Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Usted podría con 63 investigaciones a la vez?

Redacción
11 de junio, 2014

A menos de un mes de haber asumido el cargo, tuve la oportunidad de escuchar el plan de trabajo y las expectativas de la Fiscal General, Thelma Aldana. Es evidente que tiene clara una ruta definida por las limitaciones que la realidad le impone: Construir una política criminal del Estado, fortalecer la persecución penal estratégica, revisar el modelo de gestión del Ministerio Público, ampliar la cobertura de fiscalías de la mujer en el interior del país, implementar fiscalías contra extorsiones y contra secuestros, y mejorar la coordinación interinstitucional. 

Lamentablemente las buenas intenciones se chocan con un muro de realidad y necesidades urgentes.

Mientras la escuchaba, hacía números mentales: el Ministerio Público cuenta con 1,869 fiscales, 750 investigadores criminales y 550 oficiales de fiscalías. En tanto, en Guatemala ocurre un promedio de 35,000 delitos anuales. Así las cosas, cada fiscal debe conocer 18 casos anuales; los investigadores, 46; y los oficiales, 63. Ello asumiendo que todos conocen todos los casos, pero sabemos que eso no es así porque cada Fiscalía tiene una especialidad y, por ende, sólo conoce los casos relacionados a ésta.

¿Cómo puede un fiscal, un oficial o un investigador ser eficiente en esas condiciones? Cualquiera que haya hecho una mínima investigación, aunque sea académica, sabe que el recopilar, depurar, analizar y sistematizar información de UN solo caso le puede llevar muchos meses. Imagínese si tendría que hacer 18, 46 ó 63 investigaciones paralelas… ¿cómo le podemos exigir esos resultados a una persona?
Ese debería ser el primer paso para empezar a hacer eficiente la persecución penal. De lo contrario, seguiremos con unos números que superan la institucionalidad y las capacidades reales.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

La Fiscal nos recordó también las condiciones actuales de trabajo del Ministerio Público… triste ver nuevamente las escenas donde los “archivos” se ‘ordenan’ apilados en el piso y sin ningún resguardo de la evidencia.

Cómo es posible que un Fiscal, que cualquier funcionario, deje su puesto en esas condiciones. ¡Y cómo es posible que los ciudadanos no exijamos más! Estoy segura que muchos habrían sido despedidos por situaciones menores en cualquier trabajo… y entonces, ¿por qué lo toleramos? ¿Es ese el tipo de funcionario o servidor público que queremos… que merecemos?
¿Qué podemos esperar los ciudadanos entonces?

Mientras tanto, se conocen casos de corrupción en muchas instituciones públicas; los servidores públicos siguen sirviéndose de lo público y no al público; nuestros diputados siguen aprobando préstamos y ampliaciones presupuestarias, que sólo endeudan al que SI paga impuestos. ¡Mientras todo eso pasa, nada pasa! Aquellos aplausos a la anterior Fiscal parecen olvidados. Mientras ella camina por unas calles de Europa, aquí seguimos esperando que la persecución penal funcione. ¡Ojalá el siguiente período sea mejor!

¿Usted podría con 63 investigaciones a la vez?

Redacción
11 de junio, 2014

A menos de un mes de haber asumido el cargo, tuve la oportunidad de escuchar el plan de trabajo y las expectativas de la Fiscal General, Thelma Aldana. Es evidente que tiene clara una ruta definida por las limitaciones que la realidad le impone: Construir una política criminal del Estado, fortalecer la persecución penal estratégica, revisar el modelo de gestión del Ministerio Público, ampliar la cobertura de fiscalías de la mujer en el interior del país, implementar fiscalías contra extorsiones y contra secuestros, y mejorar la coordinación interinstitucional. 

Lamentablemente las buenas intenciones se chocan con un muro de realidad y necesidades urgentes.

Mientras la escuchaba, hacía números mentales: el Ministerio Público cuenta con 1,869 fiscales, 750 investigadores criminales y 550 oficiales de fiscalías. En tanto, en Guatemala ocurre un promedio de 35,000 delitos anuales. Así las cosas, cada fiscal debe conocer 18 casos anuales; los investigadores, 46; y los oficiales, 63. Ello asumiendo que todos conocen todos los casos, pero sabemos que eso no es así porque cada Fiscalía tiene una especialidad y, por ende, sólo conoce los casos relacionados a ésta.

¿Cómo puede un fiscal, un oficial o un investigador ser eficiente en esas condiciones? Cualquiera que haya hecho una mínima investigación, aunque sea académica, sabe que el recopilar, depurar, analizar y sistematizar información de UN solo caso le puede llevar muchos meses. Imagínese si tendría que hacer 18, 46 ó 63 investigaciones paralelas… ¿cómo le podemos exigir esos resultados a una persona?
Ese debería ser el primer paso para empezar a hacer eficiente la persecución penal. De lo contrario, seguiremos con unos números que superan la institucionalidad y las capacidades reales.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

La Fiscal nos recordó también las condiciones actuales de trabajo del Ministerio Público… triste ver nuevamente las escenas donde los “archivos” se ‘ordenan’ apilados en el piso y sin ningún resguardo de la evidencia.

Cómo es posible que un Fiscal, que cualquier funcionario, deje su puesto en esas condiciones. ¡Y cómo es posible que los ciudadanos no exijamos más! Estoy segura que muchos habrían sido despedidos por situaciones menores en cualquier trabajo… y entonces, ¿por qué lo toleramos? ¿Es ese el tipo de funcionario o servidor público que queremos… que merecemos?
¿Qué podemos esperar los ciudadanos entonces?

Mientras tanto, se conocen casos de corrupción en muchas instituciones públicas; los servidores públicos siguen sirviéndose de lo público y no al público; nuestros diputados siguen aprobando préstamos y ampliaciones presupuestarias, que sólo endeudan al que SI paga impuestos. ¡Mientras todo eso pasa, nada pasa! Aquellos aplausos a la anterior Fiscal parecen olvidados. Mientras ella camina por unas calles de Europa, aquí seguimos esperando que la persecución penal funcione. ¡Ojalá el siguiente período sea mejor!