29 de abril, 2014
Hace algunas semanas, la Asociación Americana de Psiquiatría dio a conocer que tomar una ‘selfie’ representa o constituye un trastorno mental. El trastorno incluso recibe el nombre de ‘selfitis’ por considerarse un deseo compulsivo obsesivo para tomar fotos de uno mismo y publicarlos en redes sociales. Pese a ello, el fenómeno se ha convertido en una actividad empleada por muchos para diferentes objetivos. Algunos, quizás por un trastorno, otros por mercadeo personal, y otros por diversión. Tal ha sido el auge del autorretrato, que ha sido objeto de estudios científicos y ahora es el punto de partida de una nueva polémica nacional.
Durante las últimas horas hemos observado en las redes sociales fuertes críticas a la conducta presentada por el hijo de la Vice Presidente de la República Ingrid Roxana Baldetti Elías por su ‘selfie’ o autorretrato con el máximo jerarca de la Iglesia Católica, el Papa Francisco.
Para ponernos en contexto, según autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y cuenta oficial de la vicemandataria, Baldetti viajó a la ceremonia de canonización del Papa Juan Pablo II y Juan XXIII con el fin de solicitarle al papa Francisco que visite Guatemala. Al momento de pasar a saludar al Papa, Luis Pedro Paz Baldetti tiene un impulso por tomarse una selfie con el máximo jerarca, voltea a su madre en busca de aprobación, y asintiendo con la cabeza, Baldetti consiente el deseo de su hijo.
Antes de adentrarnos en desmenuzar las razones por las cuales las conductas de Luis Pedro Paz Baldetti no son aceptadas por la mayoría, hay que iniciar cuestionando las razones por las cuales Baldetti llevó a su hijo a este viaje. Se supone que los espacios en el Vaticano para la solemne ceremonia, debían ser ocupados por delegación diplomática que pudiera aprovechar el viaje y los acercamientos con personalidades para crear vínculos importantes con el país. Por otro lado, cabe resaltar que aunque por el momento no se conoce el monto total del gasto del viaje de la ‘pequeña delegación’, pareciera ser que la factura de viaje y viáticos del primogénito de Baldetti, iban incluidos en la factura pagada por nosotros, hecho que bajo ningún punto de vista debe ser aceptado por nosotros y debe ser el punto toral de la discusión, no la ‘selfie’ en sí.
Sin duda alguna, la conducta del hijo de la Vicepresidente es criticada pues la actividad a la que asistían no era un partido de fútbol o concierto de un famoso cantante de pop. Estamos hablando de una ceremonia solemne sobre la cual todo el mundo tendría los ojos puestos, y que por su magnitud, era de esperarse la presencia de varios fotógrafos profesionales y oficiales que captarían todos los momentos. Sin embargo, es preciso señalar que Paz Baldetti no fue el único en romper el protocolo. A él se unieron mandatarios y miembros de otras delegaciones que pidieron autorretratos u otro tipo de actividades excéntricas. Ante ninguna de estas ‘informalidades’ el Papa se mostró molesto o incómodo.
El papa Francisco sin duda alguna ha sido una figura para la Iglesia Católica de unión, aceptación y tolerancia. Se ha tomado fotos con muchísimas personas modificando profundamente la política de comunicación del Vaticano. Partiendo del ejemplo del papa, deberíamos centrarnos y enfocarnos en buscar soluciones certeras a las fuertes problemáticas que afectan a nuestro país, y dejar de gastar energías en discusiones sin sentido. En conclusión, ¿El hijo de la Vicemandataria tuvo una conducta inapropiada, violatoria al protocolo, impropia de represetantes de un país? Sí. ¿Debemos centrarnos en esa conducta? no. Antes bien, unamos nuestros esfuerzos como ciudadanía para vigilar y fiscalizar otros procesos importantes como la elección de Fiscal General.
@almazariegos
29 de abril, 2014
Hace algunas semanas, la Asociación Americana de Psiquiatría dio a conocer que tomar una ‘selfie’ representa o constituye un trastorno mental. El trastorno incluso recibe el nombre de ‘selfitis’ por considerarse un deseo compulsivo obsesivo para tomar fotos de uno mismo y publicarlos en redes sociales. Pese a ello, el fenómeno se ha convertido en una actividad empleada por muchos para diferentes objetivos. Algunos, quizás por un trastorno, otros por mercadeo personal, y otros por diversión. Tal ha sido el auge del autorretrato, que ha sido objeto de estudios científicos y ahora es el punto de partida de una nueva polémica nacional.
Durante las últimas horas hemos observado en las redes sociales fuertes críticas a la conducta presentada por el hijo de la Vice Presidente de la República Ingrid Roxana Baldetti Elías por su ‘selfie’ o autorretrato con el máximo jerarca de la Iglesia Católica, el Papa Francisco.
Para ponernos en contexto, según autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y cuenta oficial de la vicemandataria, Baldetti viajó a la ceremonia de canonización del Papa Juan Pablo II y Juan XXIII con el fin de solicitarle al papa Francisco que visite Guatemala. Al momento de pasar a saludar al Papa, Luis Pedro Paz Baldetti tiene un impulso por tomarse una selfie con el máximo jerarca, voltea a su madre en busca de aprobación, y asintiendo con la cabeza, Baldetti consiente el deseo de su hijo.
Antes de adentrarnos en desmenuzar las razones por las cuales las conductas de Luis Pedro Paz Baldetti no son aceptadas por la mayoría, hay que iniciar cuestionando las razones por las cuales Baldetti llevó a su hijo a este viaje. Se supone que los espacios en el Vaticano para la solemne ceremonia, debían ser ocupados por delegación diplomática que pudiera aprovechar el viaje y los acercamientos con personalidades para crear vínculos importantes con el país. Por otro lado, cabe resaltar que aunque por el momento no se conoce el monto total del gasto del viaje de la ‘pequeña delegación’, pareciera ser que la factura de viaje y viáticos del primogénito de Baldetti, iban incluidos en la factura pagada por nosotros, hecho que bajo ningún punto de vista debe ser aceptado por nosotros y debe ser el punto toral de la discusión, no la ‘selfie’ en sí.
Sin duda alguna, la conducta del hijo de la Vicepresidente es criticada pues la actividad a la que asistían no era un partido de fútbol o concierto de un famoso cantante de pop. Estamos hablando de una ceremonia solemne sobre la cual todo el mundo tendría los ojos puestos, y que por su magnitud, era de esperarse la presencia de varios fotógrafos profesionales y oficiales que captarían todos los momentos. Sin embargo, es preciso señalar que Paz Baldetti no fue el único en romper el protocolo. A él se unieron mandatarios y miembros de otras delegaciones que pidieron autorretratos u otro tipo de actividades excéntricas. Ante ninguna de estas ‘informalidades’ el Papa se mostró molesto o incómodo.
El papa Francisco sin duda alguna ha sido una figura para la Iglesia Católica de unión, aceptación y tolerancia. Se ha tomado fotos con muchísimas personas modificando profundamente la política de comunicación del Vaticano. Partiendo del ejemplo del papa, deberíamos centrarnos y enfocarnos en buscar soluciones certeras a las fuertes problemáticas que afectan a nuestro país, y dejar de gastar energías en discusiones sin sentido. En conclusión, ¿El hijo de la Vicemandataria tuvo una conducta inapropiada, violatoria al protocolo, impropia de represetantes de un país? Sí. ¿Debemos centrarnos en esa conducta? no. Antes bien, unamos nuestros esfuerzos como ciudadanía para vigilar y fiscalizar otros procesos importantes como la elección de Fiscal General.
@almazariegos