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La ONU y las drogas

Redacción
10 de marzo, 2014

Por fin la Organización de Naciones Unidas (ONU) propone considerar la despenalización de las drogas. 

El diario Siglo21 de Guatemala informó a principios de marzo que ‘La ‘despenalización’ del consumo de drogas puede ser una forma eficaz de ‘descongestionar’ las cárceles, redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación’, se indica en un informe de 22 páginas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), al que tuvo acceso Efe.” 
Para quienes hemos analizado el rotundo fracaso de la “guerra contra las drogas” liderada por el gobierno de Estados Unidos (USA), e impuesta a varios países de la región –México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia—, es trascendente esta posición de una Oficina de ONU, organización que siempre se había mantenido al margen de este debate. 
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, ha abanderado una transformación del debate acerca de las drogas criminalizadas y pasar de la visión “criminalística” hacia una visión de un acercamiento como un problema de salud. 
Y parece que “salud” ha sido una salida interesante que ha abierto mucho más el debate quitando el énfasis de “guerra” y trasladándolo a temas que los mismos USA no quiere discutir, pero que países como Portugal o Uruguay han llevado exitosamente hacia una sociedad más abierta. 
La ONU haría bien en convertirse en el centro de debate de la “despenalización” de las drogas. A pesar de sus errores internacionales, sigue siendo todavía un ente respetado a nivel global, sobre todo en los gobiernos, que son los que principalmente deberán entablar esta discusión no sólo para soluciones nacionales, sino también regionales e internacionales. 
Estados Unidos tiene cada día menos espacio para su fracasada “guerra contra las drogas.” Además, y para mantener una tradición norteamericana de larga data, los USA siempre han exportados sus guerras, tanto como rol de expansionismo y control regional, como porque exportándolas las víctimas entonces las ponen “otros.” 
Pero la “guerra contra las drogas” es de esas consideradas de “cuarta y quinta generación”, y que si bien las mismas fuerzas armadas estadounidenses han evolucionado de “soldados” a “guerreros”, una transformación obligada por los nuevos tipos de guerras –incluida la que se promueve contra “las drogas”–, lo cierto es que esa “guerra”, en casos como el de Guatemala todavía son altamente convencionales, léase con soldados tradicionales no preparados para las nuevas amenazas, con poca tecnología, menos recursos, y a veces sin estrategia más que la impuesta por USA. 
Quienes favorecemos la despenalización, descriminalización y legalización de la producción, comercio y consumo de las drogas que hoy están “criminalizadas,” hemos argumentado que la ventaja de los “narcos” es precisamente la prohibición. Ah, y eso ha generado males mayores como “narco-Estados”, como el guatemalteco, o “narco partidos políticos”, como los que buscan el poder en varios países en América Latina. 
De ahí que recibimos con optimismo una propuesta de “despenalización” que salga de la misma ONU.

La ONU y las drogas

Redacción
10 de marzo, 2014

Por fin la Organización de Naciones Unidas (ONU) propone considerar la despenalización de las drogas. 

El diario Siglo21 de Guatemala informó a principios de marzo que ‘La ‘despenalización’ del consumo de drogas puede ser una forma eficaz de ‘descongestionar’ las cárceles, redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación’, se indica en un informe de 22 páginas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), al que tuvo acceso Efe.” 
Para quienes hemos analizado el rotundo fracaso de la “guerra contra las drogas” liderada por el gobierno de Estados Unidos (USA), e impuesta a varios países de la región –México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia—, es trascendente esta posición de una Oficina de ONU, organización que siempre se había mantenido al margen de este debate. 
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, ha abanderado una transformación del debate acerca de las drogas criminalizadas y pasar de la visión “criminalística” hacia una visión de un acercamiento como un problema de salud. 
Y parece que “salud” ha sido una salida interesante que ha abierto mucho más el debate quitando el énfasis de “guerra” y trasladándolo a temas que los mismos USA no quiere discutir, pero que países como Portugal o Uruguay han llevado exitosamente hacia una sociedad más abierta. 
La ONU haría bien en convertirse en el centro de debate de la “despenalización” de las drogas. A pesar de sus errores internacionales, sigue siendo todavía un ente respetado a nivel global, sobre todo en los gobiernos, que son los que principalmente deberán entablar esta discusión no sólo para soluciones nacionales, sino también regionales e internacionales. 
Estados Unidos tiene cada día menos espacio para su fracasada “guerra contra las drogas.” Además, y para mantener una tradición norteamericana de larga data, los USA siempre han exportados sus guerras, tanto como rol de expansionismo y control regional, como porque exportándolas las víctimas entonces las ponen “otros.” 
Pero la “guerra contra las drogas” es de esas consideradas de “cuarta y quinta generación”, y que si bien las mismas fuerzas armadas estadounidenses han evolucionado de “soldados” a “guerreros”, una transformación obligada por los nuevos tipos de guerras –incluida la que se promueve contra “las drogas”–, lo cierto es que esa “guerra”, en casos como el de Guatemala todavía son altamente convencionales, léase con soldados tradicionales no preparados para las nuevas amenazas, con poca tecnología, menos recursos, y a veces sin estrategia más que la impuesta por USA. 
Quienes favorecemos la despenalización, descriminalización y legalización de la producción, comercio y consumo de las drogas que hoy están “criminalizadas,” hemos argumentado que la ventaja de los “narcos” es precisamente la prohibición. Ah, y eso ha generado males mayores como “narco-Estados”, como el guatemalteco, o “narco partidos políticos”, como los que buscan el poder en varios países en América Latina. 
De ahí que recibimos con optimismo una propuesta de “despenalización” que salga de la misma ONU.