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Dictadura es dictadura en Venezuela

Redacción
28 de marzo, 2014

Llamemos las cosas por su nombre. En un país donde el Presidente de un Parlamento o Congreso decide levantar la inmunidad parlamentaria y expulsar del Parlamento a una diputada sin procedimiento legal, simplemente porque le dio la gana y el único procedimiento que usa es contar con el aval del partido de gobierno, pero el procedimiento constitucional no se aplica, ni se aplica el legítimo derecho a la defensa ni se aplica ningún procedimiento, solo la orden de que “esta expulsada”. O donde alcaldes electos por el voto popular son apresados por disentir de la opinión del régimen y son llevados sin orden de arresto a la fuerza a una cárcel militar para luego ser enjuiciados sin respetar su derecho a la defensa en juicios expresos por tribunales controlados por el régimen bajo la excusa de no cumplir con una orden judicial que es emanada a posterioridad a su arresto y se les violenta la elección popular y además se les somete a prisión de 12 meses. O en un país que se utiliza la fuerza militar para reprimir y el gobierno entrega armas y protege a grupos criminales, colectivos, para que siembren violencia y temor. O en un país que se violan todos los derechos humanos y no existe el estado de derecho o ni la más leve separación de poderes, donde incluso la Defensora del Pueblo señala que la tortura está justificada. Un país donde el gobierno ha venido eliminando la señal, cerrando, persiguiendo o comprando todos los medios de comunicación nacionales y retirándoles la señal a los internacionales. Luego de 35 muertos, miles de heridos de balas o por la represión brutal, más de 1800 detenidos o procesados, 48 torturados por las fuerzas policiales y militares. 

Eso no es más que una DICTADURA. 
La remoción de sus cargos populares de los alcaldes de oposición Daniel Ceballos, elegido con el 67.8% de los votos de San Cristóbal, y Enzo Scarano del Municipio San Diego, o el retiro a la fuerza de la inmunidad parlamentaria de la Diputada María Corina Machado o el arresto a la macha del líder opositor Leopoldo López, o la intimidación y persecución permanente de líderes de oposición, líderes de organizaciones de la sociedad civil, estudiantes y cualquiera que se atreva de disentir del régimen criminal de Nicolás Maduro y sus secuaces, eso es a todas luces una dictadura. 
La payasada que muchos cómplices encubiertos usan para no llamar las cosas por su nombre es que supuestamente Nicolás Maduro fue elegido por el voto popular, pero hay que recordarles que tanto en Cuba como en Corea del Norte, en Siria y en Bielorrusia hay elecciones. Igual fue electo popularmente Hitler; y Saddam Hussein se hacía elegir. Es más, muchos de los dictadores militares también recurrían al supuesto voto como forma de “legitimación”. En Venezuela, no existe independencia de poderes y menos del organismo electoral, con lo cual es un mal chiste dar legitimidad a un régimen criminal sólo por el cumplimiento del formalismo electoral. 
Pero no se puede culpar solamente a la comunidad internacional, hay también un gran temor en muchos de los integrantes de las fuerzas opositoras en Venezuela en llamar al régimen de Maduro y sus cómplices una dictadura criminal. Recientemente Ramón Guillermo Aveledo, Secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática, plataforma integrada por los partidos políticos de oposición, a la violencia generalizada y violación sistemática de derechos humanos lo llama “riesgos del déficit democrático” y a la dictadura la llaman un gobierno avanzando hacia el autoritarismo. El mismo discurso lo repiten varios diputados, alcaldes y representantes de partidos de oposición quienes quieren preservar a toda costa sus pequeñas cuotas de poder. 
El otro gran mito que les cuesta a muchos superar es la gran mentira del “Socialismo del Siglo XXI”, eso no tiene nada de socialismo porque es puro y simple fascismo y de moderno no tiene tampoco nada porque copia modelos superados por ineficientes. Este modelo populista militarista se basa en el uso de la combinación entre el poder total, la corrupción sistémica y el uso de mecanismos financieros de la banca nacional, así como el endeudamiento con ventas de petróleo a futuro en una farsa ideológica supuestamente popular. Es el modelo de corromper las conciencias a lo interno y externo del país con barriles de petróleo, pagos o promesas de pagos. Un modelo efectivo de control social y político pero que llevo a Venezuela a la quiebra total. Unos lo llaman anarquía pero es simple anomia. 
Los supuestos beneficios a través de programas populistas se ven diluidos con una inflación anual oficial superior al 56.2% pero la real se ubica por encima del 100% anual, así como se ven golpeados con la terrible escases de productos básicos, comida, medicinas y pare de contar. A eso hay que sumarle el cierre del sector productivo por las invasiones, expropiaciones y la violencia de un régimen inútil. 
Más diluidos se ven con una nueva devaluación en un día de un 500%, la más alta en la historia del país y un incremento en los productos esenciales en un 200%. 
La gran falsedad que se repite permanentemente es el “apoyo popular” al gobierno, cuando encuestas recientes de febrero de 2014 de Datos, empresa encuestadora bastante reconocida en el país, revela que sólo el 27.8% se muestra apoyando al gobierno de Nicolás Maduro. Es errado ver la falta de apoyo popular a las manifestaciones estudiantiles como signo de apoyo al gobierno, las comunidades de menores recursos se encuentra más amenazadas por los colectivos armados y al mismo tiempo no se sienten representadas por los “lideres” o representantes de la oposición a quienes los ven elitescos o parte de un pasado al que no quieren volver, pero eso no indica que no quieran salir de Nicolás maduro y todos sus payasos sanguinarios. 
Eso lleva también a derrumbar el mito de la “unidad” del gobierno. Con la muerte de Hugo Chávez, que ciertamente era el que tenía el control completo del país, y la torpeza de no generar cuadros de relevo, el país cayó en manos de diversas mafias que sólo tienen en común la necesidad de mantenerse en el poder porque saben que la alternativa es la cárcel. La escogencia de Fidel Castro de Nicolás Maduro como sucesor de Chávez y lograr convencer a este en su enfermedad de dejarlo “provisionalmente” en la presidencia complico la posible transición de Venezuela, dejando en la presidencia a el individuo más servil pero incapaz del entorno del caudillo. La reminiscencia de algunos socialistas/comunistas del comienzo del régimen les pesa por su inoperancia, ese es el caso de Jorge Giordani quien es el artífice del modelo fracasado económico que muestra hoy Venezuela. Por otro lado el Presidente del Parlamento y del partido de gobierno, PSUV, el “capitán” Disodado Cabello, ascendido ilegalmente luego de pase a retiro, quien se dice opera diversas mafias de corrupción, de lavado de dinero y se comenta que narcotráfico. 
El Ministro de Energía y presidente de la Estatal Petrolera PDVSA, Rafael Ramírez, a quien se le señala una fortuna millonaria gracias a comisiones en las ventas de petróleo, negocios con la electricidad y diversos casos de corrupción generalizada; maneja un sector importante por sus contactos con la banca internacional y su amistad con empresas petroleras internacionales. Por otro lado el mayor General, también ascendido ilegalmente, Miguel Rodríguez Torres, Ministro de Relaciones Interiores, señalado por violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad así como su supuesta vinculación con algunos carteles de la droga; en su caso dice controlar algunos sectores de la fuerza armada. Se suma a este cuadro criminal las herederas de Hugo Chávez quienes conservan ciertos
elementos de poder y el esposo de una de ellas es el Vicepresidente Jorge Arreaza. Alrededor de estos grupos orbitan otros pequeños grupos conformados por algunos gobernadores y otros focos de poder. 
Para muchos de los que siguen adorando la figura y “legado” de Hugo Chávez la escogencia de Nicolás Maduro fue un grave error y no lo ven digno de ejercer la presidencia. Para otros dentro de las filas militares lo ven como un individuo débil e incapaz. Para los grupos corruptos lo ven como un riesgo a los intereses económicos de los mismos. Como indique lo único que lo mantiene en el poder es la seguridad de todos los grupos de que descabezar el gobierno en este momento implica la debacle y que es mejor seguir con el incompetente que dejar que la torre de naipes caiga por su propio peso. Los une la necesidad de salvarse mutuamente. Pero allí no hay ni unidad ideológica ni una visión común, menos una posibilidad de gobernar. 
El evidente fracaso político, económico y social de un modelo basado en la corrupción y el abuso de poder lleva a una reflexión colectiva. Venezuela se encuentra quebrada sin reservas liquidas profundamente endeudada y dividida. La impresión indiscriminada de dinero inorgánico ahora inservible sumada a la quiebra del sector privado y un sistema cambiario totalmente anacrónico vislumbra un futuro muy negro. Recuperar el país de la destrucción de los servicios, fallas de infraestructura, caos hospitalario/sanitario/salud, caos educativo, destrucción de la industria petrolera, destrucción del capital privado y sobre todo la generación de una sociedad mendiga que se ha venido acostumbrando a vivir de la corrupción de régimen o de las dadivas o limosnas de los programas sociales. 
El comportamiento errático de los países de la región, apoyando al régimen criminal o haciéndose la vista gorda, o el triste papel del prostíbulo en el cual se ha convertido la OEA, tampoco le han hecho bien a las posibilidades de Venezuela de terminar esta crisis. La visita de cancilleres de Unasur amigos del régimen tampoco ayuda a romper la desconfianza y a que se generen oportunidades reales que prevengan mayores baños de sangre. 
En el momento en que se genere un espacio real de negociación internacional, independiente, imparcial y con garantía de cumplimiento de compromisos se caerán todas torres de naipes y se abrirá el camino a una salida.
*Vice Presidente Cambridge Graduate University, Coordinador General Redlad, Directivo del Movimiento Mundial para la Democracia y del ISC de la Comunidad de las Democracias 
@ceponces 
http://twolatinamericas.blogspot.com/

Dictadura es dictadura en Venezuela

Redacción
28 de marzo, 2014

Llamemos las cosas por su nombre. En un país donde el Presidente de un Parlamento o Congreso decide levantar la inmunidad parlamentaria y expulsar del Parlamento a una diputada sin procedimiento legal, simplemente porque le dio la gana y el único procedimiento que usa es contar con el aval del partido de gobierno, pero el procedimiento constitucional no se aplica, ni se aplica el legítimo derecho a la defensa ni se aplica ningún procedimiento, solo la orden de que “esta expulsada”. O donde alcaldes electos por el voto popular son apresados por disentir de la opinión del régimen y son llevados sin orden de arresto a la fuerza a una cárcel militar para luego ser enjuiciados sin respetar su derecho a la defensa en juicios expresos por tribunales controlados por el régimen bajo la excusa de no cumplir con una orden judicial que es emanada a posterioridad a su arresto y se les violenta la elección popular y además se les somete a prisión de 12 meses. O en un país que se utiliza la fuerza militar para reprimir y el gobierno entrega armas y protege a grupos criminales, colectivos, para que siembren violencia y temor. O en un país que se violan todos los derechos humanos y no existe el estado de derecho o ni la más leve separación de poderes, donde incluso la Defensora del Pueblo señala que la tortura está justificada. Un país donde el gobierno ha venido eliminando la señal, cerrando, persiguiendo o comprando todos los medios de comunicación nacionales y retirándoles la señal a los internacionales. Luego de 35 muertos, miles de heridos de balas o por la represión brutal, más de 1800 detenidos o procesados, 48 torturados por las fuerzas policiales y militares. 

Eso no es más que una DICTADURA. 
La remoción de sus cargos populares de los alcaldes de oposición Daniel Ceballos, elegido con el 67.8% de los votos de San Cristóbal, y Enzo Scarano del Municipio San Diego, o el retiro a la fuerza de la inmunidad parlamentaria de la Diputada María Corina Machado o el arresto a la macha del líder opositor Leopoldo López, o la intimidación y persecución permanente de líderes de oposición, líderes de organizaciones de la sociedad civil, estudiantes y cualquiera que se atreva de disentir del régimen criminal de Nicolás Maduro y sus secuaces, eso es a todas luces una dictadura. 
La payasada que muchos cómplices encubiertos usan para no llamar las cosas por su nombre es que supuestamente Nicolás Maduro fue elegido por el voto popular, pero hay que recordarles que tanto en Cuba como en Corea del Norte, en Siria y en Bielorrusia hay elecciones. Igual fue electo popularmente Hitler; y Saddam Hussein se hacía elegir. Es más, muchos de los dictadores militares también recurrían al supuesto voto como forma de “legitimación”. En Venezuela, no existe independencia de poderes y menos del organismo electoral, con lo cual es un mal chiste dar legitimidad a un régimen criminal sólo por el cumplimiento del formalismo electoral. 
Pero no se puede culpar solamente a la comunidad internacional, hay también un gran temor en muchos de los integrantes de las fuerzas opositoras en Venezuela en llamar al régimen de Maduro y sus cómplices una dictadura criminal. Recientemente Ramón Guillermo Aveledo, Secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática, plataforma integrada por los partidos políticos de oposición, a la violencia generalizada y violación sistemática de derechos humanos lo llama “riesgos del déficit democrático” y a la dictadura la llaman un gobierno avanzando hacia el autoritarismo. El mismo discurso lo repiten varios diputados, alcaldes y representantes de partidos de oposición quienes quieren preservar a toda costa sus pequeñas cuotas de poder. 
El otro gran mito que les cuesta a muchos superar es la gran mentira del “Socialismo del Siglo XXI”, eso no tiene nada de socialismo porque es puro y simple fascismo y de moderno no tiene tampoco nada porque copia modelos superados por ineficientes. Este modelo populista militarista se basa en el uso de la combinación entre el poder total, la corrupción sistémica y el uso de mecanismos financieros de la banca nacional, así como el endeudamiento con ventas de petróleo a futuro en una farsa ideológica supuestamente popular. Es el modelo de corromper las conciencias a lo interno y externo del país con barriles de petróleo, pagos o promesas de pagos. Un modelo efectivo de control social y político pero que llevo a Venezuela a la quiebra total. Unos lo llaman anarquía pero es simple anomia. 
Los supuestos beneficios a través de programas populistas se ven diluidos con una inflación anual oficial superior al 56.2% pero la real se ubica por encima del 100% anual, así como se ven golpeados con la terrible escases de productos básicos, comida, medicinas y pare de contar. A eso hay que sumarle el cierre del sector productivo por las invasiones, expropiaciones y la violencia de un régimen inútil. 
Más diluidos se ven con una nueva devaluación en un día de un 500%, la más alta en la historia del país y un incremento en los productos esenciales en un 200%. 
La gran falsedad que se repite permanentemente es el “apoyo popular” al gobierno, cuando encuestas recientes de febrero de 2014 de Datos, empresa encuestadora bastante reconocida en el país, revela que sólo el 27.8% se muestra apoyando al gobierno de Nicolás Maduro. Es errado ver la falta de apoyo popular a las manifestaciones estudiantiles como signo de apoyo al gobierno, las comunidades de menores recursos se encuentra más amenazadas por los colectivos armados y al mismo tiempo no se sienten representadas por los “lideres” o representantes de la oposición a quienes los ven elitescos o parte de un pasado al que no quieren volver, pero eso no indica que no quieran salir de Nicolás maduro y todos sus payasos sanguinarios. 
Eso lleva también a derrumbar el mito de la “unidad” del gobierno. Con la muerte de Hugo Chávez, que ciertamente era el que tenía el control completo del país, y la torpeza de no generar cuadros de relevo, el país cayó en manos de diversas mafias que sólo tienen en común la necesidad de mantenerse en el poder porque saben que la alternativa es la cárcel. La escogencia de Fidel Castro de Nicolás Maduro como sucesor de Chávez y lograr convencer a este en su enfermedad de dejarlo “provisionalmente” en la presidencia complico la posible transición de Venezuela, dejando en la presidencia a el individuo más servil pero incapaz del entorno del caudillo. La reminiscencia de algunos socialistas/comunistas del comienzo del régimen les pesa por su inoperancia, ese es el caso de Jorge Giordani quien es el artífice del modelo fracasado económico que muestra hoy Venezuela. Por otro lado el Presidente del Parlamento y del partido de gobierno, PSUV, el “capitán” Disodado Cabello, ascendido ilegalmente luego de pase a retiro, quien se dice opera diversas mafias de corrupción, de lavado de dinero y se comenta que narcotráfico. 
El Ministro de Energía y presidente de la Estatal Petrolera PDVSA, Rafael Ramírez, a quien se le señala una fortuna millonaria gracias a comisiones en las ventas de petróleo, negocios con la electricidad y diversos casos de corrupción generalizada; maneja un sector importante por sus contactos con la banca internacional y su amistad con empresas petroleras internacionales. Por otro lado el mayor General, también ascendido ilegalmente, Miguel Rodríguez Torres, Ministro de Relaciones Interiores, señalado por violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad así como su supuesta vinculación con algunos carteles de la droga; en su caso dice controlar algunos sectores de la fuerza armada. Se suma a este cuadro criminal las herederas de Hugo Chávez quienes conservan ciertos
elementos de poder y el esposo de una de ellas es el Vicepresidente Jorge Arreaza. Alrededor de estos grupos orbitan otros pequeños grupos conformados por algunos gobernadores y otros focos de poder. 
Para muchos de los que siguen adorando la figura y “legado” de Hugo Chávez la escogencia de Nicolás Maduro fue un grave error y no lo ven digno de ejercer la presidencia. Para otros dentro de las filas militares lo ven como un individuo débil e incapaz. Para los grupos corruptos lo ven como un riesgo a los intereses económicos de los mismos. Como indique lo único que lo mantiene en el poder es la seguridad de todos los grupos de que descabezar el gobierno en este momento implica la debacle y que es mejor seguir con el incompetente que dejar que la torre de naipes caiga por su propio peso. Los une la necesidad de salvarse mutuamente. Pero allí no hay ni unidad ideológica ni una visión común, menos una posibilidad de gobernar. 
El evidente fracaso político, económico y social de un modelo basado en la corrupción y el abuso de poder lleva a una reflexión colectiva. Venezuela se encuentra quebrada sin reservas liquidas profundamente endeudada y dividida. La impresión indiscriminada de dinero inorgánico ahora inservible sumada a la quiebra del sector privado y un sistema cambiario totalmente anacrónico vislumbra un futuro muy negro. Recuperar el país de la destrucción de los servicios, fallas de infraestructura, caos hospitalario/sanitario/salud, caos educativo, destrucción de la industria petrolera, destrucción del capital privado y sobre todo la generación de una sociedad mendiga que se ha venido acostumbrando a vivir de la corrupción de régimen o de las dadivas o limosnas de los programas sociales. 
El comportamiento errático de los países de la región, apoyando al régimen criminal o haciéndose la vista gorda, o el triste papel del prostíbulo en el cual se ha convertido la OEA, tampoco le han hecho bien a las posibilidades de Venezuela de terminar esta crisis. La visita de cancilleres de Unasur amigos del régimen tampoco ayuda a romper la desconfianza y a que se generen oportunidades reales que prevengan mayores baños de sangre. 
En el momento en que se genere un espacio real de negociación internacional, independiente, imparcial y con garantía de cumplimiento de compromisos se caerán todas torres de naipes y se abrirá el camino a una salida.
*Vice Presidente Cambridge Graduate University, Coordinador General Redlad, Directivo del Movimiento Mundial para la Democracia y del ISC de la Comunidad de las Democracias 
@ceponces 
http://twolatinamericas.blogspot.com/