Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Netcenters: Los "chairos" son más

Una frase usada recurrentemente es: "ser popular en Twitter es como ser millonario en Monopoly".  Cuando menos, así sucede en el entorno guatemalteco

Netcenters y Trolles
Alejandro Palmieri
14 de octubre, 2022

A estas alturas del 2022, cualquiera que sea mínimamente activo en redes sociales, sobre todo en Twitter, conoce el término netcenter o netcentero y sabe bastante bien a qué se refiere el término.  Troll también es un término de uso común en la jerga tuitera.  Un bot, finalmente, es el menos conocido de los tres y más que su definición, se conoce su comportamiento.

Tanto los netcenters, trolls (o haters como los denominó Cicig) como los bots preocuparon mucho a la extinta Cicig y en particular a su último comisionado, Iván Velásquez.  Tanto les preocupó, que le dedicaron uno de sus “informes temáticos” en mayo del 2019 al que denominaron: “Bots, Netcenters y Combate a la Impunidad”

En ese “informe”, la Cicig da cuenta de cómo operan y su finalidad.  Para hablar en los mismos términos, a continuación, se reproducen las definiciones contenidas en ese documento:

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

-Netcenter: puede ser definido como un conjunto de cuentas conectadas directa o indirectamente de forma física o virtual. Puede incluir en sus usuarios cuentas de personas reales, instituciones reales, perfiles falsos de personas, de instituciones ficticias, usuarios con nombres y fotografías (ID) robados de personas reales.

-Hater: Dentro del espacio de internet, se denomina haters a aquellos individuos que se expresan dentro de la plataforma con hostilidad, reproducen discursos de odio sobre grupos específicos de la población.

-Bot: software que intenta entender las necesidades de una persona a través de un lenguaje natural. Un bot es capaz de llevar a cabo tareas concretas e intenta entender el comportamiento humano.

La finalidad de todos ellos es crear, difundir y ampliar una narrativa, ya sea a favor de un tema o personaje propios, o en contra de los del lado contrario.  Se habla de dos lados -aunque existen más de dos- para efectos del presente; cabe decir que lo mismo hizo la Cicig en su informe al señalar a cualquiera que se opusiera al trabajo de la comisión como “hater”, es decir, del bando contrario.  “Si no estás conmigo, estás contra mí” dijeron y creyeron.  Desde entonces se propagó y exacerbó la dicotomía: “fachos” y “chairos” que, cada una, engloba a distintas personas y tendencias que no necesariamente representan al fascismo, la primera, o al socialismo, la segunda; ciertamente, sí, hay un poco de eso en cada una.

La Cicig, en su informe, partió de una base errónea: que este tipo de estructuras tuvo su auge a partir de la presentación del caso denominado “Cooptación del Estado” en 2016, es decir, en plena gestión de Velásquez.  Sin embargo, los netcenters iniciaron su actividad años antes de lo que la Cicig de Velásquez quiso admitir; el objetivo era victimizar al comisionado por encima de lo que ya era una realidad antes de la presentación de ese caso.

Gráfica A (creación de cuentas)
 

Los netcenters en el contexto de la actividad de la extinta Cicig, a partir del 2009, como lo muestra la gráfica anterior y desde entonces tuvieron un crecimiento vertiginoso hasta la mitad de 2012 (no en 2016 como dijo el informe de Cicig) pero el salto exponencial se da al inicio de 2018, siendo más que evidente la creación de cuentas “chairas” y por mucho.  

El informe dice: Desde el lanzamiento del caso “Cooptación del Estado” (junio 2016) hasta la actualidad, se ha desplegado en las redes sociales un conjunto de mensajes que atacan explícitamente a operadores de justicia, líderes de sociedad civil, periodistas, fiscales del Ministerio Público y miembros de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. Lo más relevante de esta campaña es que se busca, mediante el descrédito a ciertas personas, desacreditar las investigaciones de casos vinculados a corrupción que están debidamente fundadas en pruebaspresentadas a la justicia conforme al debido proceso.

Como ya vimos, parte de una premisa errónea, pero más que eso, el enfoque es totalmente sesgado, pues solamente trata de los netcenters que identificó como opositores, mas no menciona a los propios, a los netcenters “chairos”.

¿Qué es un comportamiento "inusual"?

Es importante definir cómo, para efectos del presente, se identifica un netcenter y qué es eso de cuenta con comportamiento “inusual”. 

De acuerdo con las herramientas utilizadas -y a los expertos que realizaron la auditoría- una cuenta con comportamiento inusual es aquella que muestra uno o varios de los siguientes elementos:

1. Nombre y/o foto falsos, ficticios o tomados de otra cuenta real.

2. Relación de amigos/seguidores desproporcionada a favor de amigos (es decir, que esas cuentas siguen a muchos más de los que las siguen a ellas).

3. Teniéndo muchos amigos, su relación o nivel de interacción es poca relativamente.

4. Interactúan usualmente con otras cuentas que muestran el mismo comportamiento.

5. Los temas que abordan son consistentemente los mismos, aunque se trate de esconder con contenido como fútbol, etc.

6. Muy pocos seguidores (menos de 10 muchas veces)

7. Fecha de creación de años atrás, pero con muy pocos seguidores e interacción.

Ese comportamiento “inusual” es lo que permite a los expertos determinar que una cuenta es, muy probablemente, parte de un netcenter.  ¿Se pueden equivocar?  Por supuesto.  No son métodos infalibles, pero sí probados y con resultados consistentemente certeros.

Para el estudio, se partió de un set de cuentas que buscan representar a ambos grupos, según son identificadas por el común denominador y percepción de la población en redes de Guatemala.  En primer lugar, tenemos que hay un total de 892.420 cuentas distintas de las cuales 93 cuentas base de “fachos” y 87 son cuentas base de “chairos”. Además, la suma total de seguidores y amigos (S/A) de todas las cuentas base de “chairos” es de 640.204 y 63.417 respectivamente. Mientras que, la suma total de seguidores y amigos de todas las cuentas base de “fachos” es de 366.899 y 68.231 respectivamente.

En la siguiente gráfica se muestra la relación (frecuencia) entre los seguidores y amigos de cuentas de “chairos” y de “fachos”.  En ambos casos hay más cuentas de seguidores que de amigos (S/A), lo que es normal para cuentas base (cuentas de personas o instituciones reales); el dato que resalta es que en el lado de “chairos” no solo hay muchas más cuentas de seguidores que amigos que en los “fachos”, pero además la relación S/A es también mayor.  ¿Qué quiere decir eso? Que en los “chairos” hay más cuentas inusuales que siguen a las cuentas base, en otras palabras: que los “chairos” tienen más cuentas de netcenter.

Relación Seguidores y Amigos (S/A)

Otra condición en la que una cuenta se considera inusual es cuando no posee ningún seguidor; se encontraron 102.291 seguidores de “chairos” _con esta condición y 43.286 de “fachos”. De esta manera, se unieron las cuentas inusuales que contaban con cero seguidores más las cuentas que violaban la razón anterior y se removieron las cuentas duplicadas para contar con un único registro y se obtuvo lo siguiente: 

 208.520 seguidores de cuentas base de “chairos” fueron catalogadas como cuentas inusuales, representando el 33%.

94.555 seguidores de cuentas base de “fachos” fueron catalogadas como cuentas inusuales, representando el 26%.

Luego de tomar en cuenta que, como lo dijo el informe de Cicig, que los netcenters son estructuras que sirven para atacar a personas o instituciones, además de amplificar los contenidos de cuentas base (cuentas reales) vemos cómo afecta la “popularidad” de algunas de las cuentas analizadas.  A continuación, el top 10 de cuentas de “chairos” y de “fachos” que disminuyen su capacidad de amplitud al remover del número de seguidores, las cuentas inusuales (netcenters)

Cuentas de "chairos"
         
Cuentas de "fachos"

Las cuentas base de “chairos” tienen una cota inferior de 20% de seguidores inusuales, mientras que, las cuentas de “fachos” tienen una cota inferior de 7%; las cuentas base de “chairos” mantienen en promedio un 34% de seguidores inusuales; por su parte, las cuentas base de “fachos” mantienen un porcentaje promedio menor de cuentas inusuales como seguidores, alrededor del 27%.

¿Qué quiere decir lo anterior?  Los números de las gráficas anteriores son más que evidentes: de las cuentas analizadas, las listadas en los gráficos muestran un mayor porcentaje de cuentas inusuales (falsas) que los siguen y que amplifican sus mensajes.  Son las que "engañan más" con supuestos apoyos que en realidad no tienen.

Conclusiones que se extraen del estudio

La primera concusión, por supuesto, es que lo que sucede en redes sociales, en particular en Twitter, no representa la realidad.  La popularidad en esa red no es, ni por asomo, trasladable a un escenario electoral o comercial como sí podría pasar con la popularidad en otras redes sociales como Instagram o TikTok.  Una frase usada recurrentemente es: "ser popular en Twitter es como ser millonario en Monopoly".  Cuando menos, así sucede en el entorno guatemalteco.

Otra conclusión es que los netcenters son un fenómeno generalizado y ninguno de los grupos, ni "chairos" ni "fachos" son ajenos a ese fenómeno.  Sin embargo, los “chairos” tienen más cuentas de netcenter y su narrativa es amplificada con mayor efectividad gracias a ello. Eso sí, se trata de un embuste, pues no existe (en la realidad) ese apoyo que aparentan sus cuentas. 

Una conclusión más, es que más allá de personajes que solo en redes sociales son conocidos -pero no así en otros ámbitos como profesional, político o comercial- hay profesionales y políticos, además de instituciones u oenegés, que no solo interactúan con ese tipo de cuentas, sino que las siguen y apoyan su actividad.  Llama la atención cómo es posible que oenegés extranjeras, por ejemplo, puedan enredarse con netcenters “chairos” que atacan e insultan como mecanismo usual.

Netcenters, trolles y bots son utilizados para amplificar el efecto deseado de una narrativa; si como lo demuestra el estudio realizado, los "chairos" cuentan con más cuentas de ese tipo, la conclusión lógica es que su apoyo es ficticio, algo que cualquiera que vea  la dinámica en redes sociales y luego el resultado en elecciones, digamos, pude constatar fehacientemente.

Con los datos anteriores, es fácil explicarse entonces aquel afamado "72% de apoyo" con que supuestamente contaba la Cicig.  ¡Claro! Con cuentas falsas, y netcenters se alcanza ese porcentaje muy fácilmente.  La realidad, por otro lado, es distinta. 

En la era de la desinformación, es muy revelador que las personas e instituciones antes aludidas puedan participar en esa mecánica y narrativa.  Son, para todos los efectos prácticos, padres y madres de netcenters.

La creación y mantenimiento de netcenters tiene un costo, por supuesto; se ha acusado a gobiernos y a empresarios de financiar ese tipo de estructuras, achacándoles los netcenters "fachos".  Sin embargo, los "chairos" que son más, fueron creados y exponencialmente multiplicados (Gráfica A) en tiempos de Cicig.  Cabría entonces decir que esos netcenters fueron financiados por la Cicig y/o por organizaciones afines.  Eso no lo abordó el informe de esa comisión.  

Netcenters: Los "chairos" son más

Una frase usada recurrentemente es: "ser popular en Twitter es como ser millonario en Monopoly".  Cuando menos, así sucede en el entorno guatemalteco

Netcenters y Trolles
Alejandro Palmieri
14 de octubre, 2022

A estas alturas del 2022, cualquiera que sea mínimamente activo en redes sociales, sobre todo en Twitter, conoce el término netcenter o netcentero y sabe bastante bien a qué se refiere el término.  Troll también es un término de uso común en la jerga tuitera.  Un bot, finalmente, es el menos conocido de los tres y más que su definición, se conoce su comportamiento.

Tanto los netcenters, trolls (o haters como los denominó Cicig) como los bots preocuparon mucho a la extinta Cicig y en particular a su último comisionado, Iván Velásquez.  Tanto les preocupó, que le dedicaron uno de sus “informes temáticos” en mayo del 2019 al que denominaron: “Bots, Netcenters y Combate a la Impunidad”

En ese “informe”, la Cicig da cuenta de cómo operan y su finalidad.  Para hablar en los mismos términos, a continuación, se reproducen las definiciones contenidas en ese documento:

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

-Netcenter: puede ser definido como un conjunto de cuentas conectadas directa o indirectamente de forma física o virtual. Puede incluir en sus usuarios cuentas de personas reales, instituciones reales, perfiles falsos de personas, de instituciones ficticias, usuarios con nombres y fotografías (ID) robados de personas reales.

-Hater: Dentro del espacio de internet, se denomina haters a aquellos individuos que se expresan dentro de la plataforma con hostilidad, reproducen discursos de odio sobre grupos específicos de la población.

-Bot: software que intenta entender las necesidades de una persona a través de un lenguaje natural. Un bot es capaz de llevar a cabo tareas concretas e intenta entender el comportamiento humano.

La finalidad de todos ellos es crear, difundir y ampliar una narrativa, ya sea a favor de un tema o personaje propios, o en contra de los del lado contrario.  Se habla de dos lados -aunque existen más de dos- para efectos del presente; cabe decir que lo mismo hizo la Cicig en su informe al señalar a cualquiera que se opusiera al trabajo de la comisión como “hater”, es decir, del bando contrario.  “Si no estás conmigo, estás contra mí” dijeron y creyeron.  Desde entonces se propagó y exacerbó la dicotomía: “fachos” y “chairos” que, cada una, engloba a distintas personas y tendencias que no necesariamente representan al fascismo, la primera, o al socialismo, la segunda; ciertamente, sí, hay un poco de eso en cada una.

La Cicig, en su informe, partió de una base errónea: que este tipo de estructuras tuvo su auge a partir de la presentación del caso denominado “Cooptación del Estado” en 2016, es decir, en plena gestión de Velásquez.  Sin embargo, los netcenters iniciaron su actividad años antes de lo que la Cicig de Velásquez quiso admitir; el objetivo era victimizar al comisionado por encima de lo que ya era una realidad antes de la presentación de ese caso.

Gráfica A (creación de cuentas)
 

Los netcenters en el contexto de la actividad de la extinta Cicig, a partir del 2009, como lo muestra la gráfica anterior y desde entonces tuvieron un crecimiento vertiginoso hasta la mitad de 2012 (no en 2016 como dijo el informe de Cicig) pero el salto exponencial se da al inicio de 2018, siendo más que evidente la creación de cuentas “chairas” y por mucho.  

El informe dice: Desde el lanzamiento del caso “Cooptación del Estado” (junio 2016) hasta la actualidad, se ha desplegado en las redes sociales un conjunto de mensajes que atacan explícitamente a operadores de justicia, líderes de sociedad civil, periodistas, fiscales del Ministerio Público y miembros de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. Lo más relevante de esta campaña es que se busca, mediante el descrédito a ciertas personas, desacreditar las investigaciones de casos vinculados a corrupción que están debidamente fundadas en pruebaspresentadas a la justicia conforme al debido proceso.

Como ya vimos, parte de una premisa errónea, pero más que eso, el enfoque es totalmente sesgado, pues solamente trata de los netcenters que identificó como opositores, mas no menciona a los propios, a los netcenters “chairos”.

¿Qué es un comportamiento "inusual"?

Es importante definir cómo, para efectos del presente, se identifica un netcenter y qué es eso de cuenta con comportamiento “inusual”. 

De acuerdo con las herramientas utilizadas -y a los expertos que realizaron la auditoría- una cuenta con comportamiento inusual es aquella que muestra uno o varios de los siguientes elementos:

1. Nombre y/o foto falsos, ficticios o tomados de otra cuenta real.

2. Relación de amigos/seguidores desproporcionada a favor de amigos (es decir, que esas cuentas siguen a muchos más de los que las siguen a ellas).

3. Teniéndo muchos amigos, su relación o nivel de interacción es poca relativamente.

4. Interactúan usualmente con otras cuentas que muestran el mismo comportamiento.

5. Los temas que abordan son consistentemente los mismos, aunque se trate de esconder con contenido como fútbol, etc.

6. Muy pocos seguidores (menos de 10 muchas veces)

7. Fecha de creación de años atrás, pero con muy pocos seguidores e interacción.

Ese comportamiento “inusual” es lo que permite a los expertos determinar que una cuenta es, muy probablemente, parte de un netcenter.  ¿Se pueden equivocar?  Por supuesto.  No son métodos infalibles, pero sí probados y con resultados consistentemente certeros.

Para el estudio, se partió de un set de cuentas que buscan representar a ambos grupos, según son identificadas por el común denominador y percepción de la población en redes de Guatemala.  En primer lugar, tenemos que hay un total de 892.420 cuentas distintas de las cuales 93 cuentas base de “fachos” y 87 son cuentas base de “chairos”. Además, la suma total de seguidores y amigos (S/A) de todas las cuentas base de “chairos” es de 640.204 y 63.417 respectivamente. Mientras que, la suma total de seguidores y amigos de todas las cuentas base de “fachos” es de 366.899 y 68.231 respectivamente.

En la siguiente gráfica se muestra la relación (frecuencia) entre los seguidores y amigos de cuentas de “chairos” y de “fachos”.  En ambos casos hay más cuentas de seguidores que de amigos (S/A), lo que es normal para cuentas base (cuentas de personas o instituciones reales); el dato que resalta es que en el lado de “chairos” no solo hay muchas más cuentas de seguidores que amigos que en los “fachos”, pero además la relación S/A es también mayor.  ¿Qué quiere decir eso? Que en los “chairos” hay más cuentas inusuales que siguen a las cuentas base, en otras palabras: que los “chairos” tienen más cuentas de netcenter.

Relación Seguidores y Amigos (S/A)

Otra condición en la que una cuenta se considera inusual es cuando no posee ningún seguidor; se encontraron 102.291 seguidores de “chairos” _con esta condición y 43.286 de “fachos”. De esta manera, se unieron las cuentas inusuales que contaban con cero seguidores más las cuentas que violaban la razón anterior y se removieron las cuentas duplicadas para contar con un único registro y se obtuvo lo siguiente: 

 208.520 seguidores de cuentas base de “chairos” fueron catalogadas como cuentas inusuales, representando el 33%.

94.555 seguidores de cuentas base de “fachos” fueron catalogadas como cuentas inusuales, representando el 26%.

Luego de tomar en cuenta que, como lo dijo el informe de Cicig, que los netcenters son estructuras que sirven para atacar a personas o instituciones, además de amplificar los contenidos de cuentas base (cuentas reales) vemos cómo afecta la “popularidad” de algunas de las cuentas analizadas.  A continuación, el top 10 de cuentas de “chairos” y de “fachos” que disminuyen su capacidad de amplitud al remover del número de seguidores, las cuentas inusuales (netcenters)

Cuentas de "chairos"
         
Cuentas de "fachos"

Las cuentas base de “chairos” tienen una cota inferior de 20% de seguidores inusuales, mientras que, las cuentas de “fachos” tienen una cota inferior de 7%; las cuentas base de “chairos” mantienen en promedio un 34% de seguidores inusuales; por su parte, las cuentas base de “fachos” mantienen un porcentaje promedio menor de cuentas inusuales como seguidores, alrededor del 27%.

¿Qué quiere decir lo anterior?  Los números de las gráficas anteriores son más que evidentes: de las cuentas analizadas, las listadas en los gráficos muestran un mayor porcentaje de cuentas inusuales (falsas) que los siguen y que amplifican sus mensajes.  Son las que "engañan más" con supuestos apoyos que en realidad no tienen.

Conclusiones que se extraen del estudio

La primera concusión, por supuesto, es que lo que sucede en redes sociales, en particular en Twitter, no representa la realidad.  La popularidad en esa red no es, ni por asomo, trasladable a un escenario electoral o comercial como sí podría pasar con la popularidad en otras redes sociales como Instagram o TikTok.  Una frase usada recurrentemente es: "ser popular en Twitter es como ser millonario en Monopoly".  Cuando menos, así sucede en el entorno guatemalteco.

Otra conclusión es que los netcenters son un fenómeno generalizado y ninguno de los grupos, ni "chairos" ni "fachos" son ajenos a ese fenómeno.  Sin embargo, los “chairos” tienen más cuentas de netcenter y su narrativa es amplificada con mayor efectividad gracias a ello. Eso sí, se trata de un embuste, pues no existe (en la realidad) ese apoyo que aparentan sus cuentas. 

Una conclusión más, es que más allá de personajes que solo en redes sociales son conocidos -pero no así en otros ámbitos como profesional, político o comercial- hay profesionales y políticos, además de instituciones u oenegés, que no solo interactúan con ese tipo de cuentas, sino que las siguen y apoyan su actividad.  Llama la atención cómo es posible que oenegés extranjeras, por ejemplo, puedan enredarse con netcenters “chairos” que atacan e insultan como mecanismo usual.

Netcenters, trolles y bots son utilizados para amplificar el efecto deseado de una narrativa; si como lo demuestra el estudio realizado, los "chairos" cuentan con más cuentas de ese tipo, la conclusión lógica es que su apoyo es ficticio, algo que cualquiera que vea  la dinámica en redes sociales y luego el resultado en elecciones, digamos, pude constatar fehacientemente.

Con los datos anteriores, es fácil explicarse entonces aquel afamado "72% de apoyo" con que supuestamente contaba la Cicig.  ¡Claro! Con cuentas falsas, y netcenters se alcanza ese porcentaje muy fácilmente.  La realidad, por otro lado, es distinta. 

En la era de la desinformación, es muy revelador que las personas e instituciones antes aludidas puedan participar en esa mecánica y narrativa.  Son, para todos los efectos prácticos, padres y madres de netcenters.

La creación y mantenimiento de netcenters tiene un costo, por supuesto; se ha acusado a gobiernos y a empresarios de financiar ese tipo de estructuras, achacándoles los netcenters "fachos".  Sin embargo, los "chairos" que son más, fueron creados y exponencialmente multiplicados (Gráfica A) en tiempos de Cicig.  Cabría entonces decir que esos netcenters fueron financiados por la Cicig y/o por organizaciones afines.  Eso no lo abordó el informe de esa comisión.