El Presidente de Estados Unidos Barack Hussein Obama anunció en la Academia Militar estadunidense en West Point, el miércoles 28 de mayo, su nueva política externa para el país. Para tremenda decepción de los 1,046 cadetes que se graduaban de West Point, el mismo Presidente Obama se apuntó para darles el discurso de su graduación. Como militares americanos, están obligados por juramento a ser fieles a la autoridad civil. Sería anti-americano no serlo. Pero el sentimiento militar en Estados Unidos es que están ante un Presidente, un Comandante-en-Jefe que no sabe, ni entiende que es liderazgo, y ni le interesa. Y su intento de aclarar, finalmente, en que consiste su visión de política externa levantó más dudas que nunca. Cito textualmente:
“Llamo al Congreso a apoyar un fondo contra-terrorismo de $5 mil millones, que nos permitirá entrenar, fortalecer capacidades y facilitar a países socios en las líneas fronterizas. Estos recursos nos dará la flexibilidad para cumplir diferentes misiones, incluyendo fuerzas de seguridad en Yemen, que están a la ofensiva contra al Qaeda, apoyar una fuerza multinacional en Somalia, trabajar con aliados europeos para entrenar una fuerza de seguridad en Libia, y apoyar operaciones francesas en Mali. Una estrategia que implica invadir cada país que esconde redes terroristas es ingenuo e insostenible. Debemos aprender de las lecciones de Irak e Afganistán para asociarnos mejor con países donde los terroristas buscan operar.”
El Presidente de Estados Unidos Barack Hussein Obama anunció en la Academia Militar estadunidense en West Point, el miércoles 28 de mayo, su nueva política externa para el país. Para tremenda decepción de los 1,046 cadetes que se graduaban de West Point, el mismo Presidente Obama se apuntó para darles el discurso de su graduación. Como militares americanos, están obligados por juramento a ser fieles a la autoridad civil. Sería anti-americano no serlo. Pero el sentimiento militar en Estados Unidos es que están ante un Presidente, un Comandante-en-Jefe que no sabe, ni entiende que es liderazgo, y ni le interesa. Y su intento de aclarar, finalmente, en que consiste su visión de política externa levantó más dudas que nunca. Cito textualmente:
“Llamo al Congreso a apoyar un fondo contra-terrorismo de $5 mil millones, que nos permitirá entrenar, fortalecer capacidades y facilitar a países socios en las líneas fronterizas. Estos recursos nos dará la flexibilidad para cumplir diferentes misiones, incluyendo fuerzas de seguridad en Yemen, que están a la ofensiva contra al Qaeda, apoyar una fuerza multinacional en Somalia, trabajar con aliados europeos para entrenar una fuerza de seguridad en Libia, y apoyar operaciones francesas en Mali. Una estrategia que implica invadir cada país que esconde redes terroristas es ingenuo e insostenible. Debemos aprender de las lecciones de Irak e Afganistán para asociarnos mejor con países donde los terroristas buscan operar.”