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Cobertura escolar ¿El sueño imposible?

Redacción
07 de abril, 2014

Dentro de las conocidas y mencionadas metas del milenio se encuentra la cobertura escolar total en el nivel de primaria: lograr la enseñanza primaria universal. Esta meta, de acuerdo a las estadísticas oficiales 2013 de Guatemala, se había prácticamente logrado con un 98% de la población. Esta cifra ha sufrido una baja, a un aproximado 86%, si saber la razón. 

La cobertura escolar, en todos los niveles, padece de retos que parecieran insuperables. Se escuchan las metas universales de organizaciones que apuntan al cumplimiento de los ciento ochenta días de clases, el ahínco a lograr un aprendizaje afianzado y docentes entregados a su vocación. Son elementos innegablemente necesarios para asegurar una educación de calidad. ¿Cómo llevarla a toda la Nación, y de manera inmediata en todos los idiomas? 
La herramienta más inmediata es la tecnología. No comprendida como una tableta en manos de cada alumno, desde preprimaria hasta diversificado, aunque si es una buena meta que se debe proponer a mediano plazo. Usar la tecnología implementada como medio de entrega del docente de vocación, por medio de aulas virtuales. 
Esta modalidad ya esta en uso. Marcel Reichenbach, en el colegio Suizo Americano, imparte clases virtuales, interactivas, ciertamente semi presenciales porque se permite una interacción con el alumno que está a kilómetros de distancia, o con los alumnos que estén en frente. ¿Qué es la educación si no un intercambio entre guía y guiado? Como lo expresó Marcel, es “humanizar la tecnología” porque el docente si interactúa con el estudiante, quien no únicamente escucha un video, u observa un enlace. Se comunica con el docente, y ambos aprenden. 
Esta experiencia se puede replicar. Es posible alcanzar a toda a nación, que aunque no existan carreteras, que lleguen a los rincones más retirados del país, si una señal puede llegar. Se necesita un sitio, una infraestructura y voluntad. Hay escuelas; si no las hay, existen salones municipales donde se pueden reunir grupos escolares. Se multiplica la enseñanza de los docentes, en todos los idiomas, en todas los departamentos del país. 
¿Qué se necesita? Una política pública de conectividad. Una decisión de Estado que dedique esfuerzo económico en construir una red virtual; tomar la decisión de dejar atrás el desarrollo de textos en todos los idiomas nacionales, y mejor impartir las clases en ellos. Compartir L1 (Idioma materna), L2 (Idioma Maya) y L3 (Idioma extranjero) activamente, fortaleciendo las socialización, destrezas lectoras y matemáticas; materias importantes pero no son todo. Ciencias naturales, sociales, arte, todas las asignaturas necesarias pueden ser impartidas de manera virtual, semi presencial, en todos los niveles (Primaria, Básico y Diversificado). Es el medio que pueda alcanzar un cobertura masiva a un corto plazo. 
Existen muchas iniciativas en funcionamiento, por áreas pequeñas y con buena voluntad. Es necesario unir estos esfuerzos en uno, una gran ruta, no una red de pequeños caminos. 
De igual manera es posible una actualización profesional permanente. El docente en servicio, en el sector en que se encuentre, publico, privado, por cooperativo o municipal, no podrá siempre asistir a una continua actualización, indispensable en el mundo actual. Es cierto que la base de una educación integral, la que se pretende, abarcado a toda la gama de los talentos humanos, es la misma desde el tiempo de los griegos; dedicarse al desarrollo de ser humano; la modalidad de entrega es otra, y los destreza necesarias cambian todos los días. 
Conectividad no sólo son las redes sociales; conectividad es comunicación, es alcance a todo ser humano que pueda escuchar, leer y ver. Es provocar la necesidad de responder, cuestionar, analizar. La conectividad es el camino para arribar al sueño imposible.

Cobertura escolar ¿El sueño imposible?

Redacción
07 de abril, 2014

Dentro de las conocidas y mencionadas metas del milenio se encuentra la cobertura escolar total en el nivel de primaria: lograr la enseñanza primaria universal. Esta meta, de acuerdo a las estadísticas oficiales 2013 de Guatemala, se había prácticamente logrado con un 98% de la población. Esta cifra ha sufrido una baja, a un aproximado 86%, si saber la razón. 

La cobertura escolar, en todos los niveles, padece de retos que parecieran insuperables. Se escuchan las metas universales de organizaciones que apuntan al cumplimiento de los ciento ochenta días de clases, el ahínco a lograr un aprendizaje afianzado y docentes entregados a su vocación. Son elementos innegablemente necesarios para asegurar una educación de calidad. ¿Cómo llevarla a toda la Nación, y de manera inmediata en todos los idiomas? 
La herramienta más inmediata es la tecnología. No comprendida como una tableta en manos de cada alumno, desde preprimaria hasta diversificado, aunque si es una buena meta que se debe proponer a mediano plazo. Usar la tecnología implementada como medio de entrega del docente de vocación, por medio de aulas virtuales. 
Esta modalidad ya esta en uso. Marcel Reichenbach, en el colegio Suizo Americano, imparte clases virtuales, interactivas, ciertamente semi presenciales porque se permite una interacción con el alumno que está a kilómetros de distancia, o con los alumnos que estén en frente. ¿Qué es la educación si no un intercambio entre guía y guiado? Como lo expresó Marcel, es “humanizar la tecnología” porque el docente si interactúa con el estudiante, quien no únicamente escucha un video, u observa un enlace. Se comunica con el docente, y ambos aprenden. 
Esta experiencia se puede replicar. Es posible alcanzar a toda a nación, que aunque no existan carreteras, que lleguen a los rincones más retirados del país, si una señal puede llegar. Se necesita un sitio, una infraestructura y voluntad. Hay escuelas; si no las hay, existen salones municipales donde se pueden reunir grupos escolares. Se multiplica la enseñanza de los docentes, en todos los idiomas, en todas los departamentos del país. 
¿Qué se necesita? Una política pública de conectividad. Una decisión de Estado que dedique esfuerzo económico en construir una red virtual; tomar la decisión de dejar atrás el desarrollo de textos en todos los idiomas nacionales, y mejor impartir las clases en ellos. Compartir L1 (Idioma materna), L2 (Idioma Maya) y L3 (Idioma extranjero) activamente, fortaleciendo las socialización, destrezas lectoras y matemáticas; materias importantes pero no son todo. Ciencias naturales, sociales, arte, todas las asignaturas necesarias pueden ser impartidas de manera virtual, semi presencial, en todos los niveles (Primaria, Básico y Diversificado). Es el medio que pueda alcanzar un cobertura masiva a un corto plazo. 
Existen muchas iniciativas en funcionamiento, por áreas pequeñas y con buena voluntad. Es necesario unir estos esfuerzos en uno, una gran ruta, no una red de pequeños caminos. 
De igual manera es posible una actualización profesional permanente. El docente en servicio, en el sector en que se encuentre, publico, privado, por cooperativo o municipal, no podrá siempre asistir a una continua actualización, indispensable en el mundo actual. Es cierto que la base de una educación integral, la que se pretende, abarcado a toda la gama de los talentos humanos, es la misma desde el tiempo de los griegos; dedicarse al desarrollo de ser humano; la modalidad de entrega es otra, y los destreza necesarias cambian todos los días. 
Conectividad no sólo son las redes sociales; conectividad es comunicación, es alcance a todo ser humano que pueda escuchar, leer y ver. Es provocar la necesidad de responder, cuestionar, analizar. La conectividad es el camino para arribar al sueño imposible.