Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Reflexiones sobre una carta de un conservador a un liberal.

Redacción
16 de mayo, 2014

0018474832UFM4011566814.0< ![endif]-->

Normal0falsefalsefalseESJAX-NONE< ![endif]-->< ![endif]-->

< ![endif]-->

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Consultandoejemplares de periódicos resguardados en la Hemeroteca Nacional, nos topamoscon números de 1928 que contienen importantes sucesos históricos tanto enGuatemala como de C.A. Las notas se desarrollaron durante el «período de entreguerras»en la década del veinte. Despuésde los cuartelazos que pusieran fin al régimen autocrático de Estrada Cabrera yel breve experimento democrático de Carlos Herrera, el regreso delautoritarismo, personificado tanto por el triunvirato de 1920, como por elGral. José Mª. Orellana P.; súbitamente se restituyen las libertades constitucionales,tanto del ciudadano como de la prensa escrita finales de 1926. El Gral. LázaroT. Chacón G., como primer designado por la Asamblea Legislativa y futuropresidente constitucional es el artífice de tal prodigio. La repercusión a estofue tal que incluso la pluma de los intelectuales, tras largos años reprimida,pronto dan rienda suelta a sus pasiones ideológicas, incluso hacia el gobiernoque las permite. En estaspublicaciones se atestigua el periodo histórico menos estudiado del siglo XX enGuatemala, periodo de relativa calma y prosperidad económica tras años dedeclive y malas gestiones. En Nicaragua las tropas de EE.UU, se enfrentabandesde mayo de 1927 con las guerrillas comandadas por Augusto C. Sandino.Mientras esto se daba, en el área fronteriza entre Guatemala y Honduras seconvertía en manzana de la discordia, dado el interés de la Cuyomel Fruit Co.en adquirir tierras del lado guatemalteco. Las conversaciones bilaterales —queeran de dominio público— se prolongaron hasta 1933. Dados losconflictos derivados de las intervenciones americanas, el antiamericanismo dela población respaldó la sublevación sandina nicaragüense, propiciando el augede las ideologías de izquierda de clubes políticos y sindicatos. Estos últimosse habrían lentamente paso en la palestra pública, cabildeando en defensa deleyes laborales proteccionistas (reducción de horario laboral y cuotasgremiales favorables al trabajador nacional). En la posición contraria semanifestaban los periodistas de escuela liberal advirtiendo en notas sobreeconomía la inconveniencia de tales medidas de tipo progresista, en detrimentono solo del trabajador mismo sino del espíritu empresarial, minado a su vez porel tema que repetidamente aparece en esos años: la nacionalización y susimplicaciones globales —poniendo el ejemplo de Rusia como paradigma—. Un temaque cobraba relevancia era contar de nuevo con una universidad nacional, dadala necesidad de homologar la enseñanza superior guatemalteca con institucionesanáloga del exterior. De estas notas, el tema de mayorimportancia en el periodo lo constituye la reforma constitucional prometida porel Gral. Chacón durante la campaña electoral de 1926. El populismo brillaba porsu ausencia en la política guatemalteca, haciendo uso en su lugar de losolvidados principios de la cortesía y urbanidad entre los ciudadanos. Losdebates comúnmente se concertaban desde las páginas de los distintos periódicosexistentes, con el ánimo de discutir discrepancias entre personalidades conideología contraria. Una de estas figuras relevantes, asiendo uso de su derechode expresión dirigió un «campo ajeno» el 5 de enero de 1928, al mismísimopresidente de la republica Su nombre era Manuel Cobos Batres,abogado y notario, hombre político involucrado en la fundación del PartidoUnionista en 1919 y por consiguiente uno de sus dirigentes durante la Semana Trágicade abril de 1920. Por ser hombre de letras y líder político era sumamenterespetado por la ciudadanía guatemalteca. Su carisma y determinación tanto ensu actuación pasada como en aquellos días, trascendería décadas más tarde paraenfrentarse a la dictadura ubiquista y autoritarismo post-revolucionario. Sureputación de hombre probo e inteligente, le otorgaban la libertad de dirigirseal máximo representante del liberalismo guatemalteco —que en su momento era LázaroChacón— ya no como líder unionista, sino como ciudadano de tendencias alconservantismo, un tanto reforzado por la doctrina social de la Iglesia. El propósito de su misiva básicamentealbergaba el agradecimiento general a varios puntos que en casi año y medio delabores administrativas la ciudadanía atestiguo de forma insólita. El restablecimientodel orden constitucional, con las modificaciones necesarias a la constituciónde 1879 donde se restablecía el poder republicano en tres instancias autónomas,así como el levantamiento de la censura de la prensa y la regreso a losciudadanos de las libertades individuales, prescritas en la reforma de 1921.También hace una descripción mordaz sobre las causas y efectos que conlleva lacarencia de una cultura de tradición institucional, que con la deriva de losgobiernos tiende a modificar sus reglas de acuerdo a la conveniencia de las oligarquías.  Elogia deforma sincera y sin pretensiones la honestidad, rectitud y entereza del Gral. Chacón,no solo por cumplir con la palabra empeñada sino también por no dejarsedoblegar por la nomenclatura mas añeja del partido liberal, en cuyo senoperduraba el espíritu de Barrios y Cabrera. Por último aboga porque elpresidente pueda cabildera en el concurso centroamericano para resolver de unavez por todas con el largo conflicto que en Nicaragua venia desarrollándosedesde 1912 y que al postre amenazaba con desbordarse a regiones aledañas almismo. Por último, termina sus palabras felicitando al presidente, instándolo aque no se desvié de su camino, manteniendo claros sus objetivos y evitando cualquierelemento anómalo que pudiera descarrilar su recto desempeño al servicio de la republica. 
José Roberto Dardón López

Reflexiones sobre una carta de un conservador a un liberal.

Redacción
16 de mayo, 2014

0018474832UFM4011566814.0< ![endif]-->

Normal0falsefalsefalseESJAX-NONE< ![endif]-->< ![endif]-->

< ![endif]-->

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Consultandoejemplares de periódicos resguardados en la Hemeroteca Nacional, nos topamoscon números de 1928 que contienen importantes sucesos históricos tanto enGuatemala como de C.A. Las notas se desarrollaron durante el «período de entreguerras»en la década del veinte. Despuésde los cuartelazos que pusieran fin al régimen autocrático de Estrada Cabrera yel breve experimento democrático de Carlos Herrera, el regreso delautoritarismo, personificado tanto por el triunvirato de 1920, como por elGral. José Mª. Orellana P.; súbitamente se restituyen las libertades constitucionales,tanto del ciudadano como de la prensa escrita finales de 1926. El Gral. LázaroT. Chacón G., como primer designado por la Asamblea Legislativa y futuropresidente constitucional es el artífice de tal prodigio. La repercusión a estofue tal que incluso la pluma de los intelectuales, tras largos años reprimida,pronto dan rienda suelta a sus pasiones ideológicas, incluso hacia el gobiernoque las permite. En estaspublicaciones se atestigua el periodo histórico menos estudiado del siglo XX enGuatemala, periodo de relativa calma y prosperidad económica tras años dedeclive y malas gestiones. En Nicaragua las tropas de EE.UU, se enfrentabandesde mayo de 1927 con las guerrillas comandadas por Augusto C. Sandino.Mientras esto se daba, en el área fronteriza entre Guatemala y Honduras seconvertía en manzana de la discordia, dado el interés de la Cuyomel Fruit Co.en adquirir tierras del lado guatemalteco. Las conversaciones bilaterales —queeran de dominio público— se prolongaron hasta 1933. Dados losconflictos derivados de las intervenciones americanas, el antiamericanismo dela población respaldó la sublevación sandina nicaragüense, propiciando el augede las ideologías de izquierda de clubes políticos y sindicatos. Estos últimosse habrían lentamente paso en la palestra pública, cabildeando en defensa deleyes laborales proteccionistas (reducción de horario laboral y cuotasgremiales favorables al trabajador nacional). En la posición contraria semanifestaban los periodistas de escuela liberal advirtiendo en notas sobreeconomía la inconveniencia de tales medidas de tipo progresista, en detrimentono solo del trabajador mismo sino del espíritu empresarial, minado a su vez porel tema que repetidamente aparece en esos años: la nacionalización y susimplicaciones globales —poniendo el ejemplo de Rusia como paradigma—. Un temaque cobraba relevancia era contar de nuevo con una universidad nacional, dadala necesidad de homologar la enseñanza superior guatemalteca con institucionesanáloga del exterior. De estas notas, el tema de mayorimportancia en el periodo lo constituye la reforma constitucional prometida porel Gral. Chacón durante la campaña electoral de 1926. El populismo brillaba porsu ausencia en la política guatemalteca, haciendo uso en su lugar de losolvidados principios de la cortesía y urbanidad entre los ciudadanos. Losdebates comúnmente se concertaban desde las páginas de los distintos periódicosexistentes, con el ánimo de discutir discrepancias entre personalidades conideología contraria. Una de estas figuras relevantes, asiendo uso de su derechode expresión dirigió un «campo ajeno» el 5 de enero de 1928, al mismísimopresidente de la republica Su nombre era Manuel Cobos Batres,abogado y notario, hombre político involucrado en la fundación del PartidoUnionista en 1919 y por consiguiente uno de sus dirigentes durante la Semana Trágicade abril de 1920. Por ser hombre de letras y líder político era sumamenterespetado por la ciudadanía guatemalteca. Su carisma y determinación tanto ensu actuación pasada como en aquellos días, trascendería décadas más tarde paraenfrentarse a la dictadura ubiquista y autoritarismo post-revolucionario. Sureputación de hombre probo e inteligente, le otorgaban la libertad de dirigirseal máximo representante del liberalismo guatemalteco —que en su momento era LázaroChacón— ya no como líder unionista, sino como ciudadano de tendencias alconservantismo, un tanto reforzado por la doctrina social de la Iglesia. El propósito de su misiva básicamentealbergaba el agradecimiento general a varios puntos que en casi año y medio delabores administrativas la ciudadanía atestiguo de forma insólita. El restablecimientodel orden constitucional, con las modificaciones necesarias a la constituciónde 1879 donde se restablecía el poder republicano en tres instancias autónomas,así como el levantamiento de la censura de la prensa y la regreso a losciudadanos de las libertades individuales, prescritas en la reforma de 1921.También hace una descripción mordaz sobre las causas y efectos que conlleva lacarencia de una cultura de tradición institucional, que con la deriva de losgobiernos tiende a modificar sus reglas de acuerdo a la conveniencia de las oligarquías.  Elogia deforma sincera y sin pretensiones la honestidad, rectitud y entereza del Gral. Chacón,no solo por cumplir con la palabra empeñada sino también por no dejarsedoblegar por la nomenclatura mas añeja del partido liberal, en cuyo senoperduraba el espíritu de Barrios y Cabrera. Por último aboga porque elpresidente pueda cabildera en el concurso centroamericano para resolver de unavez por todas con el largo conflicto que en Nicaragua venia desarrollándosedesde 1912 y que al postre amenazaba con desbordarse a regiones aledañas almismo. Por último, termina sus palabras felicitando al presidente, instándolo aque no se desvié de su camino, manteniendo claros sus objetivos y evitando cualquierelemento anómalo que pudiera descarrilar su recto desempeño al servicio de la republica. 
José Roberto Dardón López