Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La prensa y los partidos políticos

Redacción
03 de abril, 2014

Si en Guatemala quieres ser presidente, diputado, o que te salga más barato ser alcalde necesitas un partido político. Es fácil convenir que en Guatemala no se les puede dar categoría de partidos, pues no cumplen algunas de las funciones básicas de un partido como: difundir las ideas o la filosofía del partido entre sus bases, representar a sus electores y canalizar recursos hacia proyectos de beneficio para la mayoría de sus electores. En Guatemala tenemos lo que muchos analistas han llamado vehículos electorales, que simplemente permiten participar a sus dueños o figuras principales y desaparecen cuando su líder no logra sumar votos. 

Es importante tener una idea de cómo se construye un partido político. La respuesta no tiene secretos, necesitas de promotores (ciudadanos que donen su tiempo para hacer crecer el proyecto en tamaño y mística) y de financistas que crean en el partido. Hay un dicho famoso que dice: “si quieres cambiar el mundo, primero necesitas dinero para pagar la renta de tu casa’. 
Como sociedad Guatemala tiene un problema que dificulta el surgimiento de proyectos nuevos en general y los proyectos políticos no son la excepción; y es que estamos sesgados hacia el corto plazo y un proyecto político no logra consolidarse en menos de cuatro años. Tanto los promotores como los financistas, quieren ser parte de un proyecto que sea exitoso en el corto plazo, por lo que cualquier señal que haga ver que no van por el camino correcto es un desincentivo enorme, tanto para el que aporta su tiempo, como para quien dona dinero. 
Los medios de comunicación y muchos académicos recomiendan que para consolidar la democracia es necesario que surjan partidos políticos de verdad, y logro identificar acciones, sobre todo de algunos medios, que no ayudan a alcanzar este objetivo. Por ejemplo: las famosas encuestas. Tomemos el caso de Prensa Libre (puede ser que me equivoque) pero este año batió record al publicar una encuesta (edición 15 de enero de 2014) casi 21 meses antes de las elecciones. ¿De qué sirve a la democracia esta publicación? Pues a los partidos que ya están consolidados (que son vehículos electorales) les permite ganar el favor de los financistas y algunos promotores, y a los que no aparecen en las encuestas, pues desanima tanto a promotores como a financistas. Pero no solo dañan el surgimiento, en potencia, de verdaderos partidos, sino que desinforman a la población. Por ejemplo: una encuesta(a jóvenes) publicada en revista crónica en septiembre de 1989 a 14 meses de la elección, daba los siguientes resultados; UCN 21%; PAN 28%; DCG 22%; PSD 5% y MAS 4%, y los resultados fueron: UCN 25.72%; MAS 24.14%; DCG y PAN 17% 
En octubre del 2002, a once meses de la elección, Prensa Libre publica una encuesta donde coloca a Oscar Berger del PAN con 52% de intención de voto, al FRG con 10% y a la UNE con 2.9%. El resultado final fue; Oscar Berger 34%, Álvaro Colon UNE 26%, FRG 19.3%. Y si seguimos investigando estos datos encontraremos equivocaciones iguales o más grandes que las anteriores. 
Publicar una encuesta con tantos meses de anticipación, dará como resultado números muy alejados de lo que será la realidad, favoreciendo a algunos grupos y perjudicando a otros, condenando a los ciudadanos a ver las mismas caras en las elecciones y a retrasar y complicar el surgimiento de mejores Partidos Políticos. 
¿Cuál será el interés detrás de estas encuestas? Más y mejor democracia parece estar claro que no, o tal vez sea más pauta publicitaria y ganancias mayores para los medios. Incluso se puede pensar que buscan favorecen a determinado grupo o candidato. 
Mejorar nuestro sistema electoral y de partidos políticos, demanda que muchas instituciones den un paso atrás en su actuar, y revisen que es lo que más le conviene a Guatemala en el largo plazo para así, lograr avanzar en la dirección correcta.

La prensa y los partidos políticos

Redacción
03 de abril, 2014

Si en Guatemala quieres ser presidente, diputado, o que te salga más barato ser alcalde necesitas un partido político. Es fácil convenir que en Guatemala no se les puede dar categoría de partidos, pues no cumplen algunas de las funciones básicas de un partido como: difundir las ideas o la filosofía del partido entre sus bases, representar a sus electores y canalizar recursos hacia proyectos de beneficio para la mayoría de sus electores. En Guatemala tenemos lo que muchos analistas han llamado vehículos electorales, que simplemente permiten participar a sus dueños o figuras principales y desaparecen cuando su líder no logra sumar votos. 

Es importante tener una idea de cómo se construye un partido político. La respuesta no tiene secretos, necesitas de promotores (ciudadanos que donen su tiempo para hacer crecer el proyecto en tamaño y mística) y de financistas que crean en el partido. Hay un dicho famoso que dice: “si quieres cambiar el mundo, primero necesitas dinero para pagar la renta de tu casa’. 
Como sociedad Guatemala tiene un problema que dificulta el surgimiento de proyectos nuevos en general y los proyectos políticos no son la excepción; y es que estamos sesgados hacia el corto plazo y un proyecto político no logra consolidarse en menos de cuatro años. Tanto los promotores como los financistas, quieren ser parte de un proyecto que sea exitoso en el corto plazo, por lo que cualquier señal que haga ver que no van por el camino correcto es un desincentivo enorme, tanto para el que aporta su tiempo, como para quien dona dinero. 
Los medios de comunicación y muchos académicos recomiendan que para consolidar la democracia es necesario que surjan partidos políticos de verdad, y logro identificar acciones, sobre todo de algunos medios, que no ayudan a alcanzar este objetivo. Por ejemplo: las famosas encuestas. Tomemos el caso de Prensa Libre (puede ser que me equivoque) pero este año batió record al publicar una encuesta (edición 15 de enero de 2014) casi 21 meses antes de las elecciones. ¿De qué sirve a la democracia esta publicación? Pues a los partidos que ya están consolidados (que son vehículos electorales) les permite ganar el favor de los financistas y algunos promotores, y a los que no aparecen en las encuestas, pues desanima tanto a promotores como a financistas. Pero no solo dañan el surgimiento, en potencia, de verdaderos partidos, sino que desinforman a la población. Por ejemplo: una encuesta(a jóvenes) publicada en revista crónica en septiembre de 1989 a 14 meses de la elección, daba los siguientes resultados; UCN 21%; PAN 28%; DCG 22%; PSD 5% y MAS 4%, y los resultados fueron: UCN 25.72%; MAS 24.14%; DCG y PAN 17% 
En octubre del 2002, a once meses de la elección, Prensa Libre publica una encuesta donde coloca a Oscar Berger del PAN con 52% de intención de voto, al FRG con 10% y a la UNE con 2.9%. El resultado final fue; Oscar Berger 34%, Álvaro Colon UNE 26%, FRG 19.3%. Y si seguimos investigando estos datos encontraremos equivocaciones iguales o más grandes que las anteriores. 
Publicar una encuesta con tantos meses de anticipación, dará como resultado números muy alejados de lo que será la realidad, favoreciendo a algunos grupos y perjudicando a otros, condenando a los ciudadanos a ver las mismas caras en las elecciones y a retrasar y complicar el surgimiento de mejores Partidos Políticos. 
¿Cuál será el interés detrás de estas encuestas? Más y mejor democracia parece estar claro que no, o tal vez sea más pauta publicitaria y ganancias mayores para los medios. Incluso se puede pensar que buscan favorecen a determinado grupo o candidato. 
Mejorar nuestro sistema electoral y de partidos políticos, demanda que muchas instituciones den un paso atrás en su actuar, y revisen que es lo que más le conviene a Guatemala en el largo plazo para así, lograr avanzar en la dirección correcta.