Armados de estadísticas, los miembros del Foro de Sao Paulo toman como eje central de su estrategia para la toma del poder hablar en forma permanente y sistemática del fracaso del capitalismo moderno. Cual si fueran dueños de la verdad, argumentan que las contradicciones surgidas de la inequidad y de la existencia de desequilibrios entre las clases sociales no podrán sostenerse y que, más pronto que tarde, el modelo neoliberal se derrumbará, estrepitosamente (al igual que como sucedió con la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética y sus satélites), dando oportunidad para el resurgimiento del comunismo, socialismo o de alguna de sus muchas variantes (caretas).
En efecto, los integrantes del FSP a nivel regional y sus corifeos a nivel nacional, aprovechan los estallidos sociales, que ellos mismos provocan (transportando campesinos adoctrinados, desde sus zonas de operaciones, hacia los lugares de conflicto), inducen y dirigen, para crecer y fortalecerse, aplicando nuevas y variadas formas de lucha. El FSP orienta pues, que la izquierda debe coordinar y centralizar las reacciones contra el neoliberalismo, provengan o no de sus propias filas, y captar las organizaciones populares que surjan como respuesta a las injusticias sociales provenientes del sistema capitalista; desde grupos pequeños, hasta los movimientos más amplios como los feministas, ambientalistas, indigenistas, etcétera.
Armados de estadísticas, los miembros del Foro de Sao Paulo toman como eje central de su estrategia para la toma del poder hablar en forma permanente y sistemática del fracaso del capitalismo moderno. Cual si fueran dueños de la verdad, argumentan que las contradicciones surgidas de la inequidad y de la existencia de desequilibrios entre las clases sociales no podrán sostenerse y que, más pronto que tarde, el modelo neoliberal se derrumbará, estrepitosamente (al igual que como sucedió con la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética y sus satélites), dando oportunidad para el resurgimiento del comunismo, socialismo o de alguna de sus muchas variantes (caretas).
En efecto, los integrantes del FSP a nivel regional y sus corifeos a nivel nacional, aprovechan los estallidos sociales, que ellos mismos provocan (transportando campesinos adoctrinados, desde sus zonas de operaciones, hacia los lugares de conflicto), inducen y dirigen, para crecer y fortalecerse, aplicando nuevas y variadas formas de lucha. El FSP orienta pues, que la izquierda debe coordinar y centralizar las reacciones contra el neoliberalismo, provengan o no de sus propias filas, y captar las organizaciones populares que surjan como respuesta a las injusticias sociales provenientes del sistema capitalista; desde grupos pequeños, hasta los movimientos más amplios como los feministas, ambientalistas, indigenistas, etcétera.