Recientemente fue publicado en un diario
matutino un informe titulado “Radiografía del Cártel de la Charola”.[1]
El informe habría sido preparado para las agencias de inteligencia y asuntos antinarcóticos
de Estados Unidos, y en el mismo se menciona con “pelos y señales” a altos
mandos, actuales y en retiro, de la
Policía Nacional Civil, PNC, de ser los supuestos articuladores de una red
denominada “La Charola”, que estaría involucrada en tumbe de droga, sicariato,
contrabando de combustible, entre otros actos criminales. El Gobierno debe
pronunciarse y actuar ante tan graves informaciones. No hacerlo sería un
mensaje muy… negativo.
El informe parece ser “una mancha más para el
tigre”, ya que no es primera vez que de la PNC se tienen noticias que dejan
mucho que pensar. ¿Se recuerda del “narco gato”, sí, ese que acusaron de ser el
que se robó algunos kilitos de coca de las bodegas del extinto DOAN? ¿Se
recuerda del denominado caso Amatitlán? En el informe también se indica que
varios ex altos mandos de la PNC que estarían involucrados en actos criminales
tendrían acceso y buena relación con ONG ¿Cuáles son esas ONGs y quiénes les
representan? ¿Se debería investigar a esas ONG?
La PNC no es la institución más querida en
Guatemala. Todo lo contrario, se le ve con desconfianza. De hecho, parece ser
un “laboratorio-experimento” que para mal de los guatemaltecos no logra crecer
como institución y ganar credibilidad. Como institución, la PNC tiene retos
fundamentales tales como Doctrina, relacionamiento comunitario, equipamiento, fortalecimiento
de la oficialidad, prevención del delito, entre otros. Las tan anunciadas
“propuestas de reforma policial” parecen dormir el sueño de los justos, sin
tener el impacto esperado y el gran pagano de todo ello es el ciudadano. En
este sentido, como sociedad no podemos permitirnos dejar a la deriva a una
institución como la PNC y que la misma llegase al borde del colapso. Que sigue
¿militarizar la PNC? ¿Depurar… a cuántos? ¿Profesionalización con fast track? ¿Pedir
ayuda internacional… a quién?
En el proceso de fortalecer la PNC se podría contar
con el apoyo de países como EEUU. Por cierto, sea bienvenido el Señor Todd D.
Robinson, nuevo Embajador de EEUU en Guatemala. Él se ha desempeñado previamente como Subsecretario Adjunto en la Oficina Internacional de Asuntos Narcóticos y
Aplicación de la Ley. Conoce nuestro país puesto que antes ya ha ocupado el
cargo de Ministro Consejero en la Embajada que ahora dirige. Y antes de ser un
diplomático de su país se dedicaba al periodismo.
[1]
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20141014/pais/3307/Radiograf%C3%ADa-del-Cartel-de-La-Charola.htm
(14-X-2014).
Recientemente fue publicado en un diario
matutino un informe titulado “Radiografía del Cártel de la Charola”.[1]
El informe habría sido preparado para las agencias de inteligencia y asuntos antinarcóticos
de Estados Unidos, y en el mismo se menciona con “pelos y señales” a altos
mandos, actuales y en retiro, de la
Policía Nacional Civil, PNC, de ser los supuestos articuladores de una red
denominada “La Charola”, que estaría involucrada en tumbe de droga, sicariato,
contrabando de combustible, entre otros actos criminales. El Gobierno debe
pronunciarse y actuar ante tan graves informaciones. No hacerlo sería un
mensaje muy… negativo.
El informe parece ser “una mancha más para el
tigre”, ya que no es primera vez que de la PNC se tienen noticias que dejan
mucho que pensar. ¿Se recuerda del “narco gato”, sí, ese que acusaron de ser el
que se robó algunos kilitos de coca de las bodegas del extinto DOAN? ¿Se
recuerda del denominado caso Amatitlán? En el informe también se indica que
varios ex altos mandos de la PNC que estarían involucrados en actos criminales
tendrían acceso y buena relación con ONG ¿Cuáles son esas ONGs y quiénes les
representan? ¿Se debería investigar a esas ONG?
La PNC no es la institución más querida en
Guatemala. Todo lo contrario, se le ve con desconfianza. De hecho, parece ser
un “laboratorio-experimento” que para mal de los guatemaltecos no logra crecer
como institución y ganar credibilidad. Como institución, la PNC tiene retos
fundamentales tales como Doctrina, relacionamiento comunitario, equipamiento, fortalecimiento
de la oficialidad, prevención del delito, entre otros. Las tan anunciadas
“propuestas de reforma policial” parecen dormir el sueño de los justos, sin
tener el impacto esperado y el gran pagano de todo ello es el ciudadano. En
este sentido, como sociedad no podemos permitirnos dejar a la deriva a una
institución como la PNC y que la misma llegase al borde del colapso. Que sigue
¿militarizar la PNC? ¿Depurar… a cuántos? ¿Profesionalización con fast track? ¿Pedir
ayuda internacional… a quién?
En el proceso de fortalecer la PNC se podría contar
con el apoyo de países como EEUU. Por cierto, sea bienvenido el Señor Todd D.
Robinson, nuevo Embajador de EEUU en Guatemala. Él se ha desempeñado previamente como Subsecretario Adjunto en la Oficina Internacional de Asuntos Narcóticos y
Aplicación de la Ley. Conoce nuestro país puesto que antes ya ha ocupado el
cargo de Ministro Consejero en la Embajada que ahora dirige. Y antes de ser un
diplomático de su país se dedicaba al periodismo.
[1]
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20141014/pais/3307/Radiograf%C3%ADa-del-Cartel-de-La-Charola.htm
(14-X-2014).