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Manifestaciones interesadas

Redacción
30 de junio, 2014

Hace una semana varios grupos campesinos y sindicalistas realizaron una serie de bloqueos en diferentes partes de país. En el entorno de la ciudad capital, tanto el Frente Nacional de Lucha como algunas organizaciones campesinas decidieron bloquear el paso, desde muy temprano por la mañana, en las principales rutas de acceso a la ciudad. 

Los bloqueos fueron sistemáticamente planeados, ya que pequeños grupos de personas fueron colocados estratégicamente en lugares tan transitados como la ruta al Atlántico y la ruta al Pacífico. 
Yo estoy totalmente claro en que la protesta es un derecho constitucional inalienable. Todo ciudadano tiene total derecho de expresar su inconformidad y plantear sus necesidades, objeciones y puntos de vista. En lo que no estoy de acuerdo es en el sistemático uso del bloqueo del tránsito como método de protesta. 
Quienes defienden este tipo de manifestaciones aseguran que es la única forma en la que la protesta rinde frutos, ya que al afectar al resto de los ciudadanos siempre se genera caos y por ende, repercusiones mediáticas. 
Los manifestantes se quejan de la falta de apoyo que sus peticiones tienen, por parte de los ciudadanos capitalinos, mismos a los que acusan de poco solidarios, seguidores de las órdenes gubernamentales y hasta racistas, por no coincidir con sus ideas y métodos de presión. 
Es absolutamente incongruente pensar en que alguna persona se unirá a su petición cuando 50 individuos generan congestionamientos de 3 o 4 horas. Estos grupos de manifestantes tienen que tener claro que nadie está obligado a apoyar sus iniciativas. La lucha de cualquier grupo de presión es propia, por lo tanto todo aquel que se adhiera a ella, lo debe de hacer de manera voluntaria. 
La principal solicitud del llamado Frente Nacional de Lucha es el cumplimiento del Pacto Colectivo de Condiciones Laborales firmado con la actual administración gubernamental, así como la nacionalización de la energía eléctrica. 
El sistema nacional de salud pública presenta múltiples deficiencias, esto a pesar de los más de 5 mil millones de quetzales de presupuesto anual. La mala atención, la dañada infraestructura y la corrupción son problemas que a diario afrontan los pacientes. Como es lógico, los empleados sindicalizados tan solo buscan mejoras salariales y laborales, ninguna de sus peticiones representa el sentir de los usuarios del sistema de salud, por lo que es entendible que no cuenten con el apoyo de ese grupo de la población. 
El Estado de Guatemala se ha tenido que endeudar por cumplir con las demandas de estos grupos sindicales, pero lo que no existe es un método que premie al servidor público que realice su trabajo con eficiencia. 
Creo que todo aquel ciudadano que tenga cosas que expresar lo debe de hacer sin afectar los derechos de los otros. No se trata de ser un pueblo sumiso, se trata de tener la altura de respetar los derechos de los otros, con el objetivo de exigir el respeto de mis propios derechos. 
Yo no descalifico las reivindicaciones sociales, descalifico la afectación de los otros como método de presión. Eso lo único que denota es la falta de voluntad para tener una discusión de altura.

Manifestaciones interesadas

Redacción
30 de junio, 2014

Hace una semana varios grupos campesinos y sindicalistas realizaron una serie de bloqueos en diferentes partes de país. En el entorno de la ciudad capital, tanto el Frente Nacional de Lucha como algunas organizaciones campesinas decidieron bloquear el paso, desde muy temprano por la mañana, en las principales rutas de acceso a la ciudad. 

Los bloqueos fueron sistemáticamente planeados, ya que pequeños grupos de personas fueron colocados estratégicamente en lugares tan transitados como la ruta al Atlántico y la ruta al Pacífico. 
Yo estoy totalmente claro en que la protesta es un derecho constitucional inalienable. Todo ciudadano tiene total derecho de expresar su inconformidad y plantear sus necesidades, objeciones y puntos de vista. En lo que no estoy de acuerdo es en el sistemático uso del bloqueo del tránsito como método de protesta. 
Quienes defienden este tipo de manifestaciones aseguran que es la única forma en la que la protesta rinde frutos, ya que al afectar al resto de los ciudadanos siempre se genera caos y por ende, repercusiones mediáticas. 
Los manifestantes se quejan de la falta de apoyo que sus peticiones tienen, por parte de los ciudadanos capitalinos, mismos a los que acusan de poco solidarios, seguidores de las órdenes gubernamentales y hasta racistas, por no coincidir con sus ideas y métodos de presión. 
Es absolutamente incongruente pensar en que alguna persona se unirá a su petición cuando 50 individuos generan congestionamientos de 3 o 4 horas. Estos grupos de manifestantes tienen que tener claro que nadie está obligado a apoyar sus iniciativas. La lucha de cualquier grupo de presión es propia, por lo tanto todo aquel que se adhiera a ella, lo debe de hacer de manera voluntaria. 
La principal solicitud del llamado Frente Nacional de Lucha es el cumplimiento del Pacto Colectivo de Condiciones Laborales firmado con la actual administración gubernamental, así como la nacionalización de la energía eléctrica. 
El sistema nacional de salud pública presenta múltiples deficiencias, esto a pesar de los más de 5 mil millones de quetzales de presupuesto anual. La mala atención, la dañada infraestructura y la corrupción son problemas que a diario afrontan los pacientes. Como es lógico, los empleados sindicalizados tan solo buscan mejoras salariales y laborales, ninguna de sus peticiones representa el sentir de los usuarios del sistema de salud, por lo que es entendible que no cuenten con el apoyo de ese grupo de la población. 
El Estado de Guatemala se ha tenido que endeudar por cumplir con las demandas de estos grupos sindicales, pero lo que no existe es un método que premie al servidor público que realice su trabajo con eficiencia. 
Creo que todo aquel ciudadano que tenga cosas que expresar lo debe de hacer sin afectar los derechos de los otros. No se trata de ser un pueblo sumiso, se trata de tener la altura de respetar los derechos de los otros, con el objetivo de exigir el respeto de mis propios derechos. 
Yo no descalifico las reivindicaciones sociales, descalifico la afectación de los otros como método de presión. Eso lo único que denota es la falta de voluntad para tener una discusión de altura.