¿Cuál es el futuro quien es el eje transversal de todo un sistema educativo? El alumno, acompañado hombro a hombro, por el docente; un equipo entrañable que esforzándose en equipo, una labor colaborativa, logrará la aprehensión del aprendizaje necesario para cuestionar, discernir, razonar y optar por cumplir con su particular y único futuro, que uniendo los de cada ciudadano, cumplirá el un sueño ciudadano y de nación. 

Si el alumno, y su docente mentor, deben ser competentes; que cuenten con las competencias de actuar, decidir, errar y aprender de los errores.

Y este proceso requiere de la entrega de los dos integrantes del equipo. 

El docente sobre todos los demás, debe entregarse más del tiempo estipulado en un horario de trabajo, y dentro de esa entrega está también la del alma. Esta convivencia de entrega creará una amalgama inseparable entre alumno y mentor, conocimiento y aprendizaje. 

Y todo esto en el enfoque de la calidad, entendido como que debe responder a un propósito educativo establecido, que contemple aspectos académicos, éticos y culturales, manteniendo un proceso de continua búsqueda de mejoramiento e innovación, en la visión de guiar la formación integral del ser humano, con un progreso que se puede valorar objetivamente. 

La educación es un proceso multidimensional que incluye el fortalecimiento de las competencias de los alumnos en cuanto el dominio en variados ambientes de aprendizaje. La educación de calidad conduce hacia la habilidad para resolver problemas; genera en los educandos los valores y actitudes acordes a la convivencia pacifica; capacita para una participación activa y positiva en las acciones diarias de la vida personal ciudadana y democrática, logrando mantener un permanente deseo de seguir aprendiendo. 

La calidad educativa debe asegurar la capacidad de comunicación en forma oral y escrita, promover el poder trabajar en equipo, el poder ejercer la función productiva en una manera critica y poder contribuirá a la vida académica, social o cultural. 

Este proceso se debe desarrollar en un ambiente que propicie la formación de hábitos positivos, actitudes de generosidad y tolerancia, la formación de virtudes y valores, el desarrollo de habilidades y destrezas, el pensamiento critico. 

Se promueve una solida formación humanística, técnica o científica como base fundamental para la realización personal.

La calidad debe ser medible basada en normas o criterios objetivos que permitan valorar el proceso, si se alcanzan las metas plasmadas, la integración de las estrategias de actualización y mejora, y el crecimiento integral de la persona humana. 

Y como estrategia, el trabajo colaborativo, la habilidad de trabajar en equipo, imprescindible para la vida globalizada; trabajar en base de proyectos, herramienta que permite la inclusión de todas las habilidades y destrezas, competencias adquiridas y las que estén en el proceso de adquisición. 

La innovación educativa, desde la formación inicial docente hasta la formación continua del docente en servicio; la inclusión de la tecnología desde la etapa inicial del aprendizaje , el reconocimiento de la urgencia de ofrecer una amplia variedad de posibilidades para cumplir con los talentos y los sueños de los integrantes del proceso educativo, los alumnos y asegurar la integración de todos los talentos por medio de una aplicación de los conocimientos en un proyecto, que en un momento su éxito p fracaso no es importante. 

La ruta de aprendizaje es lo que importa.

Las competencias del siglo 21: saber, ser, hacer, y convivir engloban las competencias interpersonales, sociales, de emprendimiento, organizacionales, tecnológicas y comunicativas necesarias para la innovación que impulsará la educación necesaria para un futuro pleno de esperanza y posibilidad.