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Los hombres las prefieren…

Redacción
05 de mayo, 2014

Hace unos días, rondaba en redes sociales la noticia que el cotizado actor de Hollywood George Clooney se comprometió con una abogada londinese especializada en Derechos Humanos. Al leer estas primeras líneas, estoy segura que muchos piensan que es una discusión banal o sin sentido. Sin embargo, es importante adentrarnos en otra discusión que en lo personal me encanta: la evolución de la mujer. 

Clooney se había caracterizado por salir con supermodelos o actrices. ¿Qué lo lleva ahora a decidir pasar el resto de sus días con una mujer totalmente diferente a las que acostumbraba? ¿Qué vio en su ahora prometida, Amal Alamuddin, que lo hiciera convencerse de lo que parecía no atraerle? ¿Por qué nos interesa a todos partir de un ejemplo tan sencillo para lograr conclusiones un tanto más complejas? 
Durante los últimos años, se ha sostenido que la imagen y concepción de la mujer ha sido paulatina, pero severamente dañada. Muchos defienden que la música, películas, series de televisión y en sí, el patrón machista de una sociedad, hacen que muchos hombres no traten a las mujeres como merecen o que la mujer confunda y piense que un mal trato es lo que ‘le toca aguantar’. 
Algunas ideas como “Las prefieren brutas”, las prefieren de “X forma”, letras de canciones normalmente de “reggaetón”, o la idea heredada por años de que la mujer sólo debe aprender tareas básicas del hogar, estudiar y buscar esposo antes de graduarse, inciden directamente en lo que yo nombro ‘la abofeteada a soñar’. 
Cabe resaltar que aunque todos los individuos aspiramos a cosas diferentes y nos interesamos por temas distintos, considero que las mujeres y toda la población en sí, debemos comprender que estamos en el mundo para ser felices y ser una mejor versión de nosotros cada día. Si para una de ellas, su anhelo es conseguir éxito profesional, no debe dejarse abofetear por temores infundidos por la sociedad como “no vas a conseguir esposo”, “no podrás tener hijos”, etc. Una mujer que se capacita, trabaja por lo que quiere y empieza a alcanzarlo, logra confiar en ella misma y valorarse más. Si una persona, mujer u hombre, logra valorarse plenamente, será aún más sencillo que otro individuo lo haga también. Una mujer de este tipo, empieza a ser la compañera que muchos buscan, pues en gran parte se debe alcanzar la admiración por quien se quiere. Se convierte en la Amal Alamuddin de un Clooney. 
El ejemplo citado en principio nos deja diferentes enseñanzas. Una de ellas es que no existe un divorcio entre el éxito profesional y el éxito sentimental. Debemos querernos primero para amar a alguien más. Eso implica, tener un grado moderado de egoísmo que me permita alcanzar mis sueños y complementarlos con quien desee convidarlos. Además, se debe dejar en claro que aunque me dirijo en esta ocasión a las mujeres, el concepto es el mismo para todos. Unirse a alguien no representa abandonarse a sí mismo. 
Otra enseñanza y quizás la más importante es que en efecto, las mujeres estamos cambiando. Buscamos ser independientes para evitar tener una negativa codependencia, que ayuda además a lograr que nuestra autoestima suba, que no aceptemos etiquetas o ideas incorrectas sobre cómo debemos ser para “lograr aceptación del sexo masculino”. Para terminar, respondo una de nuestras primeras preguntas: ¿Qué vio el actor en la abogada asesora de Kofi Annan? Es simple. Identificó una mujer plena e integral que no lo necesitaba. Más bien, lo complementaba.

Twitter: 

@almazariegos

Los hombres las prefieren…

Redacción
05 de mayo, 2014

Hace unos días, rondaba en redes sociales la noticia que el cotizado actor de Hollywood George Clooney se comprometió con una abogada londinese especializada en Derechos Humanos. Al leer estas primeras líneas, estoy segura que muchos piensan que es una discusión banal o sin sentido. Sin embargo, es importante adentrarnos en otra discusión que en lo personal me encanta: la evolución de la mujer. 

Clooney se había caracterizado por salir con supermodelos o actrices. ¿Qué lo lleva ahora a decidir pasar el resto de sus días con una mujer totalmente diferente a las que acostumbraba? ¿Qué vio en su ahora prometida, Amal Alamuddin, que lo hiciera convencerse de lo que parecía no atraerle? ¿Por qué nos interesa a todos partir de un ejemplo tan sencillo para lograr conclusiones un tanto más complejas? 
Durante los últimos años, se ha sostenido que la imagen y concepción de la mujer ha sido paulatina, pero severamente dañada. Muchos defienden que la música, películas, series de televisión y en sí, el patrón machista de una sociedad, hacen que muchos hombres no traten a las mujeres como merecen o que la mujer confunda y piense que un mal trato es lo que ‘le toca aguantar’. 
Algunas ideas como “Las prefieren brutas”, las prefieren de “X forma”, letras de canciones normalmente de “reggaetón”, o la idea heredada por años de que la mujer sólo debe aprender tareas básicas del hogar, estudiar y buscar esposo antes de graduarse, inciden directamente en lo que yo nombro ‘la abofeteada a soñar’. 
Cabe resaltar que aunque todos los individuos aspiramos a cosas diferentes y nos interesamos por temas distintos, considero que las mujeres y toda la población en sí, debemos comprender que estamos en el mundo para ser felices y ser una mejor versión de nosotros cada día. Si para una de ellas, su anhelo es conseguir éxito profesional, no debe dejarse abofetear por temores infundidos por la sociedad como “no vas a conseguir esposo”, “no podrás tener hijos”, etc. Una mujer que se capacita, trabaja por lo que quiere y empieza a alcanzarlo, logra confiar en ella misma y valorarse más. Si una persona, mujer u hombre, logra valorarse plenamente, será aún más sencillo que otro individuo lo haga también. Una mujer de este tipo, empieza a ser la compañera que muchos buscan, pues en gran parte se debe alcanzar la admiración por quien se quiere. Se convierte en la Amal Alamuddin de un Clooney. 
El ejemplo citado en principio nos deja diferentes enseñanzas. Una de ellas es que no existe un divorcio entre el éxito profesional y el éxito sentimental. Debemos querernos primero para amar a alguien más. Eso implica, tener un grado moderado de egoísmo que me permita alcanzar mis sueños y complementarlos con quien desee convidarlos. Además, se debe dejar en claro que aunque me dirijo en esta ocasión a las mujeres, el concepto es el mismo para todos. Unirse a alguien no representa abandonarse a sí mismo. 
Otra enseñanza y quizás la más importante es que en efecto, las mujeres estamos cambiando. Buscamos ser independientes para evitar tener una negativa codependencia, que ayuda además a lograr que nuestra autoestima suba, que no aceptemos etiquetas o ideas incorrectas sobre cómo debemos ser para “lograr aceptación del sexo masculino”. Para terminar, respondo una de nuestras primeras preguntas: ¿Qué vio el actor en la abogada asesora de Kofi Annan? Es simple. Identificó una mujer plena e integral que no lo necesitaba. Más bien, lo complementaba.

Twitter: 

@almazariegos