Redacción
12 de junio, 2014
Luego de un conflicto armado que duró más de tres décadas, el crecimiento económico de Guatemala ha mostrado signos relativamente positivos y se ha mantenido en constante aumento, un promedio de 3.7 por ciento en los últimos 25 años, (Dalberg 2011), sin embargo, no ha sido suficiente para reducir la pobreza que existe en el país que afecta al 53.71 por ciento de la población (ENCOVI 2011).
ara reducir la pobreza y generar mejores condiciones de vida para los guatemaltecos, es fundamental que el país crezca por encima del 6 por ciento de manera sostenida, una aspiración que incluso se encuentra plasmada en los Acuerdos de Paz. Sin embargo, según el análisis de brechas al crecimiento económico realizado por el Dr. Hausmann, el país tiene que superar varias limitantes transversales para que los sectores de la economía guatemalteca puedan tener un mayor crecimiento económico: falta de inversión extranjera, poco apoyo al ecosistema de emprendimiento, formación técnica y vocacional insuficiente, altos costos de energía eléctrica, infraestructura vial deficiente.
Es fundamental desarrollar e implementar estrategias de políticas públicas, que permitan al país ir avanzando en cada uno de estos procesos.
Para reducir los costos de energía, es fundamental como primer punto, reducir la dependencia de recursos no renovables, dentro de la matriz energética (que representan actualmente un 35 por ciento, según la Política Energética 2013). El consumo energético del país, vemos que viene de tres fuentes principales: leña (56.84 por ciento), derivados del petróleo (33.66 por ciento) y energía (9.5 por ciento). La energía se produce en su mayoría por medio de fuentes de energía renovable, el costo de producir energía por medio de hidroeléctricas sigue siendo el más económico, el cual representa el 51.4 por ciento de las fuentes de electricidad en el país.
Con un potencial hidroeléctrico estimado de 6,000 MW, en el país únicamente se están aprovechando 900 MW, según estimaciones del Ministerio de Energía y Minas. Para aprovechar este potencial, es fundamental que existan más proyectos hidroeléctricos, que permitan seguir reduciendo la dependencia de fuentes no renovables dentro de la matriz energética.
Sin embargo, para que existan más proyectos, es fundamental que el Estado promueva mecanismos de diálogo e información oportuna sobre los beneficios de la energía renovable para el país. Adicionalmente, debemos resolver el problema de que los impuestos que pagan este tipo de proyectos, puedan regresar a los municipios donde se generan, esto ayudaría a reducir la conflictividad y daría razones a los alcaldes para promover las inversiones.
@jczapata_s
Redacción
12 de junio, 2014
Luego de un conflicto armado que duró más de tres décadas, el crecimiento económico de Guatemala ha mostrado signos relativamente positivos y se ha mantenido en constante aumento, un promedio de 3.7 por ciento en los últimos 25 años, (Dalberg 2011), sin embargo, no ha sido suficiente para reducir la pobreza que existe en el país que afecta al 53.71 por ciento de la población (ENCOVI 2011).
ara reducir la pobreza y generar mejores condiciones de vida para los guatemaltecos, es fundamental que el país crezca por encima del 6 por ciento de manera sostenida, una aspiración que incluso se encuentra plasmada en los Acuerdos de Paz. Sin embargo, según el análisis de brechas al crecimiento económico realizado por el Dr. Hausmann, el país tiene que superar varias limitantes transversales para que los sectores de la economía guatemalteca puedan tener un mayor crecimiento económico: falta de inversión extranjera, poco apoyo al ecosistema de emprendimiento, formación técnica y vocacional insuficiente, altos costos de energía eléctrica, infraestructura vial deficiente.
Es fundamental desarrollar e implementar estrategias de políticas públicas, que permitan al país ir avanzando en cada uno de estos procesos.
Para reducir los costos de energía, es fundamental como primer punto, reducir la dependencia de recursos no renovables, dentro de la matriz energética (que representan actualmente un 35 por ciento, según la Política Energética 2013). El consumo energético del país, vemos que viene de tres fuentes principales: leña (56.84 por ciento), derivados del petróleo (33.66 por ciento) y energía (9.5 por ciento). La energía se produce en su mayoría por medio de fuentes de energía renovable, el costo de producir energía por medio de hidroeléctricas sigue siendo el más económico, el cual representa el 51.4 por ciento de las fuentes de electricidad en el país.
Con un potencial hidroeléctrico estimado de 6,000 MW, en el país únicamente se están aprovechando 900 MW, según estimaciones del Ministerio de Energía y Minas. Para aprovechar este potencial, es fundamental que existan más proyectos hidroeléctricos, que permitan seguir reduciendo la dependencia de fuentes no renovables dentro de la matriz energética.
Sin embargo, para que existan más proyectos, es fundamental que el Estado promueva mecanismos de diálogo e información oportuna sobre los beneficios de la energía renovable para el país. Adicionalmente, debemos resolver el problema de que los impuestos que pagan este tipo de proyectos, puedan regresar a los municipios donde se generan, esto ayudaría a reducir la conflictividad y daría razones a los alcaldes para promover las inversiones.
@jczapata_s