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Adolf Eichmann: la historia del nazi que huyó a Sudamérica y fue capturado en la clandestinidad

Adolf Eichmann llevaba diez años en Argentina cuando fue secuestrado por agentes de Mossad, quienes lo llevaron a Israel para ser juzgado. Conoce su historia aquí.

Juicio de Adolf Eichmann.
Isabela Pedraz
08 de noviembre, 2022

“Un momentito señor”

El alemán no pudo contenerse y se detuvo para encontrar a la misteriosa voz que le llamaba. Al ver a un par de hombres a la orilla de la calle acompañados de un auto con el capo abierto, lanzó su cansancio del día sobre el hombro y se encaminó hacia el oscuro callejón. Su bondad fue arrebatada en el momento que el hombre que lo había llamado le cubrió la boca con sus manos enguantadas. Juntos, la pequeña pandilla lo metieron al auto y se retiraron tranquilamente por el vecindario.

Con cualquier otro personaje, este escenario causaría angustia y conmoción. Pero en 1960, fue un acto heroico debido a que la víctima del secuestro fue el ex-teniente coronel de la Alemania Nazi, Adolf Eichmann.

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Su historia

Durante la Segunda Guerra Mundial, el alemán estuvo a cargo de emitir las órdenes de emigración judía, lo cual en realidad era deportación de judíos para dirigirlos hacia los campos de concentración. Gracias al impacto que tuvo en las decisiones de guerra, se le considera el criminal de guerra con uno de los mayores papeles en la organización del Holocausto.

Al terminar la guerra, Eichmann siguió con su vida como si el mundo no estuviera de cabeza. Fue el momento en el que fue capturado que tomó consciencia de la multitud de personas que lo querían dentro de una celda o bajo tierra sin pulso. Luego de escapar, Eichmann junto a su familia y, luego de una parada en Italia, tomaron un submarino hacia Sudamérica. 

Rápidamente cambió su nombre a Ricardo Klement. Hasta el día de su captura en 1960, vivió bajo una falsa identidad como el tío de sus propios hijos. 

Adolf Eichmann en uniforme.

A pesar de que legalmente era conocido como Ricardo, varias personas llegaron a conocer no solo su nombre, sino también sus previas acciones en Polonia y Alemania durante la guerra. Sus conversaciones no solo llegaban a los oídos de sus compañeros de trabajo y a cualquiera que se sentara en su vecindad en un bar, sino también a sus hijos. Es gracias a esto que su propio hijo lo llevó a su muerte.

Klaus Eichmann conoció a Sylvia Hermann mientras las familias de ambos residían en la zona de Olivos, una provincia de Buenos Aires. Ambas familias eran reconocidos por ser inmigrantes alemanes, pero mientras que los Eichmann eran nazis, el padre de los Hermann era un sobreviviente del Holocausto.

Lothar Hermann, judio alemán, trabajaba para el Partido Comunista de Alemania cuando fue apresado y llevado al campo de concentración de Dachau. Al ser liberado del campo, se dirigió a Argentina con su familia en 1940.

Reunión de nazis en Argentina.

Cómo se gestó su captura

Era 1945 cuando Sylvia mencionó a un joven con apellido Eichmann. El famoso sobrenombre le erizo la piel a Lothar, pero decidió no intervenir en las relaciones de su hija. Lothar no tenía otra opción que escuchar a su hija conversar con un joven que utilizaba el anti-sematismo como tema de conversación, pero no pudo contenerse cuando Sylvia le mencionó que el padre de Klaus trabajó con la SS.

Lothar, no queriendo asustar a la adolescente, le pidió a su hija ir a la casa de los Eichmann y verificar la identidad del hombre mayor que vivía ahí. Fue suficiente una visita para que reconocieran a Adolf Eichmann.

Dos años habían pasado ya desde que había conocido al hijo de uno de los genocidas nazis más buscados, pero Lothar no se dio por vencido. En cuestión de segundos realizó una carta con toda la información a su mano, y lo más pronto posible se la envió a su amigo Fritz Bauer, un juez encargado de los procesos de Auschwitz.

Prisioneros judíos a su llegada a Auschwitz.

En 1947, el intercambio de cartas entre Lothar y Bauer fue disminuyendo poco a poco gracias a la falta de credibilidad que tenían en Lothar gracias a que era ciego. Fue hasta 1958 que se tomó acción para comprobar la identidad de Eichmann. Bauer consiguió comunicarse con autoridades israelíes, quienes compartieron la información con Mossad, el servicio de inteligencia israeli.

Fue hasta 1959 que finalmente se intentó hacer contacto con Eichmann.

Mossad envió agentes para observar a la familia Eichmann y poner fin a las denuncias que Lothar y Bauer seguían insistiendo después de más de diez años. En el transcurso de dos semanas, los agentes israelíes siguieron a uno de los hijos de Eichmann, hasta que identificaron a ‘Ricardo Klement’. Pronto se dieron cuenta que la rutina del alemán era repetitiva, y poco a poco estructuraron la ‘Operación Finale’.

Captura de la transmisión del juicio de Eichmann.

El plan tomó curso luego de que la identidad de Eichmann fue revelada gracias a fotografías tomadas por Zvi Aharoni, quien había estado siguiendo a Eichmann por varios días. Para comprobar sus sospechas, los agentes israelíes averiguaron la fecha de aniversario de Vera y Adolf Eichmann.

Para marzo de 1960, los agentes israelíes habían conseguido varios autos y viviendas para seguir y observar a la familia Eichmann. Así es como adquirieron el conocimiento que Vera y Adolf Eichmann celebrarían las bodas de plata. La celebración en casa de Vera Eichmann y ‘Ricardo Klement’ fue el detalle necesario para comprobar la identidad del alemán.

Un secuestro exitoso

El 1 de mayo de 1960, el equipo de espionaje de Peter Malkin llegó a Buenos Aires. Diez días después, el 11 de mayo, Malkin tuvo el orgullo y la desdicha de capturar a Eichmann con sus propias manos. La abducción fue rápida y exitosa. En un abrir y cerrar de ojos, Eichmann fue arrebatado de la vida que se había construido en Argentina.

Luego de diez días en los que estuvo esposado a una cama, Eichmann fue drogado y llevado a Israel por medio de un avión israelí que había sido utilizado para la celebración de la Revolución de Mayo. Casi inconsciente y oliendo a alcohol para fingir su ebriedad, Eichmann llegó a Jerusalén.

El juicio de Adolf Eichmann tardó meses para concluir, pero para finales de 1960, bajo las acusaciones de 15 cargos criminales, fue sentenciado a muerte en la horca.

La Operación Finale fue la clave para la detención de Eichmann, pero sin los aportes de los Hermann y la colaboración de Fritz Bauer, la captura de uno de los hombres responsables por la muerte de 6 millones de judíos no hubiera sido posible. Su historia incluso llegó al cine bajo el nombre de "Operación Final" y se puede visualizar en Netflix desde 2018.

 

Adolf Eichmann: la historia del nazi que huyó a Sudamérica y fue capturado en la clandestinidad

Adolf Eichmann llevaba diez años en Argentina cuando fue secuestrado por agentes de Mossad, quienes lo llevaron a Israel para ser juzgado. Conoce su historia aquí.

Juicio de Adolf Eichmann.
Isabela Pedraz
08 de noviembre, 2022

“Un momentito señor”

El alemán no pudo contenerse y se detuvo para encontrar a la misteriosa voz que le llamaba. Al ver a un par de hombres a la orilla de la calle acompañados de un auto con el capo abierto, lanzó su cansancio del día sobre el hombro y se encaminó hacia el oscuro callejón. Su bondad fue arrebatada en el momento que el hombre que lo había llamado le cubrió la boca con sus manos enguantadas. Juntos, la pequeña pandilla lo metieron al auto y se retiraron tranquilamente por el vecindario.

Con cualquier otro personaje, este escenario causaría angustia y conmoción. Pero en 1960, fue un acto heroico debido a que la víctima del secuestro fue el ex-teniente coronel de la Alemania Nazi, Adolf Eichmann.

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Su historia

Durante la Segunda Guerra Mundial, el alemán estuvo a cargo de emitir las órdenes de emigración judía, lo cual en realidad era deportación de judíos para dirigirlos hacia los campos de concentración. Gracias al impacto que tuvo en las decisiones de guerra, se le considera el criminal de guerra con uno de los mayores papeles en la organización del Holocausto.

Al terminar la guerra, Eichmann siguió con su vida como si el mundo no estuviera de cabeza. Fue el momento en el que fue capturado que tomó consciencia de la multitud de personas que lo querían dentro de una celda o bajo tierra sin pulso. Luego de escapar, Eichmann junto a su familia y, luego de una parada en Italia, tomaron un submarino hacia Sudamérica. 

Rápidamente cambió su nombre a Ricardo Klement. Hasta el día de su captura en 1960, vivió bajo una falsa identidad como el tío de sus propios hijos. 

Adolf Eichmann en uniforme.

A pesar de que legalmente era conocido como Ricardo, varias personas llegaron a conocer no solo su nombre, sino también sus previas acciones en Polonia y Alemania durante la guerra. Sus conversaciones no solo llegaban a los oídos de sus compañeros de trabajo y a cualquiera que se sentara en su vecindad en un bar, sino también a sus hijos. Es gracias a esto que su propio hijo lo llevó a su muerte.

Klaus Eichmann conoció a Sylvia Hermann mientras las familias de ambos residían en la zona de Olivos, una provincia de Buenos Aires. Ambas familias eran reconocidos por ser inmigrantes alemanes, pero mientras que los Eichmann eran nazis, el padre de los Hermann era un sobreviviente del Holocausto.

Lothar Hermann, judio alemán, trabajaba para el Partido Comunista de Alemania cuando fue apresado y llevado al campo de concentración de Dachau. Al ser liberado del campo, se dirigió a Argentina con su familia en 1940.

Reunión de nazis en Argentina.

Cómo se gestó su captura

Era 1945 cuando Sylvia mencionó a un joven con apellido Eichmann. El famoso sobrenombre le erizo la piel a Lothar, pero decidió no intervenir en las relaciones de su hija. Lothar no tenía otra opción que escuchar a su hija conversar con un joven que utilizaba el anti-sematismo como tema de conversación, pero no pudo contenerse cuando Sylvia le mencionó que el padre de Klaus trabajó con la SS.

Lothar, no queriendo asustar a la adolescente, le pidió a su hija ir a la casa de los Eichmann y verificar la identidad del hombre mayor que vivía ahí. Fue suficiente una visita para que reconocieran a Adolf Eichmann.

Dos años habían pasado ya desde que había conocido al hijo de uno de los genocidas nazis más buscados, pero Lothar no se dio por vencido. En cuestión de segundos realizó una carta con toda la información a su mano, y lo más pronto posible se la envió a su amigo Fritz Bauer, un juez encargado de los procesos de Auschwitz.

Prisioneros judíos a su llegada a Auschwitz.

En 1947, el intercambio de cartas entre Lothar y Bauer fue disminuyendo poco a poco gracias a la falta de credibilidad que tenían en Lothar gracias a que era ciego. Fue hasta 1958 que se tomó acción para comprobar la identidad de Eichmann. Bauer consiguió comunicarse con autoridades israelíes, quienes compartieron la información con Mossad, el servicio de inteligencia israeli.

Fue hasta 1959 que finalmente se intentó hacer contacto con Eichmann.

Mossad envió agentes para observar a la familia Eichmann y poner fin a las denuncias que Lothar y Bauer seguían insistiendo después de más de diez años. En el transcurso de dos semanas, los agentes israelíes siguieron a uno de los hijos de Eichmann, hasta que identificaron a ‘Ricardo Klement’. Pronto se dieron cuenta que la rutina del alemán era repetitiva, y poco a poco estructuraron la ‘Operación Finale’.

Captura de la transmisión del juicio de Eichmann.

El plan tomó curso luego de que la identidad de Eichmann fue revelada gracias a fotografías tomadas por Zvi Aharoni, quien había estado siguiendo a Eichmann por varios días. Para comprobar sus sospechas, los agentes israelíes averiguaron la fecha de aniversario de Vera y Adolf Eichmann.

Para marzo de 1960, los agentes israelíes habían conseguido varios autos y viviendas para seguir y observar a la familia Eichmann. Así es como adquirieron el conocimiento que Vera y Adolf Eichmann celebrarían las bodas de plata. La celebración en casa de Vera Eichmann y ‘Ricardo Klement’ fue el detalle necesario para comprobar la identidad del alemán.

Un secuestro exitoso

El 1 de mayo de 1960, el equipo de espionaje de Peter Malkin llegó a Buenos Aires. Diez días después, el 11 de mayo, Malkin tuvo el orgullo y la desdicha de capturar a Eichmann con sus propias manos. La abducción fue rápida y exitosa. En un abrir y cerrar de ojos, Eichmann fue arrebatado de la vida que se había construido en Argentina.

Luego de diez días en los que estuvo esposado a una cama, Eichmann fue drogado y llevado a Israel por medio de un avión israelí que había sido utilizado para la celebración de la Revolución de Mayo. Casi inconsciente y oliendo a alcohol para fingir su ebriedad, Eichmann llegó a Jerusalén.

El juicio de Adolf Eichmann tardó meses para concluir, pero para finales de 1960, bajo las acusaciones de 15 cargos criminales, fue sentenciado a muerte en la horca.

La Operación Finale fue la clave para la detención de Eichmann, pero sin los aportes de los Hermann y la colaboración de Fritz Bauer, la captura de uno de los hombres responsables por la muerte de 6 millones de judíos no hubiera sido posible. Su historia incluso llegó al cine bajo el nombre de "Operación Final" y se puede visualizar en Netflix desde 2018.