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El pez por su cabeza huele

Redacción República
27 de abril, 2014

Desde el comienzo, la elección a Fiscal General del Ministerio Público (MP) ha presentado opiniones encontradas, dando lugar a la polarización de opiniones y creación de bandos. Está claro que, en torno a este tema, hay varias cuestiones que despiertan pasiones en distintos grupos de la sociedad. No obstante, ¿estamos contribuyendo al avance de dicho proceso al echarle más leña al fuego? 

Antes de seguir aportando a la polarización del debate, debemos analizar a fondo porqué es tan importante el rol del Fiscal General dentro de nuestra sociedad. Más allá de ser una institución eficiente y transparente, el MP debe velar por el estricto cumplimiento de la ley contribuyendo así a la consolidación del Estado de Derecho y un verdadero sistema democrático. Por tanto la cabeza de dicha institución tiene que reunir las capacidades de liderazgo para promover procesos de cambio dentro de una organización que es responsable de llevar casos de alto impacto, los cuales van desde el narcotráfico y delitos contra la vida, hasta delitos de cuello blanco y robo de energía eléctrica. 
Debemos reconocer que hay avances en ciertas estadísticas. Por ejemplo el nivel de esclarecimiento de delitos contra la vida en la ciudad de Guatemala ha subido a 36 por ciento. Sin embargo, no podemos obviar que semana a semana la violencia cobra la vida de un piloto de bus, que 75 mil ciudadanos son extorsionados y que los avances en la lucha contra la corrupción son todavía inexistentes. 
Mi abuelo solía decir “el pez por su cabeza huele”. Eso es justo lo que podría llegar a suceder en el MP si el futuro Fiscal General no llega a dar la talla que exige liderar una organización como tal. Quien dirija la fiscalía general de la nación no se puede dejar llevar por un compás ideológico ni mucho menos aplicar la justicia de forma parcializada. La ley es la ley, y la fiscalía debe actuar en torno a ella y no a su gusto y estilo. En temas de justicia, las reglas son claras y deben aplicar igual para todos, no hay cabida a interpretaciones subjetivas sobre cómo proceder. 
Esta es la tercer vez que se invoca la Comisión Postuladora de Fiscal General según la Ley de Comisiones de Postulación. Aunque las condiciones son distintas a la elección pasada, los principios fundamentales se mantienen. Ojalá que todos podamos coincidir en esos principios básicos de la meritocracia, además de sostener un proceso abierto y transparente con el fin de impedir a toda costa que el crimen organizado tome control de una institución como esta. Esperemos que al Presidente le toque elegir entre seis excelentes currículums y que, al final, nuestro proceso de consolidación democrática como país se vea fortalecido con la participación de profesionales dignos y de grandes méritos, sobretodo para ejercer tan importante cargo como lo es el fiscal general. 
De tal cuenta, me gustaría hacer un llamado para que prevalezca el respeto a la Constitución y los principios de República que rigen nuestra nación. Esto no solo para la elección de Fiscal General, sino también para los tres procesos de postulación que quedan pendientes este año. En Guatemala todos merecemos justicia pronta y cumplida por tanto, unámonos alrededor de ese concepto y exijamos que las instituciones de justicia funcionen. 
 www.salvadorpaiz.com 
@salva_paiz

El pez por su cabeza huele

Redacción República
27 de abril, 2014

Desde el comienzo, la elección a Fiscal General del Ministerio Público (MP) ha presentado opiniones encontradas, dando lugar a la polarización de opiniones y creación de bandos. Está claro que, en torno a este tema, hay varias cuestiones que despiertan pasiones en distintos grupos de la sociedad. No obstante, ¿estamos contribuyendo al avance de dicho proceso al echarle más leña al fuego? 

Antes de seguir aportando a la polarización del debate, debemos analizar a fondo porqué es tan importante el rol del Fiscal General dentro de nuestra sociedad. Más allá de ser una institución eficiente y transparente, el MP debe velar por el estricto cumplimiento de la ley contribuyendo así a la consolidación del Estado de Derecho y un verdadero sistema democrático. Por tanto la cabeza de dicha institución tiene que reunir las capacidades de liderazgo para promover procesos de cambio dentro de una organización que es responsable de llevar casos de alto impacto, los cuales van desde el narcotráfico y delitos contra la vida, hasta delitos de cuello blanco y robo de energía eléctrica. 
Debemos reconocer que hay avances en ciertas estadísticas. Por ejemplo el nivel de esclarecimiento de delitos contra la vida en la ciudad de Guatemala ha subido a 36 por ciento. Sin embargo, no podemos obviar que semana a semana la violencia cobra la vida de un piloto de bus, que 75 mil ciudadanos son extorsionados y que los avances en la lucha contra la corrupción son todavía inexistentes. 
Mi abuelo solía decir “el pez por su cabeza huele”. Eso es justo lo que podría llegar a suceder en el MP si el futuro Fiscal General no llega a dar la talla que exige liderar una organización como tal. Quien dirija la fiscalía general de la nación no se puede dejar llevar por un compás ideológico ni mucho menos aplicar la justicia de forma parcializada. La ley es la ley, y la fiscalía debe actuar en torno a ella y no a su gusto y estilo. En temas de justicia, las reglas son claras y deben aplicar igual para todos, no hay cabida a interpretaciones subjetivas sobre cómo proceder. 
Esta es la tercer vez que se invoca la Comisión Postuladora de Fiscal General según la Ley de Comisiones de Postulación. Aunque las condiciones son distintas a la elección pasada, los principios fundamentales se mantienen. Ojalá que todos podamos coincidir en esos principios básicos de la meritocracia, además de sostener un proceso abierto y transparente con el fin de impedir a toda costa que el crimen organizado tome control de una institución como esta. Esperemos que al Presidente le toque elegir entre seis excelentes currículums y que, al final, nuestro proceso de consolidación democrática como país se vea fortalecido con la participación de profesionales dignos y de grandes méritos, sobretodo para ejercer tan importante cargo como lo es el fiscal general. 
De tal cuenta, me gustaría hacer un llamado para que prevalezca el respeto a la Constitución y los principios de República que rigen nuestra nación. Esto no solo para la elección de Fiscal General, sino también para los tres procesos de postulación que quedan pendientes este año. En Guatemala todos merecemos justicia pronta y cumplida por tanto, unámonos alrededor de ese concepto y exijamos que las instituciones de justicia funcionen. 
 www.salvadorpaiz.com 
@salva_paiz