!Qué barbaridad! !Ahí van los diputados de la infamia! !Sí, esos que aprobaron el infame presupuesto para el 2015! se escucha y se lee en las declaraciones de algunos diputados que pertenecen a ese otro grupo, a los que se rasgan las vestiduras ahora llevándoselas “de yo no fuí, fue teté”. “Porque ellos y aquellos son los malos, yo no, nosotros tampoco: nosotros somos los otros 52”.

Pues que se vayan enterando los otros 52, que son tan responsables y tan cómplices del despilfarro y la corrupción del gasto de Gobierno, así como de la ilegalidad y el atropello cometido en la aprobación del Decreto 22-2014 Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2015.

Nooooo, responderán los indignados, algunos dirán nuestra bancada se opuso, otros dirán yo vote en contra, otros se excusarán diciendo que estuvieron ausentes por enfermedad o por estar fuera del país.  Lo cierto es que es bien sabido que en el Congreso de la República no todo el que dice sí, está  de acuerdo con lo que aprueba o apoya; así como tampoco todo el que dice no se está oponiendo y muchas veces esto no es más que la táctica parlamentaria a compadre hablado explicada por el simple cálculo matemático del conteo de votos, es decir que cuando los votos están cabales es innecesario el desgaste político de quienes quieren que la opinión pública los perciba en desacuerdo, y por eso a veces se salen del pleno mientras la segura aprobación de un decreto sucede. Usualmente bonos, préstamos y ahora presupuestos. También está la táctica del ausente, el que quiere quedar bien con Dios y con el diablo, pues no quiere dar la cara para decir que no porque sabe que lleva las de perder ante los partidos más poderosos pero a la vez quiere vestirse de niña de primera comunión.

Gritos, somatadas de pecho y poses de inocencia es lo único que veo en las declaraciones de esos otros. No hay uno solo, tan siquiera uno, que ni antes de la aprobación del presupuesto ni tampoco después, haya presentado la solicitud para la aprobación de una moción privilegiada en donde se proponga que el pleno del Congreso de la República conozca la ejecución del gasto del ejercicio fiscal del año anterior y el correspondiente informe de Contraloría como le ordena la CPR Art.171 literal d) a todos y cada uno de los Honorables Diputados.  Repito, ni uno solo, ni éste ni el año anterior, ni el anterior…

No voy a hacer un análisis a detalle sobre el contenido del presupuesto aprobado, pues ya lo hice en dos columnas anteriores.  Las novedades entre el proyecto original y el aprobado son cuatro: 1.Más gasto para este período (ampliación de Q.770 millones), 2.Retroceso en transparencia, brincándose normas vigentes en la Ley Orgánica del Presupuesto, 3. Más deuda pues con la cuchara grande además de los 4 préstamos por casi Q.6 mil 800 millones, también se aprobaron bonos 2014 por Q.2 mil 800 y 2015 por Q. 4 mil millones, 4. Crean y modifican base impositiva para tres actividades importantes para la economía del país, arremetiendo una vez más contra la frágil seguridad jurídica.

Señores diputados: Sí Ustedes, los 52,   si de verdad son responsables y diferentes a los otros 106, cumplan con lo que les ordena la Constitución en el artículo 171 literal d) y fiscalicen y aprueben o desaprueben la ejecución del gasto.  Si no lo hacen, por omisión, son iguales que aquellos otros 106.