El 2014 nos deja un mundo con mucha incertidumbre y por lo tanto con muchos riesgos. Si bien los Estados Unidos siguen siendo la principal potencia mundial, su actual política exterior idealista y moralista le ha pasado una factura muy costosa. Ignorar la realidad geopolítica mundial ha permitido que otras potencias decadentes como Rusia e Irán asuman un rol internacional más preponderante. Por otro lado se han reactivado viejas amenazas como Corea del Norte en el Pacífico Asiático y Hamas vuelve a ser el gran protagonista del conflicto Palestino – Israelí. Para añadir leña al fuego el islamismo radical se ha posicionado de nuevo en el mapa como la principal amenaza al orden internacional con el surgimiento del Estado Islámico y otros grupos irregulares que se escudan en la religión para justificar su mensaje de muerte y terror.
Las grandes potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, se encuentran desunidas, sin capacidad para identificar y menos promover un balance de poder internacional. Esto queda demostrado en los conflictos de Ucrania y Siria. En el primero Alemania ha hecho demasiado para reparar los platos rotos de la política de expansión de la Unión Europea. Mientras que en el segundo caso, sumado a la debacle de Irak, ha sacado a luz las viejas ambiciones geopolíticas de Irán y Arabia Saudita.
Pero lo más grave ha sido la falta de voluntad que el mundo ha demostrado ante las tragedias de las epidemias internacionales como el ébola y el problema de los migrantes de África y el Medio Oriente. Problemas que simplemente no conocen fronteras y que deben ser superados en conjunto reflejan la debilidad de las potencias occidentales en liderar y presentar las soluciones a estas crisis. Como siempre espero equivocarme, pero el 2015 será un año en que la geopolítica internacional le seguirá cobrando caro al idealismo reinante de las actuales potencias.
@robertoantoniow
El 2014 nos deja un mundo con mucha incertidumbre y por lo tanto con muchos riesgos. Si bien los Estados Unidos siguen siendo la principal potencia mundial, su actual política exterior idealista y moralista le ha pasado una factura muy costosa. Ignorar la realidad geopolítica mundial ha permitido que otras potencias decadentes como Rusia e Irán asuman un rol internacional más preponderante. Por otro lado se han reactivado viejas amenazas como Corea del Norte en el Pacífico Asiático y Hamas vuelve a ser el gran protagonista del conflicto Palestino – Israelí. Para añadir leña al fuego el islamismo radical se ha posicionado de nuevo en el mapa como la principal amenaza al orden internacional con el surgimiento del Estado Islámico y otros grupos irregulares que se escudan en la religión para justificar su mensaje de muerte y terror.
Las grandes potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, se encuentran desunidas, sin capacidad para identificar y menos promover un balance de poder internacional. Esto queda demostrado en los conflictos de Ucrania y Siria. En el primero Alemania ha hecho demasiado para reparar los platos rotos de la política de expansión de la Unión Europea. Mientras que en el segundo caso, sumado a la debacle de Irak, ha sacado a luz las viejas ambiciones geopolíticas de Irán y Arabia Saudita.
Pero lo más grave ha sido la falta de voluntad que el mundo ha demostrado ante las tragedias de las epidemias internacionales como el ébola y el problema de los migrantes de África y el Medio Oriente. Problemas que simplemente no conocen fronteras y que deben ser superados en conjunto reflejan la debilidad de las potencias occidentales en liderar y presentar las soluciones a estas crisis. Como siempre espero equivocarme, pero el 2015 será un año en que la geopolítica internacional le seguirá cobrando caro al idealismo reinante de las actuales potencias.
@robertoantoniow