Redacción
26 de marzo, 2014
En el estado de Arizona se está dando un interesante conflicto entre las compañías eléctricas y los ciudadanos que no están dispuestos a seguir siendo explotados por las empresas productoras de electricidad.
Arizona goza de una situación privilegiada en relación a la energía que recibe directamente del sol. En la actualidad en el estado se producen más de 1100 megavatios de electricidad a partir de paneles solares instalados en los techos de las casas particulares. Este es el segundo estado productor de energía solar en la unión norteamericana y en la actualidad existen 19 proyectos en fase de estudio para generar en los próximos diez años unos 13.5 gigavatios a partir de la radiación del sol.
Francia en cambio es un modelo de generación de electricidad por medio de centrales nucleares. Alrededor de 78% de la electricidad que se consume en ese país es producida por usinas limpias que aprovechan la capacidad de los átomos para producir la energía que se consume. Solo alrededor de un 10% de la electricidad francesa es producida por centrales que queman petróleo o gas.
Islandia, aprovechando que su territorio está montado sobre una falla geológica activa produce 66% de su energía primaria a partir de la geotermia y 15% es producida en plantas hidroeléctricas. Tan solo 19% de su energía se produce por la quema de combustibles fósiles.
Dinamarca produce el 25% de su energía mediante molinos de viento y España no anda muy atrás ya que el 20% de su consumo eléctrico es producido por el viento que hace girar enormes rotores. Actualmente en el mundo se producen 318 gigavatios por medio del viento, lo que sin embargo solo significa un 3.5% de la energía que los habitantes de la tierra utilizamos.
Aunque los porcentajes de la energía limpia todavía son pequeños, se puede observar la tendencia a que estas fuentes de energía limpia y renovable crezcan con rapidez en casi todos los países del mundo. Y aún más significativo en el caso de los paneles productores de energía solar es la posibilidad de descentralizar la producción eléctrica como es lo que ya está sucediendo en el estado de Arizona y otras localidades del suroeste norteamericano. Y probablemente comenzaremos a ver conflictos entre las empresas eléctricas y sus consumidores ya que estas se quejan de que a ellas les corresponde construir y mantener las redes eléctricas que sirven a toda la comunidad además de estar obligadas a comprar la electricidad sobrante que los particulares producen en sus propias residencias mediante los paneles solares.
Aún más, la tercera gran revolución económica que estamos viendo nacer, requiere el establecimiento de redes eléctricas inteligentes que permitan transportar el fluido eléctrico de donde sobra a cada momento a donde se necesita en tiempo real. Por ejemplo, en la noche conectaría mi carro eléctrico a la red y si las baterías requieren recargarse, la red le proporcionaría la electricidad necesaria, pero si por el contrario, las baterías de mi automóvil están cargadas y no voy a utilizar ese vehículo al día siguiente, la red podría tomar la electricidad de mis baterías para proporcionar energía a una casa distante que en ese momento necesitaba una cantidad extra de electricidad. Todo este complejo proceso mediante un sistema eficaz y eficiente de contabilidad de la producción y el consumo de vatios en una enorme red de productores-consumidores.
Guatemala tiene la oportunidad de aprovechar su riqueza geotérmica, hidráulica y solar para producir la energía que requiere para su desarrollo. No debe desaprovechar esta oportunidad única.
Redacción
26 de marzo, 2014
En el estado de Arizona se está dando un interesante conflicto entre las compañías eléctricas y los ciudadanos que no están dispuestos a seguir siendo explotados por las empresas productoras de electricidad.
Arizona goza de una situación privilegiada en relación a la energía que recibe directamente del sol. En la actualidad en el estado se producen más de 1100 megavatios de electricidad a partir de paneles solares instalados en los techos de las casas particulares. Este es el segundo estado productor de energía solar en la unión norteamericana y en la actualidad existen 19 proyectos en fase de estudio para generar en los próximos diez años unos 13.5 gigavatios a partir de la radiación del sol.
Francia en cambio es un modelo de generación de electricidad por medio de centrales nucleares. Alrededor de 78% de la electricidad que se consume en ese país es producida por usinas limpias que aprovechan la capacidad de los átomos para producir la energía que se consume. Solo alrededor de un 10% de la electricidad francesa es producida por centrales que queman petróleo o gas.
Islandia, aprovechando que su territorio está montado sobre una falla geológica activa produce 66% de su energía primaria a partir de la geotermia y 15% es producida en plantas hidroeléctricas. Tan solo 19% de su energía se produce por la quema de combustibles fósiles.
Dinamarca produce el 25% de su energía mediante molinos de viento y España no anda muy atrás ya que el 20% de su consumo eléctrico es producido por el viento que hace girar enormes rotores. Actualmente en el mundo se producen 318 gigavatios por medio del viento, lo que sin embargo solo significa un 3.5% de la energía que los habitantes de la tierra utilizamos.
Aunque los porcentajes de la energía limpia todavía son pequeños, se puede observar la tendencia a que estas fuentes de energía limpia y renovable crezcan con rapidez en casi todos los países del mundo. Y aún más significativo en el caso de los paneles productores de energía solar es la posibilidad de descentralizar la producción eléctrica como es lo que ya está sucediendo en el estado de Arizona y otras localidades del suroeste norteamericano. Y probablemente comenzaremos a ver conflictos entre las empresas eléctricas y sus consumidores ya que estas se quejan de que a ellas les corresponde construir y mantener las redes eléctricas que sirven a toda la comunidad además de estar obligadas a comprar la electricidad sobrante que los particulares producen en sus propias residencias mediante los paneles solares.
Aún más, la tercera gran revolución económica que estamos viendo nacer, requiere el establecimiento de redes eléctricas inteligentes que permitan transportar el fluido eléctrico de donde sobra a cada momento a donde se necesita en tiempo real. Por ejemplo, en la noche conectaría mi carro eléctrico a la red y si las baterías requieren recargarse, la red le proporcionaría la electricidad necesaria, pero si por el contrario, las baterías de mi automóvil están cargadas y no voy a utilizar ese vehículo al día siguiente, la red podría tomar la electricidad de mis baterías para proporcionar energía a una casa distante que en ese momento necesitaba una cantidad extra de electricidad. Todo este complejo proceso mediante un sistema eficaz y eficiente de contabilidad de la producción y el consumo de vatios en una enorme red de productores-consumidores.
Guatemala tiene la oportunidad de aprovechar su riqueza geotérmica, hidráulica y solar para producir la energía que requiere para su desarrollo. No debe desaprovechar esta oportunidad única.