El término “inflación” puede ser extraño para quienes no somos expertos o conocedores de la jerga propia de las ciencias económicas, pero más que eso, puede ser ajeno a lo que el ciudadano entiende.  Eso sí, todos, absolutamente todos -pero sobre todo los pobres-  sufren los efectos de la inflación.

El Banco Central Europeo define inflación así: “Existe inflación cuando se produce un aumento general de los precios, no solo de artículos individuales, que da como resultado que por cada euro puedan adquirirse hoy menos bienes y servicios que ayer”. 

Para ponerlo en términos simples: el dinero alcanza para menos; lo que compramos ayer, pero lo queremos comprar hoy, es más caro.  Y, por supuesto, aplicado a Latinoamérica, no se habla de euros sino de la moneda local.

Como se dijo, eso afecta con particular dureza a quienes tienen ingresos fijos, más limitados o escasos: trabajadores de clase obrera, jornaleros, operarios o gran parte de quienes están en la economía informal.  Ni hablar de los desempleados, que con los ahorros que puedan tener o tratando de sobrevivir al día, ven sus perspectivas desaparecer según aumenta la inflación.  Tratando de hacer aún más síntesis: la inflación significa pobreza. 

Se puede discutir ampliamente sobre las causas de la inflación; si estas son exógenas (lo que el Banco de Guatemala llama “inflación importada”) o locales es, también, una discusión válida.  En contra de las causas exógenas, los países como los nuestros tienen poco qué hacer; si los Estados Unidos decide seguir imprimiendo moneda, no hay nada qué hacer para evitarlo.  

Así, podemos achacarle una parte de la inflación en nuestros países a lo anterior.  El último dato conseguido es que la inflación en E.E U.U. para noviembre de 2022 fue de 7.11% así que la inflación arriba de ese porcentaje que haya en Latinoamérica tiene, muy probablemente, causas locales.  

Con lo anterior en mente, vemos cuales son los países de la región con mayor inflación según datos del Fondo Monetario Internacional: ¿para que mes o es el año completo?

1. Venezuela:              220%             
2. Argentina:               95%
3. Chile:                       12.2%              
4. Colombia:                11%                        *la autoridad colombiana publicó que fue 13.2%
5. México:                    8.5%

Los países arriba listados tienen otra cosa en común, además de ser los 5 países con más alta inflación: tienen gobiernos de corte socialista o progresista, los que dicen estar a favor de las grandes mayorías. Estos países aplican políticas populistas de izquierda.

Y es que eso es lo que invariablemente sucede con los gobiernos de corte socialista en estas latitudes.  Los países con gobiernos conservadores o liberales también sufren de inflación, claro está, pero usualmente adoptan políticas acertadas para combatirla, aunque como ya se dijo, respecto de las causas hay poco que se pueda hacer, sobre todo en un corto plazo.  

Los gobiernos como los de esos 5 países, además, son los que adoptan medidas populistas, fiscalmente irresponsables e insostenibles en el mediano y largo plazo que, a la postre, no resuelven el problema y dejan a sus países más endeudados de cómo los encontraron, si es que existe transferencia pacífica y democrática del poder, cosa que no sucede en Venezuela, por ejemplo. 

¿Cuáles son esas políticas populistas de izquierda? Imprimir dinero sin respaldo, endeudarse indiscriminadamente, subsidios generales a bienes y servicios, déficit fiscales que se pagarán con más deuda o más impuestos, bonificaciones salariales sin estudios actuariales de respaldo, etc.

Todo ello en aras, no de beneficiar a la población, sino de mantenerse en el poder a través de esas políticas que no son asistencialistas simplemente, sino populistas de izquierda.  También hay populistas de derecha, como los que apelan a la patria, al nacionalismo o a la mal entendida soberanía; sin embargo en tiempos recientes y cada vez más, populistas “de derecha” ofrecen lo mismo que los de izquierda y con la misma intención.  Atraer el voto apelando a la necesidad a sabiendas que dichas propuestas no son sostenibles es un abuste, vaya, una estafa a los ciudadanos que movidos por la necesidad y la ignorancia cada vez más se decantan por elegir políticos populistas, sin distingo de ideología.

En redes sociales se puede encontrar la admisión de Gustavo Petro y de Andrés Manuel López Obrador de lo anterior.  Sin recato alguno.

La democracia liberal está en jaque alrededor del mundo y, con ello, la república, que es el sistema de gobierno que ha demostrado ser el mejor para proveer a los ciudadanos la oportunidd de prosperidad.  Las políticas de corte socialista propias de los gobiernos populistas -principalmente de izquierda- llevan a los ciudadanos a decantarse por políticos y gobiernos que, más pronto que tarde, los hacen arrepentirse de sus escogencias.  Muchas veces, para ese moemento, ya es demasiado tarde.