Al momento de escribir esta columna van 548 palestinos y 25 soldados israelíes muertos como saldo del último y sangriento capítulo del conflicto Israelí – Palestino. Junto a lo que fue la operación Pilar de Defensa de noviembre del 2012, el actual conflicto también ha hecho saltar a las redes sociales y la opinión pública se ha dividido apoyando a uno u otro bando como si se tratara de otro partido del Mundial. Sin embargo, la realidad es otra y los trágicos eventos que se desataron hace dos semanas llegarán a un fin cuando se vislumbre quien llenará el vacío de poder que existe en la Franja de Gaza.
Resulta imprescindible recordarlo de nuevo. La Franja de Gaza es un territorio con una longitud de 41 km. y un ancho de 12 km. Se estima una población de 1.7 millones de habitantes lo que la convierte en uno de los lugares más densamente poblados del mundo. Además se encuentra aislada de Cisjordania en donde se planea crear un futuro estado palestino.
En noviembre del 2012 las fuerzas de defensa israelíes asesinaron a Ahmed Jabari, el segundo al mando de Hamas, organización que controla la Franja de Gaza y no reconoce al Estado de Israel. Operacionalmente Jabari era el hombre fuerte de Hamas, capaz de controlar los ataques de cohetes que tanto militantes como fundamentalistas lanzan de Gaza a diferentes puntos en Israel. De cierta forma se convirtió en una garantía para el aparato de seguridad israelí puesto que mantenía en orden a estos grupos. Cuando se dio una escalada de ataques en octubre de ese mismo año, la inteligencia israelí alertó al gobierno que Jabari era responsable de dicha escalada ya sea por acción u omisión, pero que era necesario eliminarlo y así fue.
Una situación muy parecida es la que se vive ahora en aquella parte del mundo. Hamas ha perdido su poder en Gaza y facciones como su brazo militar, las Brigadas Al – Qassam y otros grupos militantes y fundamentalistas como los Comités de Resistencia Popular y la Yihad Islámica hacen de las suyas sin control alguno.
Por otro lado Israel ha cometido el terrible error de incursionar en la Franja de Gaza con el objetivo de eliminar a la cúpula de Hamas y sustituirla por líderes más moderados. El problema será hasta qué punto esta invasión reforzará la presencia de los otros grupos y radicalice el sentimiento anti israelí en Gaza y en el resto de un Medio Oriente que cada vez es más caótico. Mientras tanto, la pasividad de la comunidad internacional permite que la espiral de violencia continué y observa tímidamente como el saldo de muertos aumenta.
@robertoantoniow