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El costo real de la educación privada

Redacción
11 de agosto, 2014

En dos épocas del año, de cualquier año, se
escucha la discusión del costo de la educación privada. Generalmente es al
inicio del año escolar, y en el momento de las inscripciones nuevas, o el
momento de búsqueda de otras opciones
educativas para los hijos, si es que en centro educativo, por la razón que
fuese, ya no es el ideal para el estudiante.


Partiendo del hecho que la educación privada es
una empresa, una empresa que apoya la obligación estatal de educar a la población; lo estatal
es gratuito, como lo indican las leyes de la Nación, éste se paga con los
impuestos de los ciudadanos. La gestión
privada es de auto sostenimiento, con recursos generados por el aporte mensual
de los padres de familia, quienes voluntariamente eligen la educación que
desean para sus hijos. Es importante enfatizar que ambos son derechos
constitucionales: la educación estatal es gratuita, y el padre de familia tiene
la libertad de escoger la educación que desea para sus hijos.


En este marco, se pregunta ¿Cómo es el proceso
de asignación de una cuota hecha por cada centro educativo privado? Si lo que
se busca es una educación de calidad, ¿cómo puede haber tanta diversidad de
cuotas?

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El termino calidad educativa es demasiada
general, y ambiguo.

Lo que se busca a través de un sistema educativo
es el aprendizaje, y que éste sea de calidad, la cual se evidenciará durante la
trayectoria de cada ser humano. Y la calidad tiene un costo.


Un centro educativo privado cobra diez meses de
colegiatura, y una cuota de inscripción. La adquisición de libros y uniformes
es aparte; por lo general son servicios de terceras personas que se ofrecen dentro
del establecimiento educativo para la comodidad del padre. Todo padre de familia
habrá observado que los documentos que constan los pagos son de distinto índole
y nombre.


De estas once cuotas, el centro educativo
privado debe saldar catorce salarios del personal docente, administrativo y
operativo; quince si se ahorra la partida de indemnización. Si es una ubicación
arrendada, debe saldar las doce mensualidades; si es una ubicación propia,
generalmente se está saldando préstamos sobre compra, construcciones y
constante mejora, que son elementos imprescindibles para el aprendizaje
integral. Adicionalmente, se saldan los gastos de operación, de igual manera,
de doce meses: agua, teléfono, luz eléctrica, Internet y otros. Se puede pensar
que el colegio es una casa inmensa, con los gastos inamovibles para su
funcionamiento. Debe funcionar con el ingreso de un gasto limitado; en algunos
ocasiones, hasta un ingreso menor de lo presupuestado, por el incumplimiento
por parte de los contratantes del
servicio educativo, lo cual crea un reto especial para sostener la
calidad necesaria y ofrecida.


La
inversión en tecnología; si bien ya no se utilizan laboratorios, sí se utilizan
otras dispositivos como por ejemplo, tabletas; la tecnología forma parte
inamovible y cada vez más importante del aprendizaje de calidad. Y ¿qué costo
tiene la señal? El ancho de banda adecuado que permitirá conectividad para todo
el alumnado.


Por grande o pequeño que sea el colegio, todos
sufren estos gastos. Todo centro educativo privado quiere entregar un
aprendizaje de calidad, pero la calidad cuesta. Se tiene que confiar que no
habrá variación en la tasa del dólar estadounidense, que es otro factor que
altera cualquier presupuesto. Aunado a aumentos salariales otorgados por
decreto, meses después de haber previsto los costos del año siguiente, y otros
insumos que varían sin aviso previo.


Aún hay mas costos de operación; se podría
desglosar todos los procesos administrativos, el departamento de psicología, los
deportes, los artes; todos elementos necesarios para un aprendizaje integral.


Requiere de un ponderado manejo de fondos; que
dependen del cumplimiento de su entrega. No fácil tarea.


El costo real de la educación privada

Redacción
11 de agosto, 2014

En dos épocas del año, de cualquier año, se
escucha la discusión del costo de la educación privada. Generalmente es al
inicio del año escolar, y en el momento de las inscripciones nuevas, o el
momento de búsqueda de otras opciones
educativas para los hijos, si es que en centro educativo, por la razón que
fuese, ya no es el ideal para el estudiante.


Partiendo del hecho que la educación privada es
una empresa, una empresa que apoya la obligación estatal de educar a la población; lo estatal
es gratuito, como lo indican las leyes de la Nación, éste se paga con los
impuestos de los ciudadanos. La gestión
privada es de auto sostenimiento, con recursos generados por el aporte mensual
de los padres de familia, quienes voluntariamente eligen la educación que
desean para sus hijos. Es importante enfatizar que ambos son derechos
constitucionales: la educación estatal es gratuita, y el padre de familia tiene
la libertad de escoger la educación que desea para sus hijos.


En este marco, se pregunta ¿Cómo es el proceso
de asignación de una cuota hecha por cada centro educativo privado? Si lo que
se busca es una educación de calidad, ¿cómo puede haber tanta diversidad de
cuotas?

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El termino calidad educativa es demasiada
general, y ambiguo.

Lo que se busca a través de un sistema educativo
es el aprendizaje, y que éste sea de calidad, la cual se evidenciará durante la
trayectoria de cada ser humano. Y la calidad tiene un costo.


Un centro educativo privado cobra diez meses de
colegiatura, y una cuota de inscripción. La adquisición de libros y uniformes
es aparte; por lo general son servicios de terceras personas que se ofrecen dentro
del establecimiento educativo para la comodidad del padre. Todo padre de familia
habrá observado que los documentos que constan los pagos son de distinto índole
y nombre.


De estas once cuotas, el centro educativo
privado debe saldar catorce salarios del personal docente, administrativo y
operativo; quince si se ahorra la partida de indemnización. Si es una ubicación
arrendada, debe saldar las doce mensualidades; si es una ubicación propia,
generalmente se está saldando préstamos sobre compra, construcciones y
constante mejora, que son elementos imprescindibles para el aprendizaje
integral. Adicionalmente, se saldan los gastos de operación, de igual manera,
de doce meses: agua, teléfono, luz eléctrica, Internet y otros. Se puede pensar
que el colegio es una casa inmensa, con los gastos inamovibles para su
funcionamiento. Debe funcionar con el ingreso de un gasto limitado; en algunos
ocasiones, hasta un ingreso menor de lo presupuestado, por el incumplimiento
por parte de los contratantes del
servicio educativo, lo cual crea un reto especial para sostener la
calidad necesaria y ofrecida.


La
inversión en tecnología; si bien ya no se utilizan laboratorios, sí se utilizan
otras dispositivos como por ejemplo, tabletas; la tecnología forma parte
inamovible y cada vez más importante del aprendizaje de calidad. Y ¿qué costo
tiene la señal? El ancho de banda adecuado que permitirá conectividad para todo
el alumnado.


Por grande o pequeño que sea el colegio, todos
sufren estos gastos. Todo centro educativo privado quiere entregar un
aprendizaje de calidad, pero la calidad cuesta. Se tiene que confiar que no
habrá variación en la tasa del dólar estadounidense, que es otro factor que
altera cualquier presupuesto. Aunado a aumentos salariales otorgados por
decreto, meses después de haber previsto los costos del año siguiente, y otros
insumos que varían sin aviso previo.


Aún hay mas costos de operación; se podría
desglosar todos los procesos administrativos, el departamento de psicología, los
deportes, los artes; todos elementos necesarios para un aprendizaje integral.


Requiere de un ponderado manejo de fondos; que
dependen del cumplimiento de su entrega. No fácil tarea.