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Giordano y la próxima generación de jóvenes

Redacción
20 de mayo, 2014

Semanas muy atrás salió la noticia que Juan Manuel Giordano abandonaba el partido TODOS para integrarse al partido de Libertad Democrática Renovada (LIDER). A pesar que para muchos, esto ya es una noticia “vieja”, creo que es importante retomar el tema de nuevo, no por que sea necesario hablar de Giordano y su pobre actuación dentro del Congreso, sino por que él, es el perfecto ejemplo de lo que nuestro nefasto sistema político genera en nuestros funcionarios públicos. 

Al momento de anunciar su traslado a la bancada roja, Juan Manuel Giordano explicaba a los medios qué su decisión de regresar a LIDER se debía a que buscaba el barco ganador, el cual a su criterio era el bloque de Manuel Baldizón. 
Cuando leí sus declaraciones me sentí enfurecida. Primero por el cinismo con el cual Giordano anunciaba los motivos de su traslado. Ni se tomo la molestia de expresar que se unía al bloque rojo por que podía hacer más por su distrito, o por que iba a contar con el respaldo de una bancada más grande. Ni es necesario que diga, que ni mencionó que se unía a LIDER por qué sentía afinidad con la ideología que dicho partido profesa, por que seamos realistas, la única ideología que los partidos y nuestros diputados entienden y practican es la ideología de la reelección y la satisfacción de intereses personales. 
Espere varios días para ver si mi reacción era compartida, y lo fue por algunos, pero la mayoría olvidó la noticia al siguiente día. Se ha convertido en una práctica tan común que ha sido aceptada como una regla del actuar político. El funcionario ya no se preocupa por responder a sus ciudadanos, por hacer cambios positivos para el país, lo único que les importa es mantenerse en el poder, no importa como, no importa con quien. Y el hecho que Giordano lo haya expresado tan abiertamente, y que la población no se haya enfurecido o sentido indignada por eso, significa que una gran parte de los ciudadanos también consideran que el Estado sólo sirve para enriquecer a quienes trabajan en él. 
A mi no solo me preocupa Juan Manuel Giordano, ni Marco Aurelio Pineda, ni los muchos más que la única labor que han hecho dentro del Congreso ha sido cambiarse de partido. Me preocupa la futura generación, los que dentro de 30 o 40 años estarán dirigiendo el país en las diferentes esferas publicas, privadas y académicas. Me preocupa que éstos vayan a compartir el mismo concepto de Estado y Gobierno que tienen nuestros actuales dirigentes y que solo se animen a participar por que también quieren ser parte de la repartición patrimonial. 
A pesar que nuestro sistema aún no nos permite evaluar y fiscalizar de mejor manera a nuestros representantes, aún tenemos la herramienta del voto para castigar a aquellos que consideramos no nos representan.
Y en cuanto a la futura generación, debemos aprovechar los varios espacios que tenemos para informar y concientizar sobre el actuar de nuestros políticos y sobre el verdadero rol del Estado.

Giordano y la próxima generación de jóvenes

Redacción
20 de mayo, 2014

Semanas muy atrás salió la noticia que Juan Manuel Giordano abandonaba el partido TODOS para integrarse al partido de Libertad Democrática Renovada (LIDER). A pesar que para muchos, esto ya es una noticia “vieja”, creo que es importante retomar el tema de nuevo, no por que sea necesario hablar de Giordano y su pobre actuación dentro del Congreso, sino por que él, es el perfecto ejemplo de lo que nuestro nefasto sistema político genera en nuestros funcionarios públicos. 

Al momento de anunciar su traslado a la bancada roja, Juan Manuel Giordano explicaba a los medios qué su decisión de regresar a LIDER se debía a que buscaba el barco ganador, el cual a su criterio era el bloque de Manuel Baldizón. 
Cuando leí sus declaraciones me sentí enfurecida. Primero por el cinismo con el cual Giordano anunciaba los motivos de su traslado. Ni se tomo la molestia de expresar que se unía al bloque rojo por que podía hacer más por su distrito, o por que iba a contar con el respaldo de una bancada más grande. Ni es necesario que diga, que ni mencionó que se unía a LIDER por qué sentía afinidad con la ideología que dicho partido profesa, por que seamos realistas, la única ideología que los partidos y nuestros diputados entienden y practican es la ideología de la reelección y la satisfacción de intereses personales. 
Espere varios días para ver si mi reacción era compartida, y lo fue por algunos, pero la mayoría olvidó la noticia al siguiente día. Se ha convertido en una práctica tan común que ha sido aceptada como una regla del actuar político. El funcionario ya no se preocupa por responder a sus ciudadanos, por hacer cambios positivos para el país, lo único que les importa es mantenerse en el poder, no importa como, no importa con quien. Y el hecho que Giordano lo haya expresado tan abiertamente, y que la población no se haya enfurecido o sentido indignada por eso, significa que una gran parte de los ciudadanos también consideran que el Estado sólo sirve para enriquecer a quienes trabajan en él. 
A mi no solo me preocupa Juan Manuel Giordano, ni Marco Aurelio Pineda, ni los muchos más que la única labor que han hecho dentro del Congreso ha sido cambiarse de partido. Me preocupa la futura generación, los que dentro de 30 o 40 años estarán dirigiendo el país en las diferentes esferas publicas, privadas y académicas. Me preocupa que éstos vayan a compartir el mismo concepto de Estado y Gobierno que tienen nuestros actuales dirigentes y que solo se animen a participar por que también quieren ser parte de la repartición patrimonial. 
A pesar que nuestro sistema aún no nos permite evaluar y fiscalizar de mejor manera a nuestros representantes, aún tenemos la herramienta del voto para castigar a aquellos que consideramos no nos representan.
Y en cuanto a la futura generación, debemos aprovechar los varios espacios que tenemos para informar y concientizar sobre el actuar de nuestros políticos y sobre el verdadero rol del Estado.