Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Objetivismo y la función cognitiva de las proposiciones

Redacción
24 de diciembre, 2014

La proposición es un aplicador de conocimiento, donde el flujo de información va del predicado al sujeto.
Por ejemplo, la proposición “Chanon es mujer” aplica a Chanon todo el conocimiento guardado en el archivo (concepto) “mujer”, que es el “repositorio central” para la información sobre este tipo de ser. Al identificar que “Chanon es mujer” se la relaciona con otras mujeres, con otros animales, con plantas, con otras etnias, con las necesidades de la mujer, con su alimentación, con sus relaciones, con sus ocupaciones, etc.
Al identificar, en una proposición descriptiva, que “Chanon es amistosa”, se la relaciona con otras mujeres amistosas, con otros hombres amistosos, con animales amistosos, con seres no amistosos, con las causas psicológicas de la amistad, con las causas económicas, con los tipos de amistad, con el romance, etc.
Algunas de estas relaciones se pueden percibir inmediatamente; otras se captan sólo mediante abstracciones, que no obstante se pueden reducir de regreso a percepciones. Como vemos, el “concepto” no es meramente una etiqueta, sino una carpeta que contiene una riqueza creciente de conocimiento sobre sus unidades. Los conceptos, estas carpetas o archivos o repositorios mentales, no son para guardar las unidades del concepto, sino que el conocimiento sobre las unidades.
Al identificar conceptualmente un concreto, uno no está colocando al concreto en la carpeta mental, sino que aplicando al concreto el conocimiento archivado en la carpeta (concepto). El propósito de identificar que “Chanon es mujer” no es el tener otro ejemplo de “mujer” en el archivo mental, sino que entender lo que es Chanon. El propósito de identificar que el gobierno está muy endeudado, no es tener otro ejemplo de “deuda”, sino que entender la situación económica del país. El propósito de identificar que “S es P” no es el agregar a algún catálogo otro ejemplo de “P”, sino que reconocer lo que es “S”, reconocer que “S” se caracteriza por ser “P”. El propósito de un concepto es guardar, no concretos, sino elementos de conocimiento sobre cualquier concreto de cierto tipo. Esto le permite a uno aplicar el conocimiento adquirido del estudio de algunos concretos a nuevos ejemplos cuando surjan éstos. El propósito de identificar que Chanon es estudiante universitaria no es aumentar nuestros ejemplos de estudiantes universitarios, sino que el entender a Chanon. La proposición “Chanon es estudiante universitaria” le aplica a Chanon el conocimiento almacenado en la carpeta “estudiante universitario”.
Toda proposición es sobre su sujeto, no sobre su predicado. El predicado es el medio para identificar en términos conceptuales lo que es el sujeto. El concepto tiene contenido cognitivo, no sólo referentes o singulares. El concepto almacena conocimiento sobre sus referentes, conocimiento que se ha adquirido por observación o inferencia de observación.
¿Cómo se agrega información al archivo conceptual? Se agrega por medio de proposiciones de orden superior: Una proposición cuyo sujeto es el predicado de la proposición original. En la proposición de orden superior uno identifica algo de ese tipo de entidad –el tipo denotado por el predicado de la proposición orden inferior. En nuestro ejemplo, la proposición de orden superior incluye primero una definición de estudiante universitario: “una persona que cursa estudios en una universidad”. Luego tendrá otra información como: “Los estudiantes universitarios están usualmente entre los 19 a 24 años de edad”, “los estudiantes universitarios tienen un sentido exagerado de lo que saben”, “los estudiantes universitarios tienen que hacer tesis”, y así por el estilo. Estas identificaciones de nivel superior, que tienen a “estudiantes universitarios” como sujeto, permiten al concepto almacenar conocimiento sobre todas sus unidades. Entonces usamos ese conocimiento cuando razonamos deductivamente: “Chanon es estudiante universitaria, por lo tanto es ‘una persona que cursa estudios en una universidad’ y tendrá que hacer tesis.” La proposición “S es P” tiene valor cognitivo en el hecho de que “P” no es meramente un símbolo de toda cosa similar a “S” en un aspecto dado, sino que en el hecho de que “P” ha sido, así mismo, identificado por medio de una proposición de orden superior de forma “P es Q”.
Esta identificación de orden superior nos permite aplicar ese conocimiento al sujeto “S” por el simple proceso deductivo: S es P y P es Q, entonces S es Q.
Como los conceptos son depósitos de conocimiento, una vez uno aprende que “S es P”, el hecho de que “S es Q” queda implícito en la estructura de nuestro sistema de archivo, ya que, como la carpeta “P” está almacenada “dentro” de la carpeta “Q”, el poner “S en P”, significa también poner “S en Q”. El propósito de la deducción es hacer que lo que está implícito pase a ser explícito, es decir, traer las implicaciones de un asunto a nuestra plena atención consciente.
El proceso de adquirir conocimiento nuevo, como aprehender que “P es Q”, es esencialmente un proceso inductivo. Uno no deduce, que un estudiante universitario es una persona que cursa estudios en una universidad; ese hecho es parte del conocimiento que uno usa para formar el concepto “estudiante universitario”. El mismo proceso inductivo se da cuando uno aprehende que la universidad exige de sus estudiantes el que hagan una tesis.
Las proposiciones o juicios posibilitan el razonamiento. De hecho la forma del pensamiento o del razonamiento es la proposición. Y parte de ese razonamiento consiste en la formación de nuevos conceptos, los que no podrían formarse sin proposiciones que usan conocimiento anterior.
Los conceptos posibilitan las proposiciones, pues estas son básicamente combinaciones de conceptos; las proposiciones de orden superior permiten añadir contenido a esos conceptos. El concepto “mueble” ilustra bien este punto. La cama no se parece perceptualmente a la mesa de noche o a la silla. Para pescar el concepto “mueble” uno tiene que pensar un poco y formar proposiciones como: “Las camas, mesas de noche y sillas se pueden mover, pero los armarios empotrados o closets no.
La necesidad del razonamiento proposicional se ve incrementada cuando se forman nuevos conceptos científicos como “gen”, “genoma”, “electrón”, etc. La nueva observación perceptual añade a la complejidad y riqueza del proceso de esta creciente espiral cognitiva. La progresión jerárquica es: percepción, conceptualización, razonamiento proposicional, y sigue en los niveles superiores una y otra vez.
De la misma manera que la conceptualización no reemplaza, sino que suplementa a la percepción, el razonamiento proposicional no reemplaza, sino que suplementa y extiende las posibilidades de la conceptualización.
La proposición es el medio de traer a la mente y de aplicar el conocimiento almacenado en los conceptos al sujeto. La dirección del flujo informático es del predicado al sujeto; el predicado hace más comprensible al sujeto al llenarlo con el conocimiento almacenado en el predicado.

Objetivismo y la función cognitiva de las proposiciones

Redacción
24 de diciembre, 2014

La proposición es un aplicador de conocimiento, donde el flujo de información va del predicado al sujeto.
Por ejemplo, la proposición “Chanon es mujer” aplica a Chanon todo el conocimiento guardado en el archivo (concepto) “mujer”, que es el “repositorio central” para la información sobre este tipo de ser. Al identificar que “Chanon es mujer” se la relaciona con otras mujeres, con otros animales, con plantas, con otras etnias, con las necesidades de la mujer, con su alimentación, con sus relaciones, con sus ocupaciones, etc.
Al identificar, en una proposición descriptiva, que “Chanon es amistosa”, se la relaciona con otras mujeres amistosas, con otros hombres amistosos, con animales amistosos, con seres no amistosos, con las causas psicológicas de la amistad, con las causas económicas, con los tipos de amistad, con el romance, etc.
Algunas de estas relaciones se pueden percibir inmediatamente; otras se captan sólo mediante abstracciones, que no obstante se pueden reducir de regreso a percepciones. Como vemos, el “concepto” no es meramente una etiqueta, sino una carpeta que contiene una riqueza creciente de conocimiento sobre sus unidades. Los conceptos, estas carpetas o archivos o repositorios mentales, no son para guardar las unidades del concepto, sino que el conocimiento sobre las unidades.
Al identificar conceptualmente un concreto, uno no está colocando al concreto en la carpeta mental, sino que aplicando al concreto el conocimiento archivado en la carpeta (concepto). El propósito de identificar que “Chanon es mujer” no es el tener otro ejemplo de “mujer” en el archivo mental, sino que entender lo que es Chanon. El propósito de identificar que el gobierno está muy endeudado, no es tener otro ejemplo de “deuda”, sino que entender la situación económica del país. El propósito de identificar que “S es P” no es el agregar a algún catálogo otro ejemplo de “P”, sino que reconocer lo que es “S”, reconocer que “S” se caracteriza por ser “P”. El propósito de un concepto es guardar, no concretos, sino elementos de conocimiento sobre cualquier concreto de cierto tipo. Esto le permite a uno aplicar el conocimiento adquirido del estudio de algunos concretos a nuevos ejemplos cuando surjan éstos. El propósito de identificar que Chanon es estudiante universitaria no es aumentar nuestros ejemplos de estudiantes universitarios, sino que el entender a Chanon. La proposición “Chanon es estudiante universitaria” le aplica a Chanon el conocimiento almacenado en la carpeta “estudiante universitario”.
Toda proposición es sobre su sujeto, no sobre su predicado. El predicado es el medio para identificar en términos conceptuales lo que es el sujeto. El concepto tiene contenido cognitivo, no sólo referentes o singulares. El concepto almacena conocimiento sobre sus referentes, conocimiento que se ha adquirido por observación o inferencia de observación.
¿Cómo se agrega información al archivo conceptual? Se agrega por medio de proposiciones de orden superior: Una proposición cuyo sujeto es el predicado de la proposición original. En la proposición de orden superior uno identifica algo de ese tipo de entidad –el tipo denotado por el predicado de la proposición orden inferior. En nuestro ejemplo, la proposición de orden superior incluye primero una definición de estudiante universitario: “una persona que cursa estudios en una universidad”. Luego tendrá otra información como: “Los estudiantes universitarios están usualmente entre los 19 a 24 años de edad”, “los estudiantes universitarios tienen un sentido exagerado de lo que saben”, “los estudiantes universitarios tienen que hacer tesis”, y así por el estilo. Estas identificaciones de nivel superior, que tienen a “estudiantes universitarios” como sujeto, permiten al concepto almacenar conocimiento sobre todas sus unidades. Entonces usamos ese conocimiento cuando razonamos deductivamente: “Chanon es estudiante universitaria, por lo tanto es ‘una persona que cursa estudios en una universidad’ y tendrá que hacer tesis.” La proposición “S es P” tiene valor cognitivo en el hecho de que “P” no es meramente un símbolo de toda cosa similar a “S” en un aspecto dado, sino que en el hecho de que “P” ha sido, así mismo, identificado por medio de una proposición de orden superior de forma “P es Q”.
Esta identificación de orden superior nos permite aplicar ese conocimiento al sujeto “S” por el simple proceso deductivo: S es P y P es Q, entonces S es Q.
Como los conceptos son depósitos de conocimiento, una vez uno aprende que “S es P”, el hecho de que “S es Q” queda implícito en la estructura de nuestro sistema de archivo, ya que, como la carpeta “P” está almacenada “dentro” de la carpeta “Q”, el poner “S en P”, significa también poner “S en Q”. El propósito de la deducción es hacer que lo que está implícito pase a ser explícito, es decir, traer las implicaciones de un asunto a nuestra plena atención consciente.
El proceso de adquirir conocimiento nuevo, como aprehender que “P es Q”, es esencialmente un proceso inductivo. Uno no deduce, que un estudiante universitario es una persona que cursa estudios en una universidad; ese hecho es parte del conocimiento que uno usa para formar el concepto “estudiante universitario”. El mismo proceso inductivo se da cuando uno aprehende que la universidad exige de sus estudiantes el que hagan una tesis.
Las proposiciones o juicios posibilitan el razonamiento. De hecho la forma del pensamiento o del razonamiento es la proposición. Y parte de ese razonamiento consiste en la formación de nuevos conceptos, los que no podrían formarse sin proposiciones que usan conocimiento anterior.
Los conceptos posibilitan las proposiciones, pues estas son básicamente combinaciones de conceptos; las proposiciones de orden superior permiten añadir contenido a esos conceptos. El concepto “mueble” ilustra bien este punto. La cama no se parece perceptualmente a la mesa de noche o a la silla. Para pescar el concepto “mueble” uno tiene que pensar un poco y formar proposiciones como: “Las camas, mesas de noche y sillas se pueden mover, pero los armarios empotrados o closets no.
La necesidad del razonamiento proposicional se ve incrementada cuando se forman nuevos conceptos científicos como “gen”, “genoma”, “electrón”, etc. La nueva observación perceptual añade a la complejidad y riqueza del proceso de esta creciente espiral cognitiva. La progresión jerárquica es: percepción, conceptualización, razonamiento proposicional, y sigue en los niveles superiores una y otra vez.
De la misma manera que la conceptualización no reemplaza, sino que suplementa a la percepción, el razonamiento proposicional no reemplaza, sino que suplementa y extiende las posibilidades de la conceptualización.
La proposición es el medio de traer a la mente y de aplicar el conocimiento almacenado en los conceptos al sujeto. La dirección del flujo informático es del predicado al sujeto; el predicado hace más comprensible al sujeto al llenarlo con el conocimiento almacenado en el predicado.