Redacción
25 de junio, 2014
La economía es la ciencia que estudia la acción humana, específicamente las decisiones que toman los individuos frente al fenómeno de la escases. Por ejemplo, como no tenéis tiempo de estudiar todos los campos del conocimiento, debes escoger uno, es decir, una carrera universitaria. Como no puedes comer todo lo que quieras, debes escoger ciertos alimentos. Lo mismo te paso con el deporte, con tus amigos, con tu trabajo, etc.
Cuando debes tomar estas decisiones lo más importante es el contexto en el que toca tomar decidir. Cada espacio de toma de decisiones tiene sus circunstancias especificas, con información disponible (regularmente poca) y con distintos incentivos que rodean cada decisión.
El fútbol no es la excepción a este proceso de toma de decisiones, que se encuentran inmersas en circunstancias con incentivos específicos y niveles de información. Por ejemplo, el entrenador tiene que tomar decisiones, en base a lo que sabe del equipo rival, si sale con más o menos delanteros. Si usa a sus mejores jugadores o les de descanso a algunos para el siguiente juego. Si sale a defenderse o atacar. Y estas decisiones las toman los entrenadores con información que no es perfecta, es más, con muy poca información.
Pero hay otro tipo de incentivos y análisis de las circunstancias que son importantes a la hora de pensar en fútbol, y son las normas que se deben establecer para generar un buen espectáculo y evitar posibles trampas o malas actitudes que empañen el juego. Por ejemplo tener tres árbitros en lugar de uno. La prohibición de pasar la pelota al portero o el tamaño estándar de las porterías y de la cancha. Cada una de estas normas genera incentivos que marcan o rigen la conducta de cada jugador y de los equipos. Por ejemplo, la norma de no regresar la pelota al portero, le da más dinamismo al juego, obligan a ser mas técnicos a los defensas etc. Tener mas de un arbitro, permite observar mas tiempo a los jugadores, lo que evita conductas antideportivas lejos de el arbitro principal.
Pero a estas alturas de Brasil 2014, cuando toca jugar el tercer partido de la ronda de grupos, cambia una regla del mundial, que puede parecer que no tiene que ver con un juego de fútbol en específico, pero si altera los incentivos de la competencia en una forma que no muy fácil se puede visualizar. A partir de esta semana son dos juegos a la misma hora. Los cuatro equipos de cada grupo juegan a la misma hora, y esta norma busca que los equipos no sepan el resultado del otro juego, con tal que algunos jugadores no se dejen sugestionar por los resultados del otro partido. Buscando que todos los juegos sean del mayor nivel posible.
Muchas veces la clasificación de un equipo no depende del resultado su propio juego, sino del resultado del otro juego. Saber el resultado del otro juego puede hacer que algún equipo se de por vencido y le haga mas fácil ganar al rival. Pero también puede ser que al verse un equipo que no tiene ya posibilidades de pasar, pero que dejarse meter varios goles beneficia al rival, se abren las puertas al “amaño de partidos” o que algunos jugadores se vendan, lo que demerita el espectáculo. Lo que busca que los juegos sean al mismo tiempo es complicar estos amaños de los últimos partidos. Un muy buen incentivo que genera un mundial más competitivo.
Redacción
25 de junio, 2014
La economía es la ciencia que estudia la acción humana, específicamente las decisiones que toman los individuos frente al fenómeno de la escases. Por ejemplo, como no tenéis tiempo de estudiar todos los campos del conocimiento, debes escoger uno, es decir, una carrera universitaria. Como no puedes comer todo lo que quieras, debes escoger ciertos alimentos. Lo mismo te paso con el deporte, con tus amigos, con tu trabajo, etc.
Cuando debes tomar estas decisiones lo más importante es el contexto en el que toca tomar decidir. Cada espacio de toma de decisiones tiene sus circunstancias especificas, con información disponible (regularmente poca) y con distintos incentivos que rodean cada decisión.
El fútbol no es la excepción a este proceso de toma de decisiones, que se encuentran inmersas en circunstancias con incentivos específicos y niveles de información. Por ejemplo, el entrenador tiene que tomar decisiones, en base a lo que sabe del equipo rival, si sale con más o menos delanteros. Si usa a sus mejores jugadores o les de descanso a algunos para el siguiente juego. Si sale a defenderse o atacar. Y estas decisiones las toman los entrenadores con información que no es perfecta, es más, con muy poca información.
Pero hay otro tipo de incentivos y análisis de las circunstancias que son importantes a la hora de pensar en fútbol, y son las normas que se deben establecer para generar un buen espectáculo y evitar posibles trampas o malas actitudes que empañen el juego. Por ejemplo tener tres árbitros en lugar de uno. La prohibición de pasar la pelota al portero o el tamaño estándar de las porterías y de la cancha. Cada una de estas normas genera incentivos que marcan o rigen la conducta de cada jugador y de los equipos. Por ejemplo, la norma de no regresar la pelota al portero, le da más dinamismo al juego, obligan a ser mas técnicos a los defensas etc. Tener mas de un arbitro, permite observar mas tiempo a los jugadores, lo que evita conductas antideportivas lejos de el arbitro principal.
Pero a estas alturas de Brasil 2014, cuando toca jugar el tercer partido de la ronda de grupos, cambia una regla del mundial, que puede parecer que no tiene que ver con un juego de fútbol en específico, pero si altera los incentivos de la competencia en una forma que no muy fácil se puede visualizar. A partir de esta semana son dos juegos a la misma hora. Los cuatro equipos de cada grupo juegan a la misma hora, y esta norma busca que los equipos no sepan el resultado del otro juego, con tal que algunos jugadores no se dejen sugestionar por los resultados del otro partido. Buscando que todos los juegos sean del mayor nivel posible.
Muchas veces la clasificación de un equipo no depende del resultado su propio juego, sino del resultado del otro juego. Saber el resultado del otro juego puede hacer que algún equipo se de por vencido y le haga mas fácil ganar al rival. Pero también puede ser que al verse un equipo que no tiene ya posibilidades de pasar, pero que dejarse meter varios goles beneficia al rival, se abren las puertas al “amaño de partidos” o que algunos jugadores se vendan, lo que demerita el espectáculo. Lo que busca que los juegos sean al mismo tiempo es complicar estos amaños de los últimos partidos. Un muy buen incentivo que genera un mundial más competitivo.