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¿Cuánto Estado en la economía?

Nicholas Virzi
17 de septiembre, 2014

¿Cuál es el nivel óptimo de estado en una
economía? James Kahn resume los estudios económicos sobre el tamaño óptimo del
estado en la economía, concluyendo que el rango esta entre 15% y 30% del
Producto Interno Bruto, donde el 15% se dedicaría a funciones primordiales.[1] Para el caso de Estados Unidos, un país
bastante desarrollado, Scully propone que el óptimo tamaño de gobierno está
entre 21.5% y el 22.9% del Producto Interno Bruto.[2]
La curva BARS[3] mide el tamaño del gobierno en el eje horizontal del primer cuadrante
del plano cartesiano, y la tasa de crecimiento en el eje horizontal, exponiendo
que la curva adquiere forma de U-invertida.
Con cero tamaño de estado, se tiene anarquía, y cero crecimiento. Con 100% de la economía en manos del estado,
se tiene comunismo, y cero crecimiento económico. El óptimo estaría entre los dos extremos,
mucho más cercano a cero que a cien.[4]

Unos dirían que el mejor gobierno es
ninguno. Este sería el argumento
anarco-capitalista, promulgado muy públicamente por quienes eternamente
prometen irse a fundar ciudades libres, pero que nunca se van, porque les
gustan los bienes públicos y bajos costos de transacción que encuentran en
civilizaciones que operan bajo condiciones de opresión fiscal. El otro extremo sería el comunismo, donde
todo está en manos del estado, y literalmente nada está en manos del
pueblo. Este sistema planificado, ya
está probado, agudiza el problema central de la escasez y carece de todo
atractivo desde una óptica humanista.

Keynes propuso la accion estatal contra
cíclica para mitigar los peores efectos de una crisis económica, bajo la
premisa, nunca operante, que el gasto público se reduciría en tiempos de auge
tan fácilmente como incrementaría en tiempos de crisis. La verdad es que la mayoría de economías en
el mundo son, y siempre han sido, mixtas, seguramente con mayor participación
estatal de lo óptimo. Por razones
expuestas por la escuela de Public Choice ala Buchanan, et al., la lógica de
beneficios (programas públicos) concentrados y costos (impuestos) concentrados
conspira para que el gasto publico incremente constantemente,
independientemente de la evolución del ciclo económico. Se aprovecha de la crisis para gastar mas,
pero casi nunca de la recuperación y auge para ahorrar.

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Incluso en los modelos keynesianos, los
impuestos siempre tienen el mismo impacto, perjudican la actividad
económica. Es el gasto público deficitario que estimula la
economía en tiempos de crisis, que en principio se puede dar por lado del gasto
público o reducción de impuestos. La
experiencia nos deja claro cuáles son las preferencias de los agentes
públicos. Prefieren gastar más, que
menos. Prefieren reducir impuestos que
subirlos. Empero, prefieren subir impuestos que bajar gasto público. Esto predice que con el tiempo el gasto
público va crecer, los impuestos también, pero con rezago, y la brecha se
cierra con impuestos postergados, o sea deuda pública. La acumulación de deuda pública es popular y
políticamente viable porque los futuros contribuyentes no pueden ejercer
efectivamente su voz política por lo que son políticamente irrelevantes.

Aunque los impuestos perjudican la actividad
económica, sería incorrecto deducir que el nivel óptimo de impuestos, y por
ende gasto público y gobierno, es cero.
Como bien dijo Milton Friedman: “necesitamos
impuestos. No deberíamos de esperar una
Utopia inviable. Me gustaría ver mucho
menos gobierno de lo que ahora tenemos, pero no podemos tener una situación sin
gobierno. Tenemos que pagar impuestos para
tener las funciones gubernamentales esenciales, defensa, policías, ley y orden,
el sistema judicial.”[5]

Friedman también
llamaba a la cautela de tener en cuenta el nivel de desarrollo del país cuando
se planteaba su tamaño de gobierno. Su
máxima era de ver lo que hicieron los países ricos cuando estaban en camino a
ser ricos, no lo que hacen cuando ya alcanzaron ser ricos y puede sostener los
altos costos de ineficiencia estatal.


El estado
guatemalteco ingresa el 12% del producto interno bruto, y gasto cerca del
15%. Es cierto lo que dicen los críticos
del liberalismo económico. En la escala
internacional, esto es poco estado. Pero
también es cierto el argumento liberal, es un desperdicio casi total lo que se
paga por tener estado en Guatemala. La
retribución al contribuyente es casi nula.
Los contribuyentes formales pagan escuelas y universidad pública, pero
usan privada. Pagamos seguro social y
médico público, pero pagamos privado, por el mal servicio del sistema
público. Pagamos seguridad pública, y
todavía nos vemos en la necesidad de sentirnos seguros pagando por servicios de
seguridad privada. La calidad de esta se
ve cuando observamos los agentes de seguridad privada circulando por la ciudad,
dos en moto, con el pasajero de atrás apuntando con una mano a los carros su
escopeta, mientras agarra su torre de tortillas con la otra. Naturalmente, nos asquea la noción que
paguemos más impuestos por más estado.
Sin embargo, esto es precisamente de lo que voy a hablar en mi próxima
columna.

[1] Kahn, James. 2011. Can We Determine the Optimal Size of
Government? September 14 , 2011, no. 7.
CATO. Washington, D.C.http://www.cato.org/sites/cato.org/files/pubs/pdf/dbp7.pdf

[2] Scully, Gerald. 1994. What
is the optimal size of government in the United States. N.C.P.A. Policy Report Number 188. http://www.ncpa.org/pdfs/st188.pdf

[3] Nombrada por Robert Barro, D. Armey, R. Rahn y G. Scully, expertos en
materia de tamaño de gobierno y crecimiento económico.

[4] Chobanov, Dimitar y Adriana Mladenova. 2009. What is the optimum size of government. Institute for Market Economics. http://ime.bg/uploads/335309_OptimalSizeOfGovernment.pdf

[5] Citado enThe Times Herald, Norristown, Pennsylvania, el 1 de diciembre, 1978.http://en.wikiquote.org/wiki/Milton_Friedman

¿Cuánto Estado en la economía?

Nicholas Virzi
17 de septiembre, 2014

¿Cuál es el nivel óptimo de estado en una
economía? James Kahn resume los estudios económicos sobre el tamaño óptimo del
estado en la economía, concluyendo que el rango esta entre 15% y 30% del
Producto Interno Bruto, donde el 15% se dedicaría a funciones primordiales.[1] Para el caso de Estados Unidos, un país
bastante desarrollado, Scully propone que el óptimo tamaño de gobierno está
entre 21.5% y el 22.9% del Producto Interno Bruto.[2]
La curva BARS[3] mide el tamaño del gobierno en el eje horizontal del primer cuadrante
del plano cartesiano, y la tasa de crecimiento en el eje horizontal, exponiendo
que la curva adquiere forma de U-invertida.
Con cero tamaño de estado, se tiene anarquía, y cero crecimiento. Con 100% de la economía en manos del estado,
se tiene comunismo, y cero crecimiento económico. El óptimo estaría entre los dos extremos,
mucho más cercano a cero que a cien.[4]

Unos dirían que el mejor gobierno es
ninguno. Este sería el argumento
anarco-capitalista, promulgado muy públicamente por quienes eternamente
prometen irse a fundar ciudades libres, pero que nunca se van, porque les
gustan los bienes públicos y bajos costos de transacción que encuentran en
civilizaciones que operan bajo condiciones de opresión fiscal. El otro extremo sería el comunismo, donde
todo está en manos del estado, y literalmente nada está en manos del
pueblo. Este sistema planificado, ya
está probado, agudiza el problema central de la escasez y carece de todo
atractivo desde una óptica humanista.

Keynes propuso la accion estatal contra
cíclica para mitigar los peores efectos de una crisis económica, bajo la
premisa, nunca operante, que el gasto público se reduciría en tiempos de auge
tan fácilmente como incrementaría en tiempos de crisis. La verdad es que la mayoría de economías en
el mundo son, y siempre han sido, mixtas, seguramente con mayor participación
estatal de lo óptimo. Por razones
expuestas por la escuela de Public Choice ala Buchanan, et al., la lógica de
beneficios (programas públicos) concentrados y costos (impuestos) concentrados
conspira para que el gasto publico incremente constantemente,
independientemente de la evolución del ciclo económico. Se aprovecha de la crisis para gastar mas,
pero casi nunca de la recuperación y auge para ahorrar.

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Incluso en los modelos keynesianos, los
impuestos siempre tienen el mismo impacto, perjudican la actividad
económica. Es el gasto público deficitario que estimula la
economía en tiempos de crisis, que en principio se puede dar por lado del gasto
público o reducción de impuestos. La
experiencia nos deja claro cuáles son las preferencias de los agentes
públicos. Prefieren gastar más, que
menos. Prefieren reducir impuestos que
subirlos. Empero, prefieren subir impuestos que bajar gasto público. Esto predice que con el tiempo el gasto
público va crecer, los impuestos también, pero con rezago, y la brecha se
cierra con impuestos postergados, o sea deuda pública. La acumulación de deuda pública es popular y
políticamente viable porque los futuros contribuyentes no pueden ejercer
efectivamente su voz política por lo que son políticamente irrelevantes.

Aunque los impuestos perjudican la actividad
económica, sería incorrecto deducir que el nivel óptimo de impuestos, y por
ende gasto público y gobierno, es cero.
Como bien dijo Milton Friedman: “necesitamos
impuestos. No deberíamos de esperar una
Utopia inviable. Me gustaría ver mucho
menos gobierno de lo que ahora tenemos, pero no podemos tener una situación sin
gobierno. Tenemos que pagar impuestos para
tener las funciones gubernamentales esenciales, defensa, policías, ley y orden,
el sistema judicial.”[5]

Friedman también
llamaba a la cautela de tener en cuenta el nivel de desarrollo del país cuando
se planteaba su tamaño de gobierno. Su
máxima era de ver lo que hicieron los países ricos cuando estaban en camino a
ser ricos, no lo que hacen cuando ya alcanzaron ser ricos y puede sostener los
altos costos de ineficiencia estatal.


El estado
guatemalteco ingresa el 12% del producto interno bruto, y gasto cerca del
15%. Es cierto lo que dicen los críticos
del liberalismo económico. En la escala
internacional, esto es poco estado. Pero
también es cierto el argumento liberal, es un desperdicio casi total lo que se
paga por tener estado en Guatemala. La
retribución al contribuyente es casi nula.
Los contribuyentes formales pagan escuelas y universidad pública, pero
usan privada. Pagamos seguro social y
médico público, pero pagamos privado, por el mal servicio del sistema
público. Pagamos seguridad pública, y
todavía nos vemos en la necesidad de sentirnos seguros pagando por servicios de
seguridad privada. La calidad de esta se
ve cuando observamos los agentes de seguridad privada circulando por la ciudad,
dos en moto, con el pasajero de atrás apuntando con una mano a los carros su
escopeta, mientras agarra su torre de tortillas con la otra. Naturalmente, nos asquea la noción que
paguemos más impuestos por más estado.
Sin embargo, esto es precisamente de lo que voy a hablar en mi próxima
columna.

[1] Kahn, James. 2011. Can We Determine the Optimal Size of
Government? September 14 , 2011, no. 7.
CATO. Washington, D.C.http://www.cato.org/sites/cato.org/files/pubs/pdf/dbp7.pdf

[2] Scully, Gerald. 1994. What
is the optimal size of government in the United States. N.C.P.A. Policy Report Number 188. http://www.ncpa.org/pdfs/st188.pdf

[3] Nombrada por Robert Barro, D. Armey, R. Rahn y G. Scully, expertos en
materia de tamaño de gobierno y crecimiento económico.

[4] Chobanov, Dimitar y Adriana Mladenova. 2009. What is the optimum size of government. Institute for Market Economics. http://ime.bg/uploads/335309_OptimalSizeOfGovernment.pdf

[5] Citado enThe Times Herald, Norristown, Pennsylvania, el 1 de diciembre, 1978.http://en.wikiquote.org/wiki/Milton_Friedman