Redacción
17 de julio, 2014
Guatemala comienza a tomar el liderazgo en proponer soluciones para reducir el fenómeno de la migración. Existen acciones de corto plazo que se deben hacer, mas no serán suficientes, si no se trabaja de manera conjunta en desarrollar empleos en los departamentos de donde son originarios varios migrantes.
En el corto plazo, es importante buscar aprobar penas más severas para los famosos “coyotes”, desde que aumentaron los controles migratorios en las fronteras, simplemente se ha vuelto más lucrativo ese negocio.
Sin embargo, nada va a detener la migración si no se generan oportunidades de trabajo en el país. Algunos podrán decir que la solución a la creación de puestos de trabajo, no es la Ley de Inversiones y Empleo. No aprobarla y perder 500,000 puestos de trabajo, tampoco parece ser un camino correcto y seguro solo aumentará la migración si no se aprueba pronto (además de causarle una presión social a los municipios de la periferia de la Ciudad de Guatemala, en donde la mayor cantidad de empleos formales provienen de las maquilas).
Según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, “la mayoría de los guatemaltecos que vienen de áreas rurales, lo que están buscando son oportunidades económicas”. Departamentos como San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango, no están ofreciendo empleos suficientes para generar oportunidades de vida y el desarrollo tanto en términos de infraestructura, como de capital humano, en esas regiones es muy limitado. Una razón básica es que invertir en esos departamentos en donde la productividad es tan baja, sin ningún incentivo para hacerlo y donde además hay una oposición creada por algunas ONGs que viven del conflicto hacia las inversiones intensivas en capital, no ocurrirá de manera espontánea.
Programas de riego como los que ya está promoviendo el Ministerio de Agricultura, como por parte de los proyectos Aceleradores al Crecimiento Económico (ACE), de la iniciativa Mejoremos Guate, podrían ayudar a triplicar la productividad de las cosechas de los agricultores en esas zonas. Adicionalmente generar fondos específicos para créditos blandos que permitan comprar tierra, maquinaria y desarrollo en el área rural, para producir granos básicos, también podrían elevar los ingresos de estas personas. En el caso de Quetzaltenango, sería importante financiar programas intensivos para la enseñanza de inglés para el trabajo, en escuelas y centros de enseñanza específicos, para ayudar a que existan más plazas en empresas de subcontratación de procesos de negocios, que ya comienzan a operar en ese departamento. La inversión en esas regiones de manera coordinada, ayudará a reducir la migración.
@jczapata_s
Redacción
17 de julio, 2014
Guatemala comienza a tomar el liderazgo en proponer soluciones para reducir el fenómeno de la migración. Existen acciones de corto plazo que se deben hacer, mas no serán suficientes, si no se trabaja de manera conjunta en desarrollar empleos en los departamentos de donde son originarios varios migrantes.
En el corto plazo, es importante buscar aprobar penas más severas para los famosos “coyotes”, desde que aumentaron los controles migratorios en las fronteras, simplemente se ha vuelto más lucrativo ese negocio.
Sin embargo, nada va a detener la migración si no se generan oportunidades de trabajo en el país. Algunos podrán decir que la solución a la creación de puestos de trabajo, no es la Ley de Inversiones y Empleo. No aprobarla y perder 500,000 puestos de trabajo, tampoco parece ser un camino correcto y seguro solo aumentará la migración si no se aprueba pronto (además de causarle una presión social a los municipios de la periferia de la Ciudad de Guatemala, en donde la mayor cantidad de empleos formales provienen de las maquilas).
Según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, “la mayoría de los guatemaltecos que vienen de áreas rurales, lo que están buscando son oportunidades económicas”. Departamentos como San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango, no están ofreciendo empleos suficientes para generar oportunidades de vida y el desarrollo tanto en términos de infraestructura, como de capital humano, en esas regiones es muy limitado. Una razón básica es que invertir en esos departamentos en donde la productividad es tan baja, sin ningún incentivo para hacerlo y donde además hay una oposición creada por algunas ONGs que viven del conflicto hacia las inversiones intensivas en capital, no ocurrirá de manera espontánea.
Programas de riego como los que ya está promoviendo el Ministerio de Agricultura, como por parte de los proyectos Aceleradores al Crecimiento Económico (ACE), de la iniciativa Mejoremos Guate, podrían ayudar a triplicar la productividad de las cosechas de los agricultores en esas zonas. Adicionalmente generar fondos específicos para créditos blandos que permitan comprar tierra, maquinaria y desarrollo en el área rural, para producir granos básicos, también podrían elevar los ingresos de estas personas. En el caso de Quetzaltenango, sería importante financiar programas intensivos para la enseñanza de inglés para el trabajo, en escuelas y centros de enseñanza específicos, para ayudar a que existan más plazas en empresas de subcontratación de procesos de negocios, que ya comienzan a operar en ese departamento. La inversión en esas regiones de manera coordinada, ayudará a reducir la migración.
@jczapata_s