políticos que nombran a los reguladores.
Con el advenimiento de la “pandemia” originada por la propagación del virus SARS-CoV-2 conocido como Covid-19, no solo murieron millones de personas -tanto por el efecto del virus, como por los tratamientos que inicialmente no fueron los óptimos- también millones de personas quedaron afectadas psicológicamente por el miedo que les provoca el contagio, la opinión pública se dividió en dos bandos radicales de “anti vacunas” y los que abogaron por vacunación obligatoria -violando derechos humanos- sino que también la economía mundial sufrió un descalabro sin parangón debido a los encierros forzados, la disrupción de cadenas de suministro y de producción.
Por supuesto, la pérdida de vidas humanas es lo que más se ha de lamentar, pero la pérdida de capacidad de generar ingresos para millones de personas es, sin duda, la repercusión indirecta más grave que aún aqueja a la población mundial; millones de empleados cesados y cientos de miles de empresas quebradas alrededor del mundo. Mientras eso sucedía, unas pocas empresas farmacéuticas principalmente, pero también de insumos médicos, aumentaron sus beneficios obteniendo ganancias estratosféricas.
Una de esas compañías, Pfizer, está en el ojo del huracán de una controversia más, a raíz de que uno de sus ejecutivos, identificado como Jordon Trishton Walker, M.D. (Director de Investigación y Estrategia de Desarrollo de esa compañía) aparece revelando en un video publicado en la cuenta de Twitter de Project Veritas (obtenido de manera subrepticia), que Pfizer está manipulando y/o mutando el virus del SARS-CoV-2. No queda claro el cómo ni si hay intención criminal, pero ciertamente ha generado un escándalo que ¡oh, sorpresa! no ha salido en ninguna cadena noticiosa aparte de Fox News. El poder de las grandes farmacéuticas es inmenso, a tal punto -como se evidencia más recientemente con este caso- que no se han atrevido a publicar siquiera la noticia o investigar si es falso del todo. Silencio. Llega a tal punto, que por lo menos en los Estados Unidos, los resultados en Google sobre el tema o sobre el Dr. Walker son escuetos y con una advertencia que las fuentes pueden ser falsas.
Teorías de conspiración aparte, el origen y verdadera razón de la propagación del virus siguen sin estar claros, lo que alimenta la desconfianza hacia las compañías que lucraron ¿desmedidamente? con vacunas que, a la postre, sabemos que no solo no evitan el contagio, pero ni siquiera la muerte. Si a ello se agrega que en muchos países la vacunación fue obligatoria y que los gobiernos compraron miles de millones de dosis que no entregaron lo que prometieron, ciertamente hay muchas cosas que deben aclararse en cuanto a la relación entre las grandes farmacéuticas y los gobiernos. Con frecuencia, los reguladores gubernamentales, al salir de ese rol, son reclutados por esas compañías que a la vez financian sustanciosamente a los políticos que nombran a los reguladores.
Abordar asuntos como este es espinoso, pues con facilidad se cae en imprecisiones o, peor aún, en teorías de conspiración sin más fundamento que lo que una o varias cuentas en redes sociales comparten.
Si las cadenas noticiosas no han abordado el tema, mucho menos lo ha hecho de manera oficial la farmacéutica Pfizer; posteriormente a la grabación el equipo de Project Veritas confronta al Dr. Walker sobre lo revelado por él días atrás, lo que provocó que se molestara, tratara de negar lo dicho e incluso atacó al reportero, arrebató y rompió el dispositivo en el cual le estaban mostrando el video. Claramente se dio cuenta de que había hecho algo que podía afectar su carrera.
El acceso a las fuentes confiables y la obtención de información veraz en estos tiempos de posverdad es imprescindible, pero cuando los medios tradicionales no abordan siquiera un hecho relevante y las compañías se esconden detrás de acuerdos de confidencialidad, protecciones de demandas y silencio sepulcral, el público inevitablemente buscará fuentes alternativas de información, sean confiables o no.
Pfizer debe abordar esta revelación de manera franca e inmediata.