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La prensa y la democracia

Redacción
01 de julio, 2014

Ya sea escrita, hablada o televisiva, ahora incluso virtual, la prensa ha contribuido en todo el mundo a que surja, se establezca y se sostenga el sistema democrático y el funcionamiento de la democracia en los Estados modernos. Para mí, decir prensa es hablar de la prensa escrita. Sabemos que la prensa escrita es un gran conjunto de publicaciones impresas que tienen diferente periodicidad que pueden ser diarias, semanales, mensuales, trimensuales o anuales. Esta, la prensa escrita, existe desde la antigüedad en que se difundían en hojas sueltas. Se convirtió en un medio de comunicación masiva con la aparición de la imprenta dando origen al periodismo. Hoy todos entendemos que la prensa escrita tiene como fin primordial la comunicación pero también informa y forma opinión. Hay en la prensa escrita una trilogía inseparable: Informar, formar y entretener. Ha sido y es tan importante en la vida de los pueblos que se le ha llegado a llamar el ‘Cuarto poder’, entendido en un República, donde hay pesos y contrapesos. En una dictadura, como Cuba o Corea del Norte, la prensa como la conocemos en occidente es impensable. Para un dictador una prensa independiente y libre es su peor enemigo. 

Para hacer un periódico intervienen un sin número de personas que van desde los operadores de las máquinas de impresión, los reporteros (caza noticias), fotógrafos, redactores, editores, jefes de redacción especializados, columnistas, el o los editorialistas, hasta el director y el personal administrativo. Todos desempeñan un papel clave para que el diario cumpla su función. Vivir la experiencia de ver cómo se hace un periódico es fascinante y aunque ya no se oye el tecleo de las máquinas de escribir ni se huele la tinta, el mundo mágico de periódico no se ha perdido. 
Hoy lo que quiero es resaltar la influencia y responsabilidad de la prensa en general en el funcionamiento de un país democrático donde debe imperar el Estado de Derecho. El público en general no se refiere tanto a la prensa cuanto a los periodistas ya sea para denostarlos como para alabarlos. Y cuando se habla de ‘periodistas’ se refieren a los reporteros, fotógrafos y columnistas. Y es que los hay muy profesionales y los hay impertinentes e improvisados. Quizá den mala imagen de ‘la prensa’ en general los reporteros de radio y televisión con mala dicción, falta de criterio o falta de conocimientos. Peor sucede con los locutores de radio y particularmente los locutores deportistas que trasmiten ya sea por radio o televisión los juegos de fútbol, estos locutores son los que más mala fama hacen a la prensa hablada. 
Con todos sus defectos, todos esos ‘periodistas’, sean columnistas, reporteros o trabajadores administrativos, al hacer posible que se haga un periódico están colaborando con la ciudadanía y protegiendo a los ciudadanos del poder del Estado que a través del gobierno puede abusar del pueblo. En nuestra historia reciente en Guatemala la prensa ha contribuido a evitar la entronización de una dictadura como sucedió con Jorge Serrano Elías. Pero todo el tiempo ha estado pendiente y vigilante sobre los funcionarios de gobierno, a los que señala, denuncia y pone en evidencia. Si vemos los periódicos, día a día, en nuestro país nos enteramos de los escándalos originados en diferentes dependencias del gobierno. Escándalos conocidos porque la prensa los denuncia que de no hacerlo serían robos, corrupción, incluso crímenes consumados que gracias a la prensa no llegan a suceder. ¿Cuántos periodistas han sido asesinados por esas denuncias, por cuidar a la Democracia? Eso lo trataremos en otro artículo. La democracia está en deuda con la prensa.

La prensa y la democracia

Redacción
01 de julio, 2014

Ya sea escrita, hablada o televisiva, ahora incluso virtual, la prensa ha contribuido en todo el mundo a que surja, se establezca y se sostenga el sistema democrático y el funcionamiento de la democracia en los Estados modernos. Para mí, decir prensa es hablar de la prensa escrita. Sabemos que la prensa escrita es un gran conjunto de publicaciones impresas que tienen diferente periodicidad que pueden ser diarias, semanales, mensuales, trimensuales o anuales. Esta, la prensa escrita, existe desde la antigüedad en que se difundían en hojas sueltas. Se convirtió en un medio de comunicación masiva con la aparición de la imprenta dando origen al periodismo. Hoy todos entendemos que la prensa escrita tiene como fin primordial la comunicación pero también informa y forma opinión. Hay en la prensa escrita una trilogía inseparable: Informar, formar y entretener. Ha sido y es tan importante en la vida de los pueblos que se le ha llegado a llamar el ‘Cuarto poder’, entendido en un República, donde hay pesos y contrapesos. En una dictadura, como Cuba o Corea del Norte, la prensa como la conocemos en occidente es impensable. Para un dictador una prensa independiente y libre es su peor enemigo. 

Para hacer un periódico intervienen un sin número de personas que van desde los operadores de las máquinas de impresión, los reporteros (caza noticias), fotógrafos, redactores, editores, jefes de redacción especializados, columnistas, el o los editorialistas, hasta el director y el personal administrativo. Todos desempeñan un papel clave para que el diario cumpla su función. Vivir la experiencia de ver cómo se hace un periódico es fascinante y aunque ya no se oye el tecleo de las máquinas de escribir ni se huele la tinta, el mundo mágico de periódico no se ha perdido. 
Hoy lo que quiero es resaltar la influencia y responsabilidad de la prensa en general en el funcionamiento de un país democrático donde debe imperar el Estado de Derecho. El público en general no se refiere tanto a la prensa cuanto a los periodistas ya sea para denostarlos como para alabarlos. Y cuando se habla de ‘periodistas’ se refieren a los reporteros, fotógrafos y columnistas. Y es que los hay muy profesionales y los hay impertinentes e improvisados. Quizá den mala imagen de ‘la prensa’ en general los reporteros de radio y televisión con mala dicción, falta de criterio o falta de conocimientos. Peor sucede con los locutores de radio y particularmente los locutores deportistas que trasmiten ya sea por radio o televisión los juegos de fútbol, estos locutores son los que más mala fama hacen a la prensa hablada. 
Con todos sus defectos, todos esos ‘periodistas’, sean columnistas, reporteros o trabajadores administrativos, al hacer posible que se haga un periódico están colaborando con la ciudadanía y protegiendo a los ciudadanos del poder del Estado que a través del gobierno puede abusar del pueblo. En nuestra historia reciente en Guatemala la prensa ha contribuido a evitar la entronización de una dictadura como sucedió con Jorge Serrano Elías. Pero todo el tiempo ha estado pendiente y vigilante sobre los funcionarios de gobierno, a los que señala, denuncia y pone en evidencia. Si vemos los periódicos, día a día, en nuestro país nos enteramos de los escándalos originados en diferentes dependencias del gobierno. Escándalos conocidos porque la prensa los denuncia que de no hacerlo serían robos, corrupción, incluso crímenes consumados que gracias a la prensa no llegan a suceder. ¿Cuántos periodistas han sido asesinados por esas denuncias, por cuidar a la Democracia? Eso lo trataremos en otro artículo. La democracia está en deuda con la prensa.