Nuestra incapacidad para analizar lo más objetivo posible lo que fue la Venezuela de Hugo Chávez se debe en gran parte a la ignorancia y desdén que muchos tienen por disciplinas académicas como la Historia, la Ciencia Política y las Relaciones Internacionales. A Chávez se le ama o se le odia, se opina con el corazón o con el hígado pero son excepcionales los momentos en los que se le analiza con la razón.
En Guatemala esto resulta aún más difícil debido a la ausencia casi absoluta de los debates de ideas puesto lo que tenemos es una confrontación de descalificaciones.
Si a esto le agregamos el componente pasional que despierta la política en muchos de nuestros países entonces fácilmente podemos ser presa de apreciar sólo los accidentes de la tan mentada coyuntura política e ignorar los cambios estructurales que nos pueden afectar en el corto y largo plazo.
Nuestra incapacidad para analizar lo más objetivo posible lo que fue la Venezuela de Hugo Chávez se debe en gran parte a la ignorancia y desdén que muchos tienen por disciplinas académicas como la Historia, la Ciencia Política y las Relaciones Internacionales. A Chávez se le ama o se le odia, se opina con el corazón o con el hígado pero son excepcionales los momentos en los que se le analiza con la razón.
En Guatemala esto resulta aún más difícil debido a la ausencia casi absoluta de los debates de ideas puesto lo que tenemos es una confrontación de descalificaciones.
Si a esto le agregamos el componente pasional que despierta la política en muchos de nuestros países entonces fácilmente podemos ser presa de apreciar sólo los accidentes de la tan mentada coyuntura política e ignorar los cambios estructurales que nos pueden afectar en el corto y largo plazo.