“Policía blanco mata a joven negro desarmado” rezaron los titulares en los medios Americanos y mundiales sobre el caso de Ferguson, Missouri, donde efectivamente un policía blanco mató a un joven negro desarmado, llamado Michael Brown. Sin embargo, este “jovencito” (así lo llamaron en CNN en Español), había minutos antes asaltado una tienda usando como arma a su enorme cuerpo, de dos metros de altura y 300 libras de peso. Entro en contacto con la policía cuando el oficial Darren Wilson le ordenó quitarse de media calle, por donde caminaba, con drogas en su sistema, estorbando el tráfico a propósito. Brown se negó a acatar las ordenes del policía. Mientras el oficial Wilson estaba sentado en su autopatrulla, Brown le pegó. Nada de lo anterior está en disputa.
Las buenas lecciones de la vida, que cualquier madre daría a su hijo, no te drogues, no seas violento, no asaltes a tiendas, no camines a media calle, no desafías a la policía, todas estas pareciera que Michael Brown nunca las recibió. Dejemos estas por un lado por el momento. Michael Brown le pegó a un policía, y solo por eso pudo haber esperado dar la vida en EE.UU. Las criticas de los expertos en los medios masivos de EEUU y el mundo contra el oficial Wilson se reducen a decir “pues no le pegó tan duro como para morir”. Rápido, lo medios corrieron a publicar la foto de Brown en su toga de graduación de secundaria, como si fuera un joven escolar, estudioso, cuando lo que menos hacía este jovencito era estudiar. No publicaron las fotos que el mismo subió a las redes sociales, con licor, drogas, dinero, armas y haciendo gestos obscenos. La realidad de la vida de Michael Brown no cuadraba con la narrativa inventada por los medios masivos de que la muerte de Brown reflejaba el racismo estructural de EE.UU. en general, y la opresión policial de las minorías en particular.
Las estadísticas de jóvenes afroamericanos muertos por policías no reflejan racismo, sino la criminalidad de estos mismos jóvenes, que casi siempre tienen víctimas afroamericanas. La principal causa de muertes de jóvenes afroamericanos en EE.UU. es homicidio, a manos de otro afroamericano. Si no fuera por esta tremenda sobre representación en las estadísticas de crímenes violentas, los policías, blancos y negros, no tendrían porque estar en “las comunidades”. Y las estadísticas de crímenes interraciales casi siempre indican que es un afroamericano contra un blanco, y no al revés. Pero la gran, super mayoría de los casos de crímenes violentas entre las razas y etnias no se reportan como tal cuando la víctima es una persona de raza blanca, y casi jamás se persiguen esos casos como “crímenes de odio”, una categoría especial de la corrección política que receta un peor castigo de lo normal. Cinco minutos en Google basta para verificar todo lo que se ha afirmado aquí, por lo que no me molestaré en desperdiciar espacio para hacerlo aquí.
De manera alarmante, la turba pide la cabeza del oficial Darren Wilson. A la turba no le importa el debido proceso, pide sentencia culpable, y si no se les da, actuará con violencia. Los manifestantes “progresistas” saquean tiendas, asaltan a inocentes, incluso matan a inmigrantes inocentes en nombre de la justicia social, exigiendo cargos y condena contra el oficial. Un hombre musulmán de Bosnia fue asesinado en frente de su esposa por la turba encendida de la rabia ocasionada por el caso Ferguson. ¿saben su nombre? ¿sabían del caso?
El Gran Jurado, que por cierto era multirracial y se convocó ANTES de que ocurriese el asalto de Brown contra Wilson, decidió, en BASE A LA EVIDENCIA, ni siquiera presentar cargos contra el oficial. Vale mencionar que en un Gran Jurado, el que se defiende (Wilson, el policía) no tiene derecho a tener un abogado presente. Aun así, fue suficiente la evidencia como para exonerar totalmente al policía. Vale enfatizar que, aparte de la evidencia forense que desmintió todas las acusaciones contra el policía, todos los testigos físicamente presentes que apoyaron la versión del oficial Wilson eran afroamericanos. Aparentemente, uno de ellos ya apareció asesinado, y calcinado, pero faltan “evidencias” para proseguir, pero no debemos saltar a conclusiones prematuras, ojo. Joshua Deandre, el muerto, era amigo de Dorian Johnson, quien acompañaba a Michael Brown cuando asaltó al policía Darren Wilson, y vivía en en el complejo donde fue abatido a tiros Brown.
Sin más evidencia, no se puede decir que la muerte de Joshua tenia algo que ver con el caso de Michael Brown. Pero con menos evidencia se ha condenado al oficial Darren Wilson por hacer su trabajo. Mínimo, deja ver el asesinato de Joshua lo violento que es el barrio en el que operaba, como funcionario público, Darren Wilson. De repente, le hubiera ido mejor al oficial Darren Wilson con los medios masivos y los progresistas siendo cobrador de impuestos que oficial de la paz. Tal vez así si tendría el oficial Wilson apoyo de quienes apoyan el estado fuerte.
“Policía blanco mata a joven negro desarmado” rezaron los titulares en los medios Americanos y mundiales sobre el caso de Ferguson, Missouri, donde efectivamente un policía blanco mató a un joven negro desarmado, llamado Michael Brown. Sin embargo, este “jovencito” (así lo llamaron en CNN en Español), había minutos antes asaltado una tienda usando como arma a su enorme cuerpo, de dos metros de altura y 300 libras de peso. Entro en contacto con la policía cuando el oficial Darren Wilson le ordenó quitarse de media calle, por donde caminaba, con drogas en su sistema, estorbando el tráfico a propósito. Brown se negó a acatar las ordenes del policía. Mientras el oficial Wilson estaba sentado en su autopatrulla, Brown le pegó. Nada de lo anterior está en disputa.
Las buenas lecciones de la vida, que cualquier madre daría a su hijo, no te drogues, no seas violento, no asaltes a tiendas, no camines a media calle, no desafías a la policía, todas estas pareciera que Michael Brown nunca las recibió. Dejemos estas por un lado por el momento. Michael Brown le pegó a un policía, y solo por eso pudo haber esperado dar la vida en EE.UU. Las criticas de los expertos en los medios masivos de EEUU y el mundo contra el oficial Wilson se reducen a decir “pues no le pegó tan duro como para morir”. Rápido, lo medios corrieron a publicar la foto de Brown en su toga de graduación de secundaria, como si fuera un joven escolar, estudioso, cuando lo que menos hacía este jovencito era estudiar. No publicaron las fotos que el mismo subió a las redes sociales, con licor, drogas, dinero, armas y haciendo gestos obscenos. La realidad de la vida de Michael Brown no cuadraba con la narrativa inventada por los medios masivos de que la muerte de Brown reflejaba el racismo estructural de EE.UU. en general, y la opresión policial de las minorías en particular.
Las estadísticas de jóvenes afroamericanos muertos por policías no reflejan racismo, sino la criminalidad de estos mismos jóvenes, que casi siempre tienen víctimas afroamericanas. La principal causa de muertes de jóvenes afroamericanos en EE.UU. es homicidio, a manos de otro afroamericano. Si no fuera por esta tremenda sobre representación en las estadísticas de crímenes violentas, los policías, blancos y negros, no tendrían porque estar en “las comunidades”. Y las estadísticas de crímenes interraciales casi siempre indican que es un afroamericano contra un blanco, y no al revés. Pero la gran, super mayoría de los casos de crímenes violentas entre las razas y etnias no se reportan como tal cuando la víctima es una persona de raza blanca, y casi jamás se persiguen esos casos como “crímenes de odio”, una categoría especial de la corrección política que receta un peor castigo de lo normal. Cinco minutos en Google basta para verificar todo lo que se ha afirmado aquí, por lo que no me molestaré en desperdiciar espacio para hacerlo aquí.
De manera alarmante, la turba pide la cabeza del oficial Darren Wilson. A la turba no le importa el debido proceso, pide sentencia culpable, y si no se les da, actuará con violencia. Los manifestantes “progresistas” saquean tiendas, asaltan a inocentes, incluso matan a inmigrantes inocentes en nombre de la justicia social, exigiendo cargos y condena contra el oficial. Un hombre musulmán de Bosnia fue asesinado en frente de su esposa por la turba encendida de la rabia ocasionada por el caso Ferguson. ¿saben su nombre? ¿sabían del caso?
El Gran Jurado, que por cierto era multirracial y se convocó ANTES de que ocurriese el asalto de Brown contra Wilson, decidió, en BASE A LA EVIDENCIA, ni siquiera presentar cargos contra el oficial. Vale mencionar que en un Gran Jurado, el que se defiende (Wilson, el policía) no tiene derecho a tener un abogado presente. Aun así, fue suficiente la evidencia como para exonerar totalmente al policía. Vale enfatizar que, aparte de la evidencia forense que desmintió todas las acusaciones contra el policía, todos los testigos físicamente presentes que apoyaron la versión del oficial Wilson eran afroamericanos. Aparentemente, uno de ellos ya apareció asesinado, y calcinado, pero faltan “evidencias” para proseguir, pero no debemos saltar a conclusiones prematuras, ojo. Joshua Deandre, el muerto, era amigo de Dorian Johnson, quien acompañaba a Michael Brown cuando asaltó al policía Darren Wilson, y vivía en en el complejo donde fue abatido a tiros Brown.
Sin más evidencia, no se puede decir que la muerte de Joshua tenia algo que ver con el caso de Michael Brown. Pero con menos evidencia se ha condenado al oficial Darren Wilson por hacer su trabajo. Mínimo, deja ver el asesinato de Joshua lo violento que es el barrio en el que operaba, como funcionario público, Darren Wilson. De repente, le hubiera ido mejor al oficial Darren Wilson con los medios masivos y los progresistas siendo cobrador de impuestos que oficial de la paz. Tal vez así si tendría el oficial Wilson apoyo de quienes apoyan el estado fuerte.